La iglesia evangélica bombardeada en Sri Lanka: “Perdonamos porque creemos en Jesucristo”

El domingo de Pascua, varios terroristas suicidas mataron e hirieron a cientos de personas en iglesias y hoteles de lujo en todo Sri Lanka.

Una de las iglesias atacadas fue la Iglesia Evangélica Sión de Batticaloa, donde murieron 14 niños (7 niñas y 7 niños) y 12 adultos, mientras que alrededor de 130 fueron atendidos en el Hospital. Siete aún se encuentran en estado crítico.

El segundo hijo del pastor Ganeshamoorthy Kumaran se encontraba entre los niños que murieron en la explosión.

PERDÓN

“Estamos heridos. También estamos enojados, pero aún así, como el pastor principal de la iglesia, junto a toda la congregación y todas las familias afectadas, le decimos al terrorista suicida, y también al grupo que envió al terrorista suicida, que lo amamos y perdonamos. Escucha: no importa lo que nos hayas hecho, te amamos, porque creemos en el Señor Jesucristo”, dijo Roshan Mahesen, pastor principal de la Iglesia de Sión, en una entrevista.

El pastor principal de la iglesia Sión, en un mensaje tras los ataques. / FB Zion Batticaloa

Mahesen señaló que “Jesucristo en la cruz dijo que el Padre los perdona porque no saben lo que están haciendo. También nosotros, que seguimos los pasos de Jesucristo, le pedimos al Señor que perdone a estas personas”.

“CONTINUAREMOS CON LA MISIÓN QUE EL SEÑOR NOS HA DADO”

"Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a cada iglesia en todo el mundo, a cada creyente, a cada persona conocida y desconocida para mí que me ha contactado, llamándome, enviándome mensajes de condolencias y palabras de aliento", agregó.

El pastor enfatizó que "permanecerán y continuarán lo que el Señor ha propuesto en nuestra vida, estamos listos y continuaremos cumpliendo la misión que el Señor nos ha dado”.

EL OBJETIVO INICIAL ERA UN TEMPLO CATÓLICO

El ataque ocurrió alrededor de las 9 am, hora local, justo cuando estaba a punto de comenzar el servicio de adoración del domingo de Pascua. La iglesia de Sión se encuentra en Batticaloa, la ciudad más importante de la provincia oriental de Sri Lanka, el único lugar fuera de la capital que fue atacado.

Según los residentes, un hombre sospechoso fue primero a la catedral católica de Santa María y preguntó sobre la misa allí, pero le dijeron que había comenzado antes de lo habitual.

Fue entonces cuando el sospechoso se dirigió a la iglesia evangélica de Sión, a unos 50 metros de camino, y le preguntó al pastor Kumaran “detalles sobre la iglesia”.

“Lo invité a la iglesia, ya que pensé que era como las muchas personas nuevas que vienen a nuestra iglesia. Así que no tenía dudas ni sospechas sobre él”, dijo el pastor local Kumaran.

Un servicio de la iglesia Sión. / FB Zion Batticaloa

El pastor Kumaran luego se fue con su esposa y su hija menor para un servicio en otra iglesia, y el sospechoso continuó caminando solo alrededor de la iglesia, llevando una mochila grande.

Uno de los asistentes notó que algo no iba bien y le preguntó al sospechoso sobre la mochila. El hombre afirmó que llevaba una cámara de video para filmar el servicio, pero el miembro de la iglesia le informó que necesitaba un permiso y lo obligó a irse.

Al no poder entrar a la iglesia, el hombre detonó la bomba y se hizo estallar justo afuera de la iglesia, cuando los niños estaban desayunando en la escuela dominical.

El hombre que sospechó del terrorista también murió, pero con su acción evitó una tragedia más grande dentro de la iglesia, donde 500 personas esperaban a que comenzara el servicio.