Un grupo bíblico para reforzar la presencia de los universitarios cristianos en Guinea Ecuatorial

Con apenas 23 años de vida, la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) ha cogido con rapidez el ritmo de competitividad del mundo académico. Formación en inglés, cursos de verano y una aula virtual, son algunas de las ofertas que se anuncian en su página web como éxitos conquistados. En parte, existen motivos para presumir. La progresión de la UNGE ha sido veloz. 

Si entre el curso de 1995 y 2003 la universidad ecuatoguineana registró 5.640 matriculaciones, entre 2004 y 2015 se alcanzaron las 8.000, es decir, un 17% más. Una tendencia que, por ende, ha provocado un aumento en la cantidad de alumnos egresados, pasando de 505 en los primeros ocho años de existencia de la UNGE, a 715 en los siguientes once cursos.

La institución académica también se ha internacionalizado, con acuerdos como el bilateral con Cuba para poner en marcha la Facultad de Ciencias de la Salud, una de las más cotizadas en la actualidad por los estudiantes ecuatoguineanos. China es, sin embargo, el país que más espacio acapara en el proyecto educativo superior de Guinea Ecuatorial. 

El patrocinio de actividades culturales, como una exposición con elementos de diferentes etnias autóctonas, cursos para aprender chino básico, e incluso la creación del Instituto Confucio de la UNGE, evidencian la expansión que durante los últimos años ha experimentado el gigante asiático en el país, que también mantiene una relación económica muy activa con Guinea Ecuatorial, siendo el segundo destino principal de las exportaciones nacionales y el tercer mayor proveedor en materia de importaciones, según el Observatorio de la Complejidad Económica. 

Aida Banyuls, en el centro, será la responsable de poner en marcha los grupos bíblicos universitarios en Guinea Ecuatorial. / GBU

“EL ÚNICO PAÍS EN EL CONTINENTE SIN MOVIMIENTO ESTUDIANTIL”

En este escenario, la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos (IFES, por sus siglas en inglés) ha propuesto a los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU) en España comenzar un movimiento estudiantil en Guinea Ecuatorial. El proyecto, en el que también participa la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE) y que ya se ha comenzado a desarrollar, implica enviar a una persona este 2019 con el objetivo de crear una estructura para los estudiantes cristianos en el país. 

“Durante el año que estaré en Guinea Ecuatorial voy a trabajar con estudiantes universitarios transmitiéndoles la visión de compartir el evangelio en la universidad, preparando encuentros semanales, acompañando a los líderes del grupo bíblico y compartiendo material y literatura”, explica Aida Banyuls, la persona responsable de llevar a cabo la iniciativa en suelo africano. “También estaré visitando iglesias que puedan ayudar a establecer el movimiento estudiantil, primeramente en Malabo pero con el objetivo de llegar también al continente, a Bata. Por otro lado, estaré apoyando en el colegio El Buen Pastor y en la iglesia bautista de Malabo junto a los misioneros de la UEBE en el país”, añade. 

Graduada en magisterio, Banyuls conoce bien Guinea Ecuatorial, ya que pasó ocho años de su infancia en el país y también realizó allí una parte de sus prácticas profesionales. “Hace un año, estuve dos meses en el colegio El Buen Pastor, en Malabo. Durante mi estancia ahí pasé mucho tiempo con estudiantes universitarios cristianos y siempre sentía que tenía que compartir de mi experiencia en GBU con ellos porque seguro que sería un impacto si existiera en Guinea, que es el único país en el continente africano sin movimiento estudiantil”, señala.

LA UNIVERSIDAD, EPICENTRO DE INFLUENCIAS

La internacionalización y la modernización se viven de manera más rápida en la universidad. Aunque controlada de cerca por el gobierno ecuatoguineano, la UNGE se ha convertido inevitablemente en un espacio de reflexión y de generación de influencias. Así, por ejemplo, una de las actividades ofrecidas por el Instituto Confucio en su programa para el segundo semestre del curso 2015/2016 era el Tai Chi.

“La Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial es relativamente joven y son aquellos que entran a estudiar o viajan los que descubren otras cosmovisiones diferentes a las que defienden sus tradiciones animistas, como el consumismo, el humanismo, el hinduismo o el islam”, remarca Banyuls. “Por eso veo la urgencia de que lo estudiantes cristianos tengan presencia y estén dando la oportunidad de escuchar de Jesús y responder al evangelio”. 

Banyuls conoce bien Guinea Ecuatorial, ya que pasó allí ocho años de su infancia y realizó parte de sus prácticas universitarias. / GBU

El proyecto se plantea desde una visión de formación, más que de intervención, como una iniciativa imposible sin la implicación de los estudiantes autóctonos. “Nuestro objetivo principal es formar un equipo de estudiantes que compartan la visión de iniciar el movimiento estudiantil de GBU en Guinea Ecuatorial. La obra estudiantil se consigue con estudiantes, por eso es imprescindible contar con líderes que puedan transmitir esta visión a los nuevos alumnos y las siguientes generaciones, y que trabajen con ellos en el campo universitario”, manifiesta la responsable de la iniciativa.

UN PROYECTO DE VISIÓN Y VOLUNTAD, Y CON NECESIDADES

Además de la visión de IFES y GBU, de reconocer el espacio no cubierto en Guinea Ecuatorial, la oración es otra de las bases que han movido esta “obra pionera”, como la califica Banyuls. “Tengo seguridad en que es el llamado que Dios tiene para mí en este momento de mi vida, aunque no ha sido fácil llegar a esta conclusión. Es el resultado de  varios meses orando”, dice. “Formar parte de GBU durante mis estudios me ayudó porque se fortaleció mi relación con Dios, aprendí a compartir de Jesús con mis compañeros de forma natural y descubrí dones con los que servirle también en mi iglesia. Deseo lo mismo para los estudiantes ecuatoguineanos”, manifiesta. “Espero que muchos estudiantes lleguen a Cristo por el testimonio de universitarios creyentes y valientes que deciden seguir a Dios en todas las áreas de su vida, incluso en los estudios”. 

Ahora, el proyecto se encuentra en fase de presentación en iglesias y ministerios de España. “De la misma forma que a lo largo de la Biblia vemos cómo Dios nunca trabaja sólo, sino en equipo, pienso que es bíblico formar un equipo de oración y de apoyo. Los meses previos al viaje estoy visitando iglesias y contactando con personas para ser parte de este equipo”, remarca la joven maestra.

Puedes saber más detalles sobre el proyecto en la web de GBU y también comenzar a colaborar aquí.