Macron: la laicidad no debe reprimir la expresión religiosa

Este pasado domingo Emmanuel Macron tomó posesión como nuevo presidente de la república de Francia. En el acto celebrado en el Elíseo, Macron dijo que esperaba restaurar los valores franceses y aplaudió a los votantes por resistirse a la ola de populismo al elegirlo sobre su rival, Marine Le Pen.

Durante la campaña, uno de los temas tratados fue el de la laicidad, concepto importante en la cultura política francesa, pero que está en discusión con respecto a su aplicación en los espacios públicos.

En el debate final, Marine Le Pen abogó por un laicismo de Estado que sirviese como un instrumento para luchar contra el comunitarismo. Por su parte Macron, por el contrario, dijo que el secularismo protege la libertad.

“LA LAICIDAD GARANTIZA LA LIBERTAD”

Emmanuel Macron defiende que el secularismo garantiza principalmente la libertad de creer o no creer y el trato igualitario para todas las religiones.

Así, Macron no prevé limitar el uso de signos religiosos en el espacio público, ni siquiera en la universidad o en el lugar de trabajo.

“La expresión religiosa no debe ser reprimida a la esfera privada”, dijo, porque “es la República la que es laica, no la sociedad”.

“LAS RELIGIONES PARTICIPAN DEL DEBATE”

Macron señaló que las religiones tienen su papel que desempeñar, y participan en los debates públicos sin que se invada el poder político.

Así, espera que los líderes religiosos puedan aceptar los valores de la República y reforzará el aprendizaje del hecho religioso en las escuelas, “aplicando estrictamente el principio del secularismo”.

El programa político de Macron también propone “preparar a todos los trabajadores del Estado en el secularismo”, de modo que “los servicios públicos sean verdaderamente neutrales”, porque hoy “la confusión reina sobre el sentido del secularismo y sus límites”.

EVANGELICOS EN FRANCIA: CONVICCIONES

Antes de las elecciones, los evangélicos franceses difundieron un manifiesto de 19 páginas llamado “Evangélicos en Francia: Convicciones”, que da perspectivas cristianas sobre 7 cuestiones críticas en la sociedad, incluida la separación entre la iglesia y el Estado.

“Lejos de oponerse a las religiones, la laicidad es un principio constitucional que protege la libertad de pensamiento, conciencia y religión de individuos y grupos, así como su libertad de expresión”, dice el documento.