El colegio evangélico Synergy International Christian School está preparado para comenzar a acoger alumnos y realizar su labor educativa. Ha pasado menos de un año desde que el centro recibió el permiso del Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès para realizar las obras de las instalaciones requeridas en el proceso de homologación de la escuela, y en este tiempo no solo han acabado los trabajos correspondientes, sino que también han entregado todos los documentos requeridos para comenzar la actividad, con la excepción de la inscripción del sistema de climatización. 

“Las obras están terminadas. Las instalaciones han sido inspeccionadas por un inspector del Departamento de Educación de la Generalitat, y hemos recibido el visto bueno. Por su parte, nos han asegurado que lo están moviendo todo lo rápido posible para autorizarnos cuanto antes. La actividad también se ha comunicado ya al Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès”, explica el director de Synergy, David Philbrick.

Solo les falta un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores que es un requisito para todos los centros extranjeros en el Estado español. Esto ha provocado que hayan tenido que aplazar el inicio del curso, que habían previsto para este 15 de septiembre pero que ahora será otro día, todavía por concretar dependiendo de cuando reciban el trámite.

“La Generalitat solicitó el documento al Ministerio de Asuntos Exteriores en julio. Como no respondieron, en agosto, volvió a presentar una nueva solicitud. Este documento, junto con los últimos informes internos, permitirá que el Departamento de Educación de la Generalitat emita la licencia de apertura. En el momento que Servicios Territoriales de la Generalitat tengan ese informe del Ministerio de Asuntos Exteriores, lo añadirá al expediente y lo enviará a las oficinas centrales en Barcelona para la última aprobación. Entendemos que cuando llegue el documento, la aprobación sería inminente. Todo lo demás ya está resuelto ”, asegura Philbrick.

[photo_footer]Las instalaciones del colegio, en Cerdanyola del Vallès, ya han sido inspeccionadas por la Generalitat y cuentan con el visto bueno. / Cedida[/photo_footer]

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Todo preparado, a la espera del último trámite

El retraso por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores ha paralizado el inicio del trabajo en la escuela, que estaba previsto de comenzar coincidiendo con este curso escolar. “No podemos hacer nada, ni matrículas ni comenzar, hasta que no tengamos la licencia de apertura del Departamento de Educación de la Generalitat. Y para eso, tiene que llegar el informe del Ministerio de Asuntos Exteriores”, señala el director de Synergy. 

En cualquier caso, desde el centro no dudan que este año académico sí podrán retomar la actividad, que ya pusieron por primera vez en marcha en el curso 2015-2016. “Tenemos todos los profesores preparados. Están trabajando en los materiales y adecuando las aulas. Ahora nuestra perspectiva es diferente a la de hace un año, porque está casi todo hecho”, añade Philbrick.

Synergy cuenta ahora con un equipo humano de 18 personas y, aunque todavía no pueden confirmar un número exacto de alumnos a causa del contratiempo por la demora del Ministerio de Asuntos Exteriores, sí que aseguran que están “en contacto constantemente con las familias” interesadas. “Por lo que entendemos, cuando se vea que el colegio está abierto de forma homologada, habrá bastantes familias que cambiarán a sus hijos para traerlos a Synergy”, considera Philbrick.

Acompañamiento a las familias

La situación de parálisis en el último trámite por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores provoca “estrés”, aseguran desde Synergy, “por no poder comunicar una fecha en firme”. Una gran parte de esa presión proviene por la afectación sobre las familias que forman parte del centro. “Compartimos con ellas la ansiedad que esto les causa”, expresa Philbrick.

[photo_footer]Synergy cuenta con un equipo humano de 18 profesionales para este curso. / Cedida[/photo_footer]

“Cada familia tiene que decidir qué hacer con sus hijos, si los inscriben en otro centro y compran el material de allí para luego cambiarlos, o qué hacen”, explica el director de Synergy. “También hay una labor de acompañamiento por nuestra parte hacia ellos. Oramos mucho como equipo por todas las familias en estos momentos”, añade.

No obstante, recuerda, la situación “es diferente a otros años”. “Quizá el año pasado fuimos demasiado optimistas pensando que podríamos abrir durante el curso, lo cual no acabó pasando. Ahora, finalmente, estamos a punto y vemos muy posible abrir en breve”, dice.

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“La lección más grande, depender de los tiempos de Dios”

Conseguir la homologación como centro educativo ha sido toda una odisea para el colegio evangélico Synergy, que representará una oferta educativa que en Cataluña prácticamente había desaparecido. Desde los difíciles inicios hace seis años hasta ahora, la escuela ha tenido que cambiar varias veces de lugar hasta establecerse en Bellaterra, en el núcleo municipal de Cerdanyola del Vallès.

El colegio Synergy es un centro estadounidense sin ánimo de lucro, innovador, que apuesta por un programa competencial que se refleja en su Proyecto Curricular de Centro, cubriendo las competencias marcadas por la Generalitat y por España, las de la Unión Europea y las de Estados Unidos.

Pensando en perspectiva, aseguran sentir “mucho gozo e ilusión por ver que Dios sigue avanzando el proyecto, supliendo necesidades y abriendo las puertas”. “Todo se ha ido solucionando, así que estamos animados de estar ya a las puertas de la homologación”, afirma el director del centro, David Philbrick.

“Hemos aprendido una y otra vez que tenemos que confiar en Dios y sus tiempos y formas, que son los perfectos. Quizá esa ha sido la lección más grande, depender de los tiempos de Dios y seguir confiando en él”, añade.