Victoria del PP insuficiente para gobernar

Pacto y negociación no fueron las palabras más escuchadas en campaña, pero sin duda lo serán en las próximas semanas. Las elecciones generales celebradas en España dejan un panorama político incierto, donde la victoria del Partido Popular puede considerarse, a la vez, una derrota del partido que ha gobernado en los últimos cuatro años.

PACTOS DIFÍCILES

En los últimos días de campaña se empezó a dibujar este panorama, en el que uno de los partidos emergentes, Ciudadanos, podría convertirse en el aliado del PP. Sin apoyar la investidura, Rivera había prometido la abstención de los diputados de su partido. Sin embargo, el resultado de C's, con 40 escaños – por debajo de las expectativas – no es suficiente para que Mariano Rajoy continúe como presidente de España.

La opción de una gran coalición de izquierdas también resulta complicada. Los votos de UP, Podemos y PSOE tampoco suman los 173 necesarios para investir al presidente. El resultado del PSOE, con 91 escaños, es el peor de su historia reciente, pero sigue siendo el partido que más se acerca al PP en votos y escaños.

Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, con 69 escaños -sumando a las coaliciones en Galicia, Comunidad Valenciana y Cataluña- deja a medio camino la “remontada” que se fue dibujando en los últimos sondeos.

FRAGMENTACIÓN DEL VOTO

Una de las realidades factibles en España es el aumento de la pluralidad. El voto habitualmente se había dirigido a PP y PSOE. En las elecciones del 2011 más de un 70% del electorado se decidió por alguno de los dos partidos históricos. En 2015, PP y PSOE representan sólo el 50% del voto.