“Somos responsables de traer esperanza a la nueva generación”

Tras 17 años, Jaume Llenas dejará la secretaría general de la Alianza Evangélica Española (AEE) el próximo mes de febrero de 2019. Será en la asamblea general, que se realizará en Murcia en el contexto de Idea2019, donde se elegirá a un nuevo secretario general.

La entidad evangélica afronta así tiempos de cambio, aunque en un escenario diferente al de hace 17 años. La consolidación de proyectos y la expansión de la Alianza Evangélica Española, así como su relevancia en el contexto de la Alianza Evangélica Europea (EEA) y Mundial (WEA), han sido algunos de los hitos destacados por la Junta directiva de la AEE en esta etapa.

Jaume Llenas valora la trayectoria de la Alianza y los desafíos que se plantean para su futuro, en el que considera que los cristianos evangélicos tenemos el gran reto de ser portavoces de esperanza ante un mundo desesperado. 

Pregunta. Hace unos días la Junta de la Alianza Evangélica anunciaba tu decisión de no optar a la renovación en la secretaría general. ¿Qué te ha llevado a tomar esta decisión?

Respuesta. Ha sido una combinación de dos factores que están muy relacionados. En primer lugar, el momento de la Alianza, que es muy diferente a cuando me eligieron como primer secretario general a tiempo completo. En aquel momento, hace diecisiete años, la Alianza necesitaba emprender toda una reforma de visión, iniciando un tiempo nuevo. No se trata de que fuese una nueva institución, sino que era necesaria una renovación de la visión y el ministerio. Pero ahora el momento es distinto. Por la gracia de Dios la Alianza está en un momento excelente, hay una visión bien establecida, hay un trabajo consolidado, se ha hecho un gran avance en cuanto a la conexión con las nuevas generaciones de cristianos, tiene una influencia en la sociedad… Lo que se necesita quizá es alguien que pueda proveer solidez, continuidad, y también preocuparse por el aspecto económico de la entidad, dado que no ha crecido igual en ministerio que en soporte. 

Por otra parte está mi parte personal. Me doy cuenta que con el tiempo uno se va conociendo mejor, y sabe en qué puntos es fuerte y en cuáles no. Yo me veo más en momentos pioneros de una entidad, cuando hay que establecer bases, visión o estructura. En cambio, cuando son momentos de continuidad o profundización, no coincide con mis dones personales. 

Analizando ambas cosas, he considerado que la Alianza necesitaba otro empuje para la nueva década. Por eso he considerado que lo mejor es dejar paso. Es una decisión respaldada por la Junta y todos vemos que es un buen momento para hacer este cambio.

P. ¿Cuál es tu próximo destino?

R. Aún no está decidido. Sí estoy buscando la voluntad de Dios. Nunca ha sido el propósito dejar la secretaría general para ir a otro lugar. Pero estoy pensando en un sentido de llamamiento. Cuando me convertí, Dios me dio una visión personal: la idea de relacionar a la iglesia con la sociedad de una forma más potente. Durante este tiempo Dios me ha puesto en diversos ministerios, pero en todos he podido cumplir el llamamiento que Dios me dio. Creo que en el futuro tendrá que ser así también, conectándome con un momento más pionero de una iglesia, un organismo o una entidad.

P. Son diecisiete años en la secretaría general, ¿en qué aspectos crees que la Alianza ha crecido?

R. He pensado en qué hemos reforzado o mejorado. Quiero destacar que en el momento que llegué, la Alianza no tenía igual representación en todos los sectores del mundo evangélico. Me propuse que la parte menos representada en la Alianza tuviera una mayor representación. Este es el sector de la iglesia carismático y pentecostal. Así que rápidamente me puse en contacto con personas de este sector para que tuvieran su parte. Hoy podemos ver que la Alianza tiene un presidente del sector pentecostal, varios de los miembros de la Junta de la Alianza, y algunos de los presidentes de grupos de trabajo. Esto es un motivo para felicitarnos, toda la Alianza.

Otro de los puntos fuertes es la renovación para ser un referente en la creación de pensamiento, y hacerlo de forma más continua. La Alianza siempre se ha caracterizado por esta reflexión, por ser capaz de adelantarse a los tiempos en cuanto a lo que tiene que reflexionar. A partir del equipo de autorización hemos conseguido que se trabaje rápido y con solidez. A esto ha contribuido Protestante Digital, Evangelical Focus y ahora Evangélico Digital, es decir, los medios de comunicación que junto al equipo de autorización realizan esta reflexión.

Otra parte a destacar es la gente joven que forma parte de la Alianza. Hay personas jóvenes dirigiendo los medios de la Alianza, formando parte de los grupos de trabajo; una generación de líderes está no solo participando, sino liderando los proyectos. Son aspectos para estar contentos.

P. Entramos en un período de renovación para la Alianza. ¿Cómo crees que podría trabajar la entidad estos meses?

R. Creo que lo que le hace falta, y lo creo junto a la Junta, es profundizar en lo que hemos hecho hasta ahora. Esto requiere una consolidación de los cambios, que han sido fuertes. Por ejemplo, la Alianza ha pasado de tener una cara más institucional a tener una cara más de movimiento. Un movimiento tiene que moverse. Así que la Alianza tiene que profundizar en este aspecto, de ser una plataforma, una “pista de baile” donde muchos evangélicos vean que sus proyectos puedan realizarse dentro de la Alianza.

Otro aspecto es darle cobertura económica a la Alianza. No ha crecido de la misma forma el ministerio de la Alianza, que se ha multiplicado varias veces, con la estructura económica. No es suficiente para sustentar todo el ministerio. Hay que profundizar en dotar la estructura económica para el ministerio. 

Otro reto es ir renovándonos, incorporando a las mejores personas, para que seamos así referentes dentro del mundo evangélico. En Idea2019 se van a presentar como miembros de la nueva junta tres personas. Todos ellos están en sus 30 y primeros 40. Eso implica una renovación. Las entidades no tienen que renovarse de tanto en tanto, sino que la renovación debe formar parte de la filosofía de la entidad. Esto se extenderá a todos los equipos de trabajo, las presidencias, e incluso al equipo de oficina, donde hay un equipo muy completo, con personas jóvenes y mayores.

P. La Alianza Evangélica se caracteriza por mirar hacia afuera. ¿Cómo puede la AEE aportar al avance del evangelio en nuestra sociedad?

R. Creo que la posición social de los evangélicos está cambiando. Somos cada vez más relevantes, cada vez se busca más lo que tengamos que decir. Creo que tenemos soluciones reales a lo que estamos viviendo, soluciones del reino de Dios que son aplicables a nuestra sociedad para traer transformación a esta era. Los evangélicos somos los responsables de traer esperanza para la nueva generación, porque somos quienes tienen motivos fundados para tener esperanza. Nuestra esperanza es que estamos seguros en Jesucristo, y Él nos da esperanza no solo a nosotros, sino a toda la sociedad.

Hay tres cosas que forman parte del mensaje de la Alianza Evangélica y tienen que ver con esta esperanza: lo primero, la unidad del pueblo de Dios. Si no tenemos una cosmovisión bíblica unida, va a ser muy difícil influenciar. La segunda cuestión es que como iglesia de Dios estemos centrados en la misión. La iglesia existe para la misión. Dios nos tiene para pelear contra el mal, para que Dios reciba la gloria. Esta es nuestra tarea principal.

En tercer lugar, transformación. El reino de Dios sabemos que vendrá cuando Jesucristo vuelva, pero de alguna manera, podemos bailar a ritmo de la música del futuro. Dios nos pide que seamos una anticipación del reino que Él traerá.