El proceso de cambio a nivel político que parece atravesar la región del África occidental, especialmente en el Sahel, parece generar distintas opiniones entre la población de cada país afectado. Y es que para muchos no parece importar demasiado el hecho de que ese proceso de cambio este siendo impulsado por las cúpulas militares a través de golpes de Estado. 

[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]

Es el caso del último país afectado por la oleada de insurrecciones militares, Gabón, que el pasado 30 de agosto vio como era depuesto su presidente electo desde 2009, Ali Bongo. “Hay un sentimiento generalizado de esperanza, alivio y gratitud hacia los militares”, explican a Protestante Digital un matrimonio de líderes evangélicos afincados en el país. “En los días inmediatamente posteriores al golpe, no era raro ver a gente ofreciendo dinero y regalos a los militares que patrullaban las calles, o a ciudadanos proponiendo pagar sus vicios en las tiendas. El comentario más común es que ‘gracias a Dios, [el golpe] ha ocurrido sin derramamiento de sangre’. En una palabra, el golpe ha restaurado la imagen de los militares a los ojos de la población y ha dado esperanzas de un futuro mejor”, añaden.

Y es que, la familia Bongo era cuestionada en Gabón por su prácticamente omnipresencia en el gobierno durante la historia política desde la independencia, en 1960. Primero con el padre, Omar, que gobernó el país entre 1967 y 2009. Luego con Ali, el hijo, que ha acabado siendo derrocado por el jefe de su propia guardia, Brice Oligui Nguema, un militar que ya ha jurado el cargo de presidente interino en el marco de una celebración pomposa. De hecho, en 2019 Bongo ya sufrió un intento de golpe de Estado fallido.

¿Cómo explicar un golpe de Estado?

En el caso de Gabón, el golpe militar se debe a varios factores, según dice el matrimonio de líderes evangélicos autóctonos a los que ha contactado este medio, y que prefieren mantener su anonimato por razones de seguridad. “Gabón estaba en su punto más bajo social, económica y políticamente. Alto desempleo, descontento creciente contra los Bongo, sobre todo con un Jefe de Estado disminuido que ya no podía gobernar tras el derrame cerebral que sufrió en 2018. El poder lo ostentaban sus allegados, en particular la primera dama, Sylvia Bongo, y su hijo, Nourredin Bongo Valentin, y sus “equipos”, en su mayoría extranjeros, tomándose decisiones muy impopulares como la despenalización de la homosexualidad”, señalan.

Además, también apuntan a lo que consideran “actos de provocación y desprecio de la familia Bongo contra los militares”, que “también han contribuido al enfado dentro del ejército”, según dicen. “Según fuentes, Nourredin Bongo había faltado al respeto al jefe de la Guardia Republicana, el general Oligui Nguema”, remarcan.

Lo llamativo, quizá, del golpe de Estado en Gabón es que se produjo apenas cuatro días después de que Bongo ganase sus terceras elecciones presidenciales, el pasado 26 de agosto. Esto, señalan, también ha sido otra motivación para los militares. “La pésima organización de las elecciones a tres bandas ha sido otro factor. De hecho, las elecciones locales, legislativas y presidenciales se celebraron el mismo día 26 de agosto, con el extraño ‘invento’ de la papeleta única que combinaba al presidente de la República y al diputado del antiguo partido en el poder”, subrayan.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]

El hecho religioso en el golpe gabonés

Oligui Nguema acaba de pedirle al arzobispo de Libreville, Jean-Patrick Iba, que dirija la Conferencia Nacional para la transición, por lo que parece que al menos la Iglesia Católica en el país tendrá un papel destacado en el proceso de gobierno de los militares. Pero para otras confesiones, la situación parece distinta.

“Se ha suspendido temporalmente el reconocimiento legal de las asociaciones y organizaciones religiosas, con el fin de realizar un censo de las que cumplen los criterios del gobierno”, explica el matrimonio de líderes evangélicos gaboneses consultado por esta revista. “Las organizaciones religiosas deben presentar una lista de documentos, incluidas las cualificaciones de los líderes, los estatutos y los reglamentos, entre otros documentos. En otras palabras, la limitación de la libertad religiosa ya ha comenzado”, subrayan.

