Päivi Räsänen vuelve al banquillo

Päivi Räsänen, la exministra del Interior finlandesa con firmes convicciones cristianas, ya ha marcado en su calendario la fecha en la que comparecerá ante el Tribunal Supremo finlandés: el 30 de octubre de 2025.

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Su caso ha tenido repercusión internacional desde que la policía comenzó a investigarla en 2019, cuando publicó un texto de la Carta a los Romanos del Nuevo Testamento en sus redes sociales para expresar su desacuerdo con el apoyo de la Iglesia Luterana oficial (de la que es miembro) a los eventos del Orgullo LGTBI.

Tras varios interrogatorios policiales y una acusación formal por parte del fiscal general, Päivi Räsänen ganó en los tribunales el derecho a expresar sus opiniones sobre la ética sexual desde su perspectiva bíblica en dos instancias: el Tribunal de Distrito de Helsinki en marzo de 2022 y, posteriormente, el Tribunal de Apelación de Helsinki en noviembre de 2023.

Aunque seis jueces (tres en cada tribunal) desestimaron la acusación de que Päivi Räsänen expresara odio contra la comunidad homosexual, la fiscalía decidió apelar la sentencia ante el tribunal más alto posible, el Tribunal Supremo, que ya ha fijado una fecha para la vista.

La experimentada doctora y política cristiana ha expresado en repetidas ocasiones, incluso en Protestante Digital y Evangelical Focus, su tranquilidad y su conciencia tranquila ante un juicio que espera que siente un «fuerte precedente» que proteja la libertad religiosa y la libertad de expresión en Finlandia en el futuro.

Toda la información publicada por Protestante Digital sobre este caso en los últimos años se puede encontrar aquí.

Päivi Räsänen respondió en una columna publicada por la revista Uusi Tie en Finlandia en julio a la pregunta de si abandonaría la Iglesia Luterana del país.

“Me alegro por las comunidades de adoración de los movimientos revivalistas comprometidos con las enseñanzas de la Biblia, algunas de las cuales aún pueden operar dentro de la iglesia”, escribió. “Pero me preocupan especialmente los jóvenes que ahora buscan a Jesús al margen de la Iglesia y que se están alejando de los sólidos cimientos de la palabra de Dios. Necesitan algo mejor”.

Más concretamente, añadió: “La decisión de abandonar la iglesia no es fácil para mí. La iglesia nacional tiene una rica historia de renacimiento, miles de millones en activos, hermosos edificios eclesiásticos, 19.000 empleados y la oportunidad de llegar a grandes multitudes. ¿Es realmente suficiente que se siga leyendo el Padrenuestro en una iglesia que ha caído en el orgullo? ¿Podría la iglesia ser como el hijo pródigo, que, después de malgastar su herencia, se arrepiente y regresa para renovarse? ¿O necesitamos una nueva comunidad que realmente continúe con la iglesia confesional que nuestra iglesia nacional ha perdido? Oro por sabiduría y por el momento adecuado para mi propia decisión”.