Benny Hinn reniega (un poco) de la Prosperidad

“El evangelio de la prosperidad se ha llevado demasiado lejos”. Muchos cristianos podrían hacer esta frase suya sin que tuviera por qué ser noticia, pero si estas palabras han sido escuchadas de los labios del pastor Benny Hinn, la cosa cambia. Es más, el propio Hinn, al que se considera uno de los telepredicadores más ricos del mundo, admite que él mismo ha sido “culpable” de llevar esta doctrina demasiado lejos. Hinn hizo estas sorprendentes declaraciones en un vídeo que aún se puede ver en su página de Facebook, y que fue grabado con motivo del fallecimiento del predicador Billy Graham.

En esa grabación, a partir del minuto nueve aproximadamente, Hinn reflexiona sobre el evangelio de la prosperidad y, si bien afirma que es algo bíblico, luego admite que ni los profetas, ni los apóstoles, ni Jesús nunca tuvieron ni grandes coches, ni mansiones, “ni siquiera una bicicleta”. En este sentido, considera que con el paso de los años y según uno estudia la Biblia, aprende a ser “más equilibrado” en las opiniones. Según Hinn, el problema radica en que se pone el foco en los bienes materiales y no en Jesús. Así, el telepredicador resume que el evangelio de la prosperidad no es tener abundancia sino, realmente, no tener carencias.

Hinn también afirma que él no tiene ni cuarenta millones de dólares, y que “si los tuviera serían para el Reino”; ni viaja en avión privado, y llega a afirmar que muchos “no se creerían” en el tipo de hoteles en los que se aloja durante sus viajes. Esas palabras contrastan con la informaciones que cifran la riqueza de Hinn en 42 millones de dólares, las fotografías que circulan sobre sus distintas mansiones y las sospechas que han llevado a las autoridades estadounidenses a realizar diversas investigaciones sobre la honestidad de su ministerio.

SU SOBRINO DENUNCIÓ EL ESTILO DE VIDA DE LOS HINN

El ministerio de Benny Hinn siempre ha estado sujeto a fuerte crítica. El pasado setiembre fue uno de los propios sobrinos de Benny Hinn, Costi Hinn, actualmente pastor en una iglesia de California, el que denunció los excesos de la vida de su familia a través de la revista Christianity Today. Con sus propias palabras definía a los Hinn como una mezcla “de familia real y mafia” en la cuál “Jesucristo era más un genio mágico que el Rey de Reyes”.

Hoteles de lujo, viajes en jet privado, mansiones por vivienda, o grandes y lujosos vehículos formaban parte del día a día de una juventud ligada al “ministerio” de su tío. En este sistema, la crítica de otros pastores se consideraba persecución, la curaciones fallidas eran “falta de fe” del enfermo y el don para sanar sólo se podía utilizar en las cruzadas “donde la música creaba cierta atmósfera, el dinero cambiaba de manos, y la gente se acercaba a nosotros con la cantidad correcta de fe.”