Justicia social contra la trata

Desde el año 2007, cada 20 de febrero se celebra el Día Mundial de la Justicia Social, cuyo objetivo es especialmente promover a nivel nacional actividades concretas que se ajusten a los objetivos y las metas de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, apoyando la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.

Desde una perspectiva bíblica, no importa la raza ni el lugar de origen, todo ser humano posee un profundo sentimiento de justicia que llevamos desde que nacemos. Pese a que no todos valoramos hechos o acciones de una misma forma, es evidente que algo se remueve en nuestro interior cuando experimentamos o somos testigos de una injusticia.

ACCIÓN CONTRA LA TRATA

El tema de 2015 del Día Mundial de la Justicia Social es “poner fin a la trata de personas y al trabajo forzoso”, según explica la ONU en su página web.

“La celebración del Día Mundial de la Justicia Social debe apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos”, explica.

El organismo destaca cómo las víctimas más vulnerables de trata y explotación son “las mujeres y las niñas obligadas a ejercer la prostitución, los migrantes atrapados en la servidumbre por deudas y la explotación de los trabajadores agrícolas que mantienen en forma ilegal y les pagan poco o nada”.

INICIATIVAS EN EL ÁMBITO EVANGÉLICO

En España hay varias organizaciones cristianas enfocadas en la denuncia de la trata y la ayuda a personas que están sufriendo explotación sexual. Por ejemplo el “Proyecto Perla”, de la ONG Nueva Vida de Andalucía, tiene como misión la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual en Málaga, una de las ciudades de España más afectadas por esta lacra. “Queremos ofrecer dignidad a todas las implicadas en dichos ambientes y facilitar vías de salida a las mujeres que deseen dejar la prostitución”, nos contaba Virginia Guimaraes, voluntaria de la ONG.

En Madrid opera la ONG Fiet Gratia, la cual colabora en el “Proyecto Rescate”. La directora de la ONG Fiona Bellshaw nos explica que “sirve a las víctimas de tráfico humano y explotación, a niñas que tienen madres explotadas que no pueden cuidarlas, y a adolescentes que son rescatadas por la policía y son enviadas a nuestro centro, para una total restauración”.

En el ámbito de provocar un cambio legal está trabajando Esclavitud XXI, que estos últimos meses impulsa una petición para que el Gobierno legisle contra el consumo de prostitución, al comprobar la relación directa entre esta actividad y la trata de personas en todo el mundo.

MÁS ALLÁ DE ESPAÑA

La acción social evangélica llega asimismo a otros países. En relación a la trata, Alianza Solidaria y Esclavitud XXI está desarrollando un programa de concienciación en Colombia, siendo éste un país desde donde llegan muchas mujeres a España, víctimas del engaño de las redes de prostitución.

“La lucha contra la trata debe ser transnacional y contar con la cooperación de las entidades de ambos lados, debido a que el delito no conoce fronteras y las mafias trabajan de forma global”, decía Jaume Llenas, secretario general de la Alianza Evangélica Española, tras visitar colegios y universidades en Colombia el pasado verano para entregar materiales que sirven en la educación y prevención para evitar que los menores caigan en manos de estas redes criminales.