Los protestantes hemos perdido influencia social por una filosofía pastoral errónea, dice Jaume Llenas

Hay dos clases de análisis sobre la razón por la que los cristianos abandonaron el lugar de trabajo como lugar para ejercer una influencia. El origen sería el efecto de la modernidad, con la secularización, el ateísmo funcional, el crecimiento del individualismo, el hedonismo, etc. Este conjunto de fenómenos en los que consistía la modernidad conspiraron para construir un muro entre lo sagrado y lo secular.

Se tiene generalmente la idea de una iglesia “retrocediendo ante el ataque de las fuerzas inexorables del secularismo”, debido a una desviación teológica del ministerio del anciano o pastor de la iglesia. “Dar soporte a los miembros de las iglesias en sus trabajos diarios no forma parte del modelo de iglesia que hemos recibido en los últimos años”, de forma que se les permita ver sus trabajos como un ministerio más.

TEOLOGÍA ERRÓNEA DEL PASTOR
Durante años se ha transmitido la creencia de que el trabajo del pastor era más importante que el trabajo secular, expone Llenas: “el pastor y el misionero hacen trabajo sagrado, los demás no. El trabajo en la iglesia es trabajo santo. Lo que se hace fuera no es trabajo santo”.

Por ello, el trabajo de los pastores ha consistido en implicar a los “laicos” en el ministerio de la iglesia local, en lugar de equipar a los laicos para el ministerio ejercido en el lugar en el que el Señor les ha puesto.

En la práctica, esto ha supuesto que mucho del trabajo pastoral ha sido apartar a la gente de otras ocupaciones y darles muchas ocupaciones en la iglesia. “La gente concebía su trabajo como algo que debía hacer, cuanto menos mejor, para poder dedicar tiempo a la iglesia”. Llenas recuerda que es cierto que servir en la iglesia local es una buena forma de agradar a Dios, “pero siempre que esto no sea a costa de perder nuestra influencia en el exterior”.

La consecuencia es que la mayoría de creyentes hoy no tiene amigos fuera de la iglesia, no tiene tiempo para relacionarse con familiares no creyentes, no tiene tiempo para pasarlo con compañeros del trabajo, porque pasan la mayor parte de su tiempo libre en el edificio de la Iglesia, lo que dificulta la influencia social de los evangélicos, y por lo tanto el testimonio y la predicación del Evangelio de una manera real y cercana.

MULTIMEDIA
Jaume Llenas está analizando el tema de “fe y trabajo” en una serie de artículos en Protestante Digital que pueden leer AQUÍ

También pueden escuchar una entrevista a Jaume Llenas sobre este tema AQUÍ (audio, 4 Mb)