‘Pensar América, pensar España’ analiza el auge evangélico latino

Dentro del ciclo “Pensar América, pensar España” de la Casa de América de Madrid, el experto en comunicación política de la Universidad Camilo José Cela Jorge Santiago Barnés moderó el pasado 18 de octubre una mesa redonda sobre ‘Religión y política, el crecimiento de las iglesias evangélicas en América Latina’.

Dos expertos analizaron el fuerte crecimiento del protestantismo desde la década de los 70 en diferentes países de América Latina y como las iglesias de la reforma se fueron consolidando en la esfera pública, tanto en los medios de comunicación como en la vida política, a través de los cargos en parlamentos o ayuntamientos.

Según una de las últimas encuestas realizada por el Pew Research Center sobre política y religión en América Latina, en los últimos años, la Iglesia Católica pierde cada año seguidores. Así, uno de cada cinco latinoamericanos que fueron educados en la fe católica, ahora se describen como protestante o evangélico. No obstante, según esta última encuesta, aún los católicos representan el 69 % de la población, mientras que los protestantes ascienden al 19 %. Uno de los países donde más se está produciendo este cambio es en Brasil.

ANÁLISIS DE EXPERTO PRESBITERIANO

El pastor presbiteriano Hélerson da Silva, profesor del Centro de Ciências Humanas e Sociais Aplicadas Pontifícia Universidade Católica de Campinas (Brasil), presentó los datos recopilados para su tesis doctoral sobre el aumento exponencial en las cifras de los diputados evangélicos en 18 países de América Latina. Este crecimiento de los cargos electos responde al traslado a la esfera política del crecimiento que las iglesias evangélicas han tenido en la sociedad.

Según el profesor brasileño, “los evangélicos, por lo general, funcionan muchas veces como ‘empresas religiosas’, con sus mismas formas de actuación y técnicas de marketing”. Esta presencia social y modo de actuación explica el aumento de posturas muy conservadoras en lo político, lo que se traduce en la proliferación de una legislación basada en lo que académicamente se entiende por “fundamentalismo religioso”.

Para da Silva, es innegable “la permanencia de la religión en el pueblo, aunque haya una ‘secularización’ en los textos legislativos” sobre todo en aquellos países que postulan una separación radical entre la Iglesia y el Estado. Esa separación no está clara en la sociedad latinoamericana, aunque crezca “el número de personas que viven una religiosidad privada, alejada de lo institucional”.

La tesis doctoral de este experto, realizada en Salamanca, desvela que existe una fuerte presencia de políticos evangélicos en los parlamentos de América Latina. “Actúan como un lobby fuerte e intentan, a su manera, cristianizar la sociedad. En este sentido, son muy militantes. De hecho en Brasil, por ejemplo, se ha constituido partidos confesionales y la bancada evangélica del Parlamento es muy potente”, explica Santamaría

LA “NUEVA EVANGELIZACIÓN” CATÓLICA

Ante este crecimiento, el sacerdote Luis Santamaría, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) presentó la respuesta de la Iglesia Católica que, sobre todo en los años setenta y ochenta, surgió a través de los obispos del CELAM y del Vaticano, con el papa Juan Pablo II al frente.

La Iglesia Católica vio con preocupación este avance evangélico que estaba creciendo de forma asombrosa en el continente americano. El abandono de la Iglesia Católica dejó datos muy reales, como el de un estudio que señalaba, en 1987, que “según las estadísticas en América Latina cada hora un promedio de 400 católicos pasan a las iglesias protestantes, quienes en la actualidad representan ya una octava parte, o sea 12.5 % de la población del continente”.

Desde este contexto, se entiende la insistencia de Wojtyla para afrontar este elemento a nivel universal “no en clave de amenaza a combatir, sino como desafío haciendo autocrítica del éxodo producido de católicos a otros grupos religiosos”. De hecho, señala Santamaría, “el término ‘nueva evangelización’ que se acuña en el magisterio de Juan Pablo II va asociado al avance evangélico y de las sectas”. Desafío que hoy se ha trasladado al contexto africano.

También advirtió de algunos movimiento dañinos, como la secta Iglesia Universal del Reino de Dios, conocida en España como “Familia Unida”, que no es reconocida por ninguna de las iglesias y que “está explotando económicamente a sus miembros” o el aumento de la teología de la prosperidad, una constante en las iglesias evangélicas en las que más de la mitad de sus miembros simpatizarían con esta corriente.

“Si preguntamos a muchas de estas personas educadas en la fe católica por qué se han pasado a la iglesia evangélica, una de las razones principales que esgrimen es que ahora han descubierto la verdadera relación personal con Dios”, explica Luis Santamaría.

RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA

Luis Santamaría desvela que una de las grandes fuerzas del catolicismo en América Latina para no perder fieles (o ganarlos) es en aquellas zonas donde hay comunidades de Renovación Carismática. “Es un movimiento pentecostal pero en plena comunión con la Iglesia Católica. El sacerdote también apunta que en Latinoamérica hay iniciativas de diálogo ecuménico entre la Iglesia Católica y las iglesias evangélicas gracias a que “el Papa Francisco ha estado presente en algunas ceremonias de las iglesias pentecostales”.