Un matrimonio pide al Gobierno asturiano que asuma la tutela de su hija de 13 años

Un matrimonio vecino del barrio gijonés de La Calzada ha solicitado a la Consejería de Asuntos Sociales del Principado que asuma la tutela de su hija adolescente de 13 años durante seis meses para reeducarla ya que, según la madre, no son capaces de controlarla.

El matrimonio formado por Mónica López, de 34 años, y Carlos Viña, de 41 años, solicitó legalmente hace más de un mes a los Servicios Sociales del Gobierno asturiano que internasen a su hija mayor en un centro de menores porque, según la madre, son incapaces de corregir su comportamiento, pese a que han probado de todo.

Al no obtener respuesta de la Consejería de Servicios Sociales, la madre decidió hacer público su caso. Este caso recuerda al de la polémica levantada en Asturias con la retirada de la custodia a los abuelos de un niño de 11 años que llegó a pesar 100 kilos.

SITUACIÓN LÍMITE
Según relató la madre, no se entiende que la Consejería se haya hecho cargo de un niño para que pierda peso y no responda a sus requerimientos.

La Fiscalía de Menores no tiene nada que hacer en este asunto ya que, según señaló la madre, su hija debería tener al menos 14 años y hasta que no cumpla esa edad el caso depende directamente de la administración regional.

La niña en cuestión, desaparece durante tres días, no va a casa ni a dormir y hace lo que quiere, además de tener un carácter violento.

AMENAZAS Y DENUNCIAS
Según esta gijonesa, la adolescente ha llegado a amenazar con un cuchillo a su tío, ha pegado a su tía y ha arañado a su padre.

La joven acumula también cuatro denuncias por robo, amenazas y agresiones, según la versión de la madre, que mantiene que su hija dejó de ir en diciembre al instituto.

FORMACIÓN PARA PADRES
Los padres han ido a cursos y terapias para tratar de reconducir el comportamiento y la agresividad de su hija, pero ninguna medida ni recomendación hecha dan resultado para educar a la adolescente, por lo que su objetivo es llegar a la medida extrema de internarla en un centro de menores.

Este matrimonio quiere evitar que su hija mayor sea un mal ejemplo para su hermana de 8 años y ésta pueda seguir el mismo camino.