Se trata de una de las ONG cristianas más conocidas en España y fuera de sus fronteras, con labor en Europa, Latinoamérica, África y Asia.
REMAR se corresponde con “Rehabilitación de Marginados”, como sus siglas indican. Nació en 1982 forjando su compromiso con las capas más marginadas de la sociedad pero no se constituyó como asociación REMAR hasta 1990. Desde entonces, ha trabajado para la restauración espiritual, física, psíquica, profesional y familiar de muchas personas que se han encontrado en situaciones difíciles de soledad y marginación social. En la actualidad siguen desempeñando su labor con drogadictos, presos, niños abandonados, madres solteras y cualquier otro colectivo que requiera de ayuda en sus vidas. Este año la asociación celebrará sus “bodas de plata” por todo lo alto con su 25 Congreso Internacional los días 7,8 y 9 de septiembre en Madrid.
LOS INICIOS
Mª Carmen Jiménez es una de las fundadoras de REMAR junto con su marido Miguel Díez y sus dos hermanos Javier y Ángel. Ella ha sido una de las que ha visto el progreso de la organización desde sus albores: “yo era cristiana desde 9 años antes. Mi marido era empresario y conoció el Evangelio a través de mí. Solíamos ir a un hospital y él empezó a identificarse con muchas personas que estaban atrapadas en diferentes adicciones. Mis dos hermanos empezaron a tantear con diferentes drogas pero al final se convirtieron a Jesús también, y entre todos decidimos comprar una granja pensando que Dios tenía planes para nosotros”.
Tanto Mª Carmen como su familia conocieron al evangelista Daniel Del Vecchio en unas conferencias que tuvieron lugar en 1982. El ánimo que recibieron de este nuevo amigo les sirvió para convencerse aún más de que sus posesiones no les pertenecían: “En octubre empezamos abriendo nuestra propia casa, y todo lo que teníamos lo pusimos en manos de Dios para lo que él quisiera hacer. Al poco tiempo tuvimos los primeros chicos; unos jóvenes adictos que solían vivir en una tienda, ellos aceptaron venir con nosotros”. Este paso de fe dio sus primeros frutos, años más tarde uno de estos chicos acabaría siendo uno de los principales impulsores de la ayuda a marginados en otros lugares de la geografía.
LA EXPANSIÓN
El primer centro de rehabilitación se abrió en Mendiola, un pueblo cerca de Vitoria. Pronto otras personas comenzaron a acercarse al movimiento y en el año 1984 se abrió el primer centro de mujeres en la localidad de Pangua, en la misma provincia. Ese mismo año se comienzan actividades en la provincia de Guipúzcoa en las localidades de San Sebastián y Andoain. En ese momento se crearon las primeras empresas que tenían como único fin el sostenimiento de la obra social (un supermercado, un rastro, una empresa de reciclaje de trapo y una empresa de limpiezas), en las que voluntarios ofrecían su trabajo para el sostenimiento de las actividades de la Asociación. Debido al tamaño que va alcanzando la realidad del movimiento, se decidió darle una entidad jurídica, presentando los primeros estatutos al gobierno en noviembre del mismo año y, recibiendo así, la notificación administrativa de la legalización de la Asociación con fecha 14 de febrero de 1985.
A partir de 1986 y durante los próximos cuatro años, REMAR se extiende por otras comunidades autónomas como Madrid, Cataluña, Castilla, Asturias, Baleares, Navarra, Aragón, Valencia y Canarias. Y es en el 1990 que REMAR comienza su obra fuera de las fronteras españolas, concretamente en Portugal con la inauguración de varios centros de ayuda. En sólo un año REMAR cruzará el Atlántico para empezar su obra en el Perú. A partir de ese momento hasta la actualidad, su labor se extenderá por los 5 continentes en países como Brasil, Argentina, Nicaragua, Estados Unidos, Suiza, Austria, Inglaterra, Burkina Faso, Ghana, Costa de Marfil, China y las Filipinas entre otros.
La experiencia internacional ha mostrado las grandes diferencias que hay entre el tercer y el primer mundo. “En el tercer mundo nos reciben siempre con los brazos abiertos” –explica Mª Carmen-, cosa más difícil en los países occidentales. “En el primer mundo es más difícil porque la gente se cree autosuficiente y piensa que no hay ayuda que se les pueda ofrecer” –arguye. Mª Carmen también reconoce que en los países necesitados las personas están más abiertas a escuchar el evangelio y muestran mucha atención al mensaje: “siempre que predicamos nos escuchan porque a esos lugares no vas desde la religiosidad” –dice-.
CON LOS PIES EN EL SUELO
A pesar de lo mucho que ha podido extenderse REMAR a otros países esto no ha sido en un camino de rosas, sino que ha habido y siguen habiendo momentos de dificultad y desánimo que uno debe superar, así lo explica Mª Carmen: “Hemos pasado dificultades de todo tipo, por una parte con la misma sociedad.
En varias ocasiones, otras asociaciones de ayuda a necesitados nos dijeron: ‘mientras prediquéis el evangelio no tendréis nada que hacer’. Entonces te das cuenta de que el evangelio molesta, incordia a la sociedad. Muchas veces hemos pasado también por momentos en que nos hemos sentido incomprendidos por los familiares y por nuestros amigos. En 25 años hemos pasado muchas frustraciones y desilusiones, pero, si te das cuenta, la vida cristiana se reduce al huerto del Getsemaní, lo que tú no puedes hacer, lo hace Dios” -dice.
OBRA SOCIAL ¿Y ALGO MÁS?
Hoy en día hay muchas asociaciones dedicadas a la obra social pero no todas son capaces de transmitir el evangelio. Mª Carmen tiene muy claro cuál es la manera en que se transmite el mensaje de salvación: “Se transmite con amor. Y cuando la persona necesitada ve que tú mismo tomas su carga como lo hizo Jesucristo”.
Mª Carmen también reconoce que siguiendo los pasos de Jesús, acaba siendo mayor el gozo que la frustración. “La comprensión y solidaridad ha implicado una renuncia a muchas cosas de nuestra vida pero, en cambio, ha producido unas vivencias especiales y unas experiencias inolvidables como por ejemplo, el ver que hoy día el evangelio sigue siendo eficaz y sigue cambiando vidas; la nuestra, ha sido una vida de milagros” –afirma.
25 ANIVERSARIO
“Por sus frutos los conoceréis” dijo Jesús, y por sus frutos los podréis conocer en el 25 Congreso Internacional de REMAR que se celebrará en el Pabellón La Vía, en Coslada (Madrid). Un congreso que combinará diferentes actividades en los días 7,8 y 9 de septiembre, en los que no faltará la predicación del evangelio por predicadores como Daniel del Vecchio, Norberto Carlini o el propio fundador y director de REMAR, Miguel Díez.
El viernes 7 tendrá lugar una campaña evangelística en el Recinto Ferial en la que habrá actuaciones, teatro, testimonios y predicación. Al día siguiente, el sábado 8 a las 19.00h comenzará el concierto solidario A.O.A (Adoración, Oración y Alabanza) que contará con las participaciones de los grupos Misión, Blest, Yuri Ortuño y Tabita. La recaudación de las entradas para el concierto se destinará a la ayuda social de REMAR en el tercer mundo.
Links de interés:
www.remar.org Vídeo promocional “
Remar Internacional”
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