La difícil tarea de ser ONG en Rusia

El pasado mes de octubre la justicia rusa decidió cerrar la entidad alegando que las actividades de esta organización eran de carácter extremista, una decisión que hace unos días ha ratificado la Corte Suprema de la Federación Rusa, a pesar de las críticas de diversas ONG internacionales.

La decisión judicial se ampara en una ley que entró en vigor hace un año en Rusia y que restringe la libertad de movimiento y expresión de las organizaciones locales e internacionales.

Para apoyar a la entidad rusa, la Liga de los Derechos de los Pueblos ha hecho público un comunicado que advierte que la sentencia judicial contra la Sociedad por la Amistad Ruso-Chechena debilita todavía más la vulnerable situación de los derechos humanos en toda la Federación Rusa y exigen la revocación inmediata de la sentencia contra la entidad rusa.

A estas peticiones al Gobierno de Vladimir Putin se sumaba hace unos días Amnistía Internacional.

UN CONFLICTO SILENCIADO
Como explican desde la Liga de los Derechos de los Pueblos, la decisión del Tribunal Supremo ruso de prohibir las actividades de la Sociedad por la Amistad Ruso-Chechena es un duro revés a la defensa de los derechos humanos en Rusia y, sobre todo, en Chechenia.

Además, con esta situación se observa la pasividad con la que actúan las autoridades rusas, así como intención de silenciar el conflicto del norte del Cáucaso, que sigue activo doce años después de su inicio.