Guatemala llora por las víctimas de un alud

Las autoridades guatemaltecas han localizado sin vida a 131 personas tras el alud que arrasó el jueves un asentamiento cercano a la capital, Cambray II.

La búsqueda de supervivientes se reanudaba este lunes, tