La participación de FEREDE, el órgano que representa al pueblo evangélico ante el Estado, en el funeral católico de Estado que se celebró en motivo de las víctimas de Barajas tuvo diferentes reacciones por parte de colectivos evangélicos, personas e instituciones en España.
FEREDE
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas De España (FEREDE) informa que recibió una llamada telefónica del Arzobispado de Madrid, en la que se les comunicó que se deseaba la participación de un representante de los protestantes en el funeral, habida cuenta de que entre los fallecidos había alguno que pertenecía a dicha confesión.
Por esta razón encargó la FEREDE esa participación al obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE), Carlos López Lozano, a quien los organizadores de la ceremonia concedieron dos minutos para decir unas palabras.
La Federación consideró “que era un momento para estar al lado de los familiares de las víctimas y no para hacer reivindicaciones acerca de cómo han de ser este tipo de actos”.
PROTESTANTE DIGITAL
El director de la revista Protestante Digital, Pedro Tarquis, hizo un análisis personal en un artículo sobre esta participación de FEREDE en el funeral católico de Estado. Tarquis lamenta que después de hacer frente con la Alianza Evangélica por un cambio en este tipo de actos la Federación optara por diluir el efecto sumándose al funeral.
“La FEREDE y la Alianza Evangélica Española pidieron de forma pública un acto civil de Estado para las víctimas de Barajas, plurireligioso, respetuoso con todas las confesiones y creencias. No se realizó este acto civil, en una dejación de funciones del actual Gobierno” –escribe Tarquis en un artículo en Protestante Digital, titulado
“¿Madrid bien vale una misa?”.
Tras organizarse un funeral evangélico en Madrid, al que acudieron representantes del Estado (Gobierno nacional y autonómico, municipios…) Tarquis recuerda que asistir luego a un funeral católico es un acto profundamente contrario a los valores y creencias del cristianismo evangélico, y cree que “participar en ellos en un acto público es manifestar cara a la sociedad que no se está en desacuerdo con lo que allí ocurre, o que al menos se consiente de manera activa”.
A este contrasentido teológico y de testimonio, dice Tarquis, se añade otro contrasentido, esta vez político. La presencia de FEREDE en el funeral católico ha dado una salida a la Iglesia católica y al Gobierno que estaban contra las cuerdas por primera vez en un acto de este tipo por el enorme eco que tuvo la denuncia de la Alianza Evangélica Española a esta unión del Estado con un funeral religioso católico.
UN POLÍTICO DE FE EVANGÉLICA
Y en este último aspecto opina el médico y político en activo Manuel Suárez, de fe evangélica, que ha explicado que “hay momentos en los que a los protestantes nos entra miedo y sentimos complejo de minoría, dudamos de la eficacia política de nuestra coherencia con la fe y creemos que alcanzamos más eficacia ante el gobierno de turno diciendo como el protestante Enrique IV “París bien vale una misa”.
Suárez cree que la influencia política real de un grupo minoritario es su credibilidad, coherencia y capacidad para demostrar en público que el gobierno de turno se contradice a sí mismo cuando proclama una cosa y hace otra, cuando ese grupo minoritario se muestra dispuesto a ir hasta el final en la defensa de la libertad de conciencia y la separación iglesias/estado.
El caso del funeral de estado por las víctimas del accidente de Barajas ha mostrado, entiende Suárez, dos formas de entender la eficacia política entre los evangélicos, y “con toda probabilidad ambas formas buscan lo mejor para nuestra comunidad protestante”, dice Manuel Suárez: “La Alianza Evangélica optó por la coherencia y retó al gobierno a que fuese consecuente con sus propios postulados de separación iglesias/estado; puso al descubierto la debilidad de su discurso laicista mostrando la inaceptabilidad de un funeral católico de estado y consiguió poner en la escena pública y dar relevancia política a una minoría que no tiene complejo alguno de serlo y reclama con convicción sus derechos. La actuación de la Alianza fue tan eficaz políticamente que la propia vicepresidenta del gobierno se encontró con la pregunta incisiva de los periodistas (no precisamente evangélicos) que cuestionaban la falta de respeto del gobierno y del monarca a las personas no católicas en un funeral católico de estado. La vicepresidenta, muy inteligentemente, salió del apuro diciendo que allí estaba también un obispo protestante. ¿Y qué pintaba allí un obispo protestante? No dudo de sus buenas intenciones, y aunque muchos piensan que buscaba estar en la foto, es posible que su intención fuese colocarnos a todos los evangélicos en esa foto”.
Pero en su opinión, “lo más importante no es nuestra mayor o menor presencia ante la sociedad y el poder político, lo más importante es nuestra coherencia con nuestra identidad. Aunque hubiese sido más rentable políticamente decir “París bien vale una misa”, a nosotros, a los protestantes, no nos puede temblar nunca la voz para proclamar `Mi conciencia está ligada a la Palabra de Dios´ y no estamos dispuestos a cobrar ningún precio político o de imagen para callarnos”, explica.
INICIATIVA PER CATALUNYA VERDS (ICV)
La queja de la Alianza Evangélica no sólo ha motivado preguntas de los periodistas a la Vicepresidenta del Gobierno. Fue también recogida por el diputado y portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds, Joan Herrera. En la próxima sesión de control al Gobierno preguntará a Rodríguez Zapatero por qué no se organizó un funeral civil de Estado. El parlamentario lamentó «que no se haya tenido en cuenta el pluralismo religioso de España y de las víctimas del accidente, ni el carácter aconfesional del Estado».
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