No obstante, también matizan que “esta decisión llega después de varios escándalos protagonizados por líderes de comunidades religiosas”. “Los cristianos en general dan gracias a Dios por esta ‘gran liberación’. Las iglesias han organizado cultos especiales para alabar al Señor y comprometer a la nueva pareja presidencial y al gobierno. Con motivo de sus primeros cien días en el cargo, varias iglesias están convocando cultos en todo el país para dar gracias al Señor por los nuevos dirigentes. Pero también se observa prudencia entre los cristianos, pues no saben cómo de bien irán todas las reformas”, explican estos líderes evangélicos autóctonos acerca del mandato de Oligui Nguema, abiertamente católico.

Similitudes con otros golpes de Estado

Es inevitable que el caso de Gabón recuerde a otros golpes de Estado ocurridos recientemente en el continente africano. Y es que, aunque las realidades de cada país son peculiares, existen elementos similares. “Los líderes de los diversos golpes de Estado que se han producido recientemente en la región se han formado juntos en las mismas academias militares. Es probable que se hayan influido mutuamente, pero no se puede asegurar nada”, considera el matrimonio de líderes evangélicos gaboneses. “Una cosa es cierta: hay una ola de ‘despertar’ entre los dirigentes más jóvenes del continente, en particular de los países francófonos, que ven y analizan la actualidad internacional bajo una nueva luz”, añaden.

Un mirada retrospectiva

Para valorar el efecto de otro caso reciente de golpe de Estado en el continente, Protestante Digital se ha puesto en contacto con Tamba Alexis Kondiano, cofundador de la plataforma de facebook ‘Chrétiens de Guinée’, creada durante la pandemia en Guinea-Conakry con el objetivo de “promover el evangelio de la Palabra de Dios”. Precisamente, los guineanos también vivieron una insurrección militar contra el gobierno en septiembre de 2021. 

Repasando algunas de las causas, Kondiano repite los argumentos del matrimonio de líderes evangélicos en Gabón. “El bajísimo nivel de vida de las poblaciones, en pobreza extrema, la injerencia de Francia en la gestión de sus antiguas colonias, la aceptación de los golpes por parte de las organizaciones internacionales y la inseguridad en el Sahel marcada por el terrorismo”, menciona como algunos de los motivos sopesados por los militares para tomar el control del gobierno.

No obstante, Kondiano distingue también entre causas particulares en cada país. Por ejemplo, en Mali, Burkina Faso y Níger habla de “terrorismo, pobreza extrema y la injerencia de ciertos países occidentales”. En Guinea y Gabón, coincide la “mala gobernanza”, opina. “Y en general la pobreza”, reitera.

Sobre la diversidad de percepciones, Kondiano puntualiza que depende desde donde se mire. “Para los panafricanistas, la población se siente orgullosa. Para los prodemócratas, un golpe de Estado debilita a un país a todos los niveles porque la política la dirige y gestiona una minoría. El ejército suele cometer abusos y aterrorizar a la población”, señala. 

“A nivel democrático, es una minoría la que dirige el país y esta minoría no es la representación de toda la población”, dice. Por otro lado, considera, “el ejército defiende los intereses de la nación y no los de una comunidad. En el ejército no hay problemas religiosos”, agrega. “En el caso de Guinea”, recuerda Kondiano, “la situación es estable porque todas las comunidades religiosas están representadas”. Según Kondiano, también se destaca “una gran representación de cristianos” en la estructura administrativa de la transición y “el nombramiento de algunos pastores” en cargos gubernamentales.

[analysis][title]¡Por un año más![/title][text]Te invitamos a contribuir para que Protestante Digital siga existiendo libre, gratuito e independiente.

Encuentra toda la información en apoya.protestantedigital.com

[/text][/analysis]