Dinamarca es el primer país de Europa en adoptar plenamente un pasaporte Covid-19, conocido en el país nórdico como ‘coronapas’. La población tiene que mostrarlo para acceder a restaurantes, peluquerías, zoológicos, cines y estadios deportivos.

Un certificado digital en una aplicación móvil vinculada al sistema nacional de salud confirma que la persona ha sido vacunada contra la Covid-19, que ha dado negativo en las últimas 72 horas o que se ha infectado en algún momento de los tres meses anteriores (y que, por tanto, ha producido anticuerpos).

La primera ministra Mette Frederiksen ha señalado que la iniciativa ayudará a abrir gradualmente la economía. Dinamarca tiene las cifras más bajas de contagios en Europa y ha podido evitar la temida ‘tercera ola’ que ha provocado más restricciones en otras partes del continente.

Una quinta parte de los 5,8 millones de habitantes ha recibido la vacuna en este momento y el gobierno dice que a finales del verano se le habrá ofrecido la vacuna a toda la población. Las autoridades también están alentando a los ciudadanos a hacer pruebas gratuitas de Covid-19 dos veces por semana.

El personal de las empresas tendrá que comprobar estos certificados digitales antes de dejar entrar a los clientes, han informado las agencias de noticias nacionales. Las multas en caso de infracción de la nueva normativa van desde los 330 € para particulares hasta los 6.000 € para empresas.

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Según la BBC, 40.000 personas han firmado una petición contra los ‘coronapas’, argumentando que la medida no es ética y que causa divisiones en la sociedad. Pero una encuesta concluye que dos de cada tres daneses apoyan el pasaporte Covid-19.

La visión de las iglesias evangélicas

Evangelical Focus ha consultado a la Alianza Evangélica de Dinamarca sobre cómo podría afectar el ‘coronapas’ a la vida de las iglesias en el país.

“La introducción de un pasaporte de vacunación probablemente no tendrá consecuencias negativas para los lugares de culto en Dinamarca”, dice Thomas B. Mikkelsen, presidente de la entidad. Por ahora, “nadie tiene ha tenido que demostrar su estado de vacunación contra el coronavirus antes de entrar a un culto religioso”.

El culto público continúa con “muchas restricciones, pero razonables”, dice Mikkelsen. La libertad de religión está garantizada en la constitución, “y desde mi punto de vista, este también ha sido el caso durante la pandemia”. “De hecho, han habido algunas exenciones para las iglesias debido a la libertad religiosa”, añade.

Las nuevas medidas “no han dado lugar a un debate considerable entre los líderes de la iglesia”, agrega. “Personalmente, no me preocupan demasiado estas nuevas medidas ya que las veo como un instrumento temporal para avanzar hacia una sociedad plenamente abierta”, dice.

¿Un ejemplo a ser seguido por el resto de Europa?

Se espera que otros países europeos sigan el ejemplo de Dinamarca en los próximos meses.

Por ejemplo, en el Reino Unido, los planes para implementar un pasaporte interno similar han sido fuertemente criticados por decenas de parlamentarios. Además, más de mil líderes de iglesias han escrito una carta al Primer Ministro, Boris Johnson, advirtiendo que “se oponen totalmente” a que el acceso a las iglesias pudiera limitarse con un pasaporte de vacunación porque seleccionar quién puede acceder a una iglesia y quién no sería “una traición al evangelio”.

Mientras tanto, la Unión Europea está preparando el “certificado verde”, un certificado digital que permitiría a los ciudadanos de los 27 viajar a otros países del bloque. Se espera que el plan se confirme en junio.

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Libertad religiosa en Dinamarca

A pesar de que Dinamarca no ha limitado el trabajo de las comunidades cristianas durante la pandemia, ha habido otras formas en las que los grupos religiosos han estado “bajo presión en los últimos años”, subraya Thomas B. Mikkelsen. El parlamento danés discutió hace dos meses una ley que haría obligatoria la traducción de todos los sermones no daneses al idioma nacional. Se ha dicho que el objetivo es controlar mejor las enseñanzas de los islamistas radicales.

Además, en las próximas semanas, “se someterá a votación en el parlamento una propuesta para prohibir la circuncisión masculina por razones no médicas”. La ley “probablemente no se aprobará ahora, ya que la gran mayoría de los parlamentarios están en contra”, dice Mikkelsen. Sin embargo, podría aprobarse en el futuro, cree el líder evangélico, porque “la mayoría de la población danesa (alrededor del 70%) apoya esta prohibición”.

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