Andrew Brunson, a la espera de la decisión del tribunal

Nuevo capítulo del recorrido judicial que comenzó hace dos años para el pastor estadounidense Andrew Brunson en Turquía. En octubre de 2016 fue encarcelado bajo la acusación de terrorismo y espionaje, y de tener vínculos con el Movimiento de Fetullah Gülen y el PKK, dos organizaciones consideradas como terroristas por el gobierno turco, y con el golpe de Estado fallido contra el presidente Erdogan. 

Desde entonces, ha pasado por tres audiencias judiciales para declara por los cargos que se le imputan. Audiencias que, lejos de resolver su situación, han acabado con su regreso a prisión. Desde finales de julio, un fallo judicial de la Segunda Corte Criminal de Izmir, en el que se hacía referencia a sus problemas de salud, lo envió de vuelta a casa bajo arresto domiciliario y con un localizador electrónico permanente. 

En la próxima audiencia, que se celebra este viernes, Brunson comparecerá por la acusación de espionaje, según Middle East Concern. El portal de noticias también ha publicado que desde el 2 de octubre, el caso del pastor estadounidense se encuentra en la Corte Constitucional, después de que su abogado, Ismail Cem Halavurt, lo haya presentado ante la institución judicial. 

PETICIÓN DE ORACIÓN POR PARTE DE LOS CREYENTES EN TURQUÍA

Tanto Middle East Concern como la organización Preciosa Sangre han publicado en redes sociales diversas peticiones de oración con respecto a la situación de Brunson. “Aunque no sabemos qué va a pasar, estamos orando por un milagro”, aseguran desde Preciosa Sangre en un comunicado publicado en su cuenta de facebook. 

Comunicado de Preciosa Sangre, pidiendo oración por Brunson. / Facebook Preciosa Sangre

“Que Andrew sea liberado pronto, a pesar de las complicaciones políticas. Que la aportación de la Corte Constitucional ayude en el proceso judicial, de manera que se haga justicia”, solicitan los cristianos en Turquía, según Middle East Concern.

UN CASO POLÍTICO

La detención de Brunson esconde mucho de política. Estados Unidos ha pedido su liberación y también ha impuesto sanciones a Turquía. El gobierno turco ha manifestado que no cederá a amenazas y algunas voces apuntan al deseo de utilizar a Brunson como moneda de cambio para repatriar a Gülen, considerado como principal antagonista del presidente Erdogan y que se encuentra en Estados Unidos. 

En una carta dirigida al presidente Donald Trump y publicada a finales de septiembre, la Comisisón para la Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (USCIRF, por sus siglas en inglés) ha lamentado la visita de Erdogan a Nueva York para participar en una conferencia de inversión organizada por la organización Turkish-U.S. Business Council. “La falta de estado de derecho y el deterioro de los derechos humanos en Turquía, como ejemplifica el caso del pastor Andrew Brunson, es causa para preocuparse seriamente y no propiciar un clima positiva de negocios en este momento”, ha señalado la entidad. 

También instan al presidente norteamericano a “interactuar con Erdogan o sus representantes para continuar planteando el caso de Brunson en todos los aspectos de las relaciones entre Turquía y Estados Unidos”.