Fuertes enfrentamientos entre policía y manifestantes, que dejan al menos 24 personas muertas, bloqueos en vías, destrucción en infraestructura pública y privada, desabastecimiento de alimentos y combustibles en varias ciudades, es el saldo de siete días de protestas en Colombia.

Ni el retiro de la polémica reforma fiscal, ni la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, apaciguaron las manifestaciones, que la policía ha reprimido, según defensores de derechos humanos y organismos internacionales, incluso con excesos y abusos.

Los pedidos de negociación, que llegaron desde diferentes sectores, fueron respondidos por el presidente Duque, quien al rechazar los actos vandálicos que se han presentado en las protestas, aseguró que continuará combatiendo a los violentos con todas las herramientas que le da la Constitución. Asimismo anunció la apertura de un diálogo nacional con la ciudadanía.

“Si somos iguales ante Dios, somos iguales ante el Estado”

En medio de este convulso panorama las iglesias evangélicas colombianas han hecho llamados a la paz, a la reconciliación y, por supuesto, han convocado a la oración. Iglesias como Casa sobre la Roca en Bogotá consideran que debe haber un diálogo franco y directo, sin insultos y sin violencia.

En un comunicado emitido este miércoles el pastor principal de Casa sobre la Roca, el también periodista Darío Silva Silva, dijo que “las manifestaciones de los días actuales muestran variadas insatisfacciones y plantean problemas que deben ser enfrentados con decisión y sabiduría”.

La congregación cristiana, que agrupa a miles de creyentes e incluso a colombianos destacados en diferentes ámbitos del engramado social, señala que respeta el sagrado derecho a la protesta pacífica y celebra el anuncio del presidente Iván Duque de abrir un diálogo. “Si somos iguales ante Dios, somos iguales ante el Estado”, agrega el comunicado.

El pastor Silva pidió al mandatario que todas las voces sean escuchadas. También requirió a los feligreses para que se abstengan de actos de violencia o intolerancia y seguir los protocolos de bioseguridad en caso de asistir a las manifestaciones.

En un tono conciliador se expresó también la ONG World Vision Colombia, que cuenta con más de 43 años de trabajo en el país, emitió un comunicado en el que instó a las autoridades y comunidades “a eliminar la violencia en cualquier escenario de convivencia o movilización social”.

“La violencia no puede seguir siendo normalizada ni aceptada en ningún contexto social, especialmente en aquellos donde la niñez, la adolescencia o la juventud sean directamente afectadas (…) Enfatizamos la importancia de brindar a protección y seguridad para el personal humanitario, que atiende a las comunidades más vulnerables”, expresa la ONG cristiana, que concluye con un lamado “a las autoridades nacionales y a los convocantes de las movilizaciones a sentarse en una mesa de diálogo, garantizando los principios del Estado Social de Derecho para que el ejercicio de la expresión de las inconformidades sea gestionado dentro de un marco de respeto, reconocimiento y protección de la dignidad que salvaguarden la ciudadanía y la democracia”.

Más reacciones

Otra perspectiva es la que ofrece desde Cartagena el pastor Miguel Arrázola, que relató a Evangélico Digital este miércoles como “desde anoche se preveía un ataque contra las instalaciones de nuestra iglesia. Estuvieron cerca ayer y hoy estuve protegiendo todo el día la iglesia de posibles ataques… Mañana iremos con los jóvenes a reparar todos los destrozos hechos por los vándalos”.

Arrázola agregó que “la situación aquí ha escalado no solo en calles. Se vive terrorismo puro, también en redes sociales creando miles cuentas falsas en estos días para inundar las redes y saturarlas de mentiras y convencer al mundo de las supuestas masacres del gobierno y policía, tal cosa no existe”.

El pastor cartagenero asegura que “los vándalos se hacen la víctima de un supuesto gobierno tirano, pero ellos mismos son los que están destruyendo endemoniadamente este país. Todos estamos en la mira, pastores, curas, monjas, iglesias cristianas o católicas, policías, militares, políticos, empresarios. Por eso nadie pone oposición o se atreve a señalar el origen y si lo hacen, es muy tímidamente por temor a las represalias”.

Una oración por la paz

Los cristianos en la ciudad de Cartagena también salieron a las calles, pero a orar por su país. El emblemático monumento a la India Catalina en el centro histórico de esta ciudad fue el punto de concentración. Los asistentes portando símbolos patrios tuvieron un momento de clamor a Dios.

“En un acto de humildad, levantemos las manos al cielo y digamos: Señor Jesús, ten misericordia de Colombia; Señor Jesús, no más sangre derramada. Te necesitamos, tú eres justo y fiel...” fue la petición que se escuchó al unísono dirigida por el joven Alexander Carrrascal, creador del personaje Dr. Alexito un gestor de felicidad.

En Cartagena las multitudinarias protestas han generado severo congestionamiento vial y enfrentamientos con las autoridades. Varias estaciones de policía y locales comerciales han sido destruidos y saqueados.

Convocatorias de oración

Desde que se desató la crisis social motivada por un proyecto de reforma tributaria que el gobierno del presidente Iván Duque presentó ante el Congreso, los cristianos han estado activos en oración y servicio comunitario.

El concilio de las Asambleas de Dios en Colombia convocó a todas sus congregaciones afiliadas a una jornada de tres días de ayuno y oración a propósito de la delicada situación de alteración del orden público que se vive en el país.

También la periodista Cartagenera Mary Rivas, puso a disposición de sus colegas y hermanos cristianos un grupo de oración a través de Facebook llamado “X Colombia 3 minutos”.

Evangélico Digital intentó entrevistar al analista político y exsenador de la República, Carlos Alonso Lucio, pero al momento de publicación de esta nota respondió; “estoy sin buen internet, sitiado en una población, sin poder moverme. Los bloqueos nos tienen con desabastecimiento de alimentos y gasolina”.

Colaboró en la redacción de esta nota el periodista colombiano Ronald Rodríguez.