Inundaciones en el norte de Chile impulsan solidaridad cristiana

La alegría que provocó la llegada de las primeras lluvias el 24 de marzo después de una intensa sequía, a una zona que generalmente es desértica, de a poco se convirtió en preocupación y alarma cuando los ríos comenzaron a salir de su lecho e inundaban calles, parques, casas y edificios.

Tal intensidad de lluvias no se registraban desde 1997, las cuales devolvieron sus cauces perdidos a los tres principales ríos de la región nortina: Salado, Copiapó y Huasco, arrasando con todo lo que encontraban a su paso.

Inundación en Chañaral.

Ante la gravedad inminente el gobierno decretó estado constitucional de excepción por catástrofe, y el orden quedó a cargo de las Fuerzas Militares en toda la región de Atacama (famosa por el rescate de los 33 mineros) y la ciudad de Antofagasta.

Las ciudades más afectadas son Taltal, Chañaral, El Salado, Diego de Almagro, Paipote, Piedra Colgada y otros. Según el último balance entregado hoy por la Oficina Nacional de Emergencia se confirma que hay 18 víctimas fallecidas y 49 personas desaparecidas, mientras que 24.413 personas se encuentran damnificadas, de los cuales 3.490 están albergados. Cifras oficiales que se diferencian con las que manejan los municipios locales.

Una ciudad dividida por la crecida del río.

Desde un principio la radio evangélica Radio Armonía, estuvo difundiendo la noticia a través de su red de emisoras en todo Chile. Y con mayor razón al saber que era la única emisora que estaba en el aire en la afectada ciudad de Chañaral, que fue partida el dos por la corriente del agua y el lodo (al igual que Taltal).

EVANGÉLICOS AFECTADOS

El pastor David Zapata se comunicó desde Chañaral, con la poca batería que le quedaba, para informar que muchos cristianos también habían sido afectados, que dos templos habían sido arrancados de sus bases y corrían rio abajo. Por su parte el pastor Hugo Egaña de Diego de Almagro reportaba que habían varios hermanos desaparecidos. Hermanos de El Salado y Paipote informaron que estaban aislados esperando que bajara el torrente para ver cómo habían quedado sus viviendas.

Carabineros ayudan a daminificados.

Quizás los más sorprendente fue el rescate con helicóptero de varias personas que se aferraron a las ramas de un árbol, incluyendo una abuela de 80 años. Al ser bajados sanos y salvos dejaban claro ante los medios que fue “Dios quien nos sostuvo” y “Gracias a nuestro Señor Jesucristo estamos vivos”. Más tarde se supo que eran miembros de la Iglesia la Fe Apostólica de Chile en El Retamo.

Mientras tanto la emisora habilitó el hastag # ArmoniaSOS a través de sus cuentas en Facebook y Twitter para comenzar con la búsqueda de personas desaparecidas. Hasta hoy están disponibles y se están recibiendo solicitudes y algunas veces también muestras de agradecimiento por el reencuentro con sus familias.

Diego de Almagro.

Actualmente no hay lluvias en la región, lo cual preocupa a residentes y autoridades por la prontitud con que comienza a secarse el barro en las calles y, peor aún, dentro de las casas, lo cual dificultará su extracción y de seguro producirá polvaredas que afectarán a todos. Es un indicativo que la ayuda tendrá que prolongarse por varios meses.

AYUDA EN MARCHA

El Ejército de Salvación, apoyado por la difusión radial y televisiva, comenzó su operativo de recolección de donativos de ayuda para llevarlos rumbo al norte. Informan que ya hay un camión del Servicio de Emergencia de la División Central que ha llegado hasta Copiapó llevando la primera ayuda consistente en 20 toneladas de alimentos no perecederos en bolsas que contienen agua embotellada y útiles de aseo.

El Ejército de Salvación está llevando ayuda.

Otras instituciones como la Fundación Bíblica (de la Sociedad Bíblica Chilena), el Instituto Bíblico Nacional, la Oficina de Asuntos Religiosos de El Monte y diferentes denominaciones están desarrollando campañas de ayuda que finalmente serán canalizadas a través del Ejército de Salvación. Una nueva oportunidad para hacer efectiva la solidaridad y la misericordia que como cristianos debe caracterizarnos.