Más de 300 personas participaron en una concentración de oración en las calles de Roma. El “Agape” (día anual de la iglesia) de las Iglesias Evangélicas Bautistas Reformadas en Italia (CERBI) se llevó a cabo el 25 de abril.

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Este año el encuentro tuvo lugar en Roma y constaba de dos partes: el culto de la mañana (en el Cinema Adriano, uno de los cines históricos de la ciudad) y la reunión de oración de la tarde.

Participaron más de 300 personas de toda Italia, no solo de las iglesias CERBI, sino también con representantes de otras iglesias evangélicas. El encuentro tuvo lugar justo en las calles del área de Roma donde está a punto de iniciarse un nuevo trabajo de plantación de iglesias.

Durante el servicio de la mañana, además de los cantos de alabanza, las iglesias presentes pudieron compartir sobre su ministerio en la actualidad.

Algunas iglesias hablaron sobre las dificultades vividas durante y después de la pandemia. Todas las iglesias expresaron su “confianza en la fidelidad de Dios para completar el trabajo que comenzó” a pesar de los desafíos generalizados.

[photo_footer]Las iglesias impulsan el movimiento de plantación de nuevas congregaciones.[/photo_footer]

Primera parada: La Corte Suprema

La reunión de oración tuvo lugar por la tarde, después de un almuerzo al aire libre. La primera parada fue frente a la Corte Suprema.

Allí, los participantes oraron “por justicia en los tribunales, sin dobles raseros y sin corrupción; por los jueces, abogados y profesionales del derecho; por la reforma del sistema de justicia de acuerdo con las normas bíblicas de equidad y responsabilidad; por los creyentes llamados en la administración de justicia a ser portadores de una cultura de justicia reformada por la Palabra de Dios; y por la ley de libertad religiosa, esperada desde hace décadas”, dijeron los organizadores.

[photo_footer]La marcha realizó tres paradas en lugares emblemáticos de la ciudad.[/photo_footer]

Segunda parada: la televisión nacional italiana

La segunda parada fue frente a la sede de la RAI, el medio de comunicación más importante en Italia que “entra todos los días en la casa de los italianos, informando, entreteniendo y formando la mente de las personas. Es la voz principal de la cultura italiana: una mezcla de sometimiento a la religión católica y transgresión secularizada”, explicó Liberato Vitale, administrador del Instituto de Cultura Evangélica (ICED) en Roma y diácono de la iglesia evangélica Breccia di Roma San Paolo.

Allí oraron “por una reforma de la RAI inspirada en el pluralismo cultural, alejada del confesionalismo religioso y de las ideologías secularizadas; por un verdadero pluralismo informativo que reconozca a las minorías (incluida la evangélica) y cree espacios adecuados para todos; por las vocaciones cristianas en el campo del periodismo, la información, el cine, el espectáculo, etc. para que también en estos ámbitos se promueva una cosmovisión bíblica; por una oportunidad para que los evangélicos tengan voz en los debates actuales”.

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Tercera parada: zona del Vaticano

La tercera y última parada de oración fue en los Jardines de Castel Sant'Angelo, donde “la presencia del catolicismo romano tiene su centro institucional y simbólico. Solo el Evangelio de Jesucristo puede cambiar este sistema religioso consolidado”, señaló Vitale.

Allí “oramos por un tiempo de reforma según el evangelio, por conversiones a Cristo entre los que allí viven; para el fortalecimiento de la presencia evangélica allí, profesando a Cristo solo que salva solo por gracia solo mediante la fe solo sobre la base de la Escritura solo para la gloria de Dios”.

Plantación de iglesias en Roma

También oraron por “el grupo central de plantación de iglesias que comenzará a tener servicios públicos en septiembre, si Dios quiere. Proféticamente la nueva iglesia tendrá que predicar la verdad del evangelio contra las mentiras de una religión falsa y las narrativas idólatras seculares”.

“Como comunidad sacerdotal, la iglesia debe estar cerca de las necesidades de las vidas rotas, quizás de las personas ricas pero rotas. Desde un punto de vista real, la iglesia deberá dar testimonio del orden de Dios y de su plan para el florecimiento de la vida en todos sus aspectos”, concluyó Vitale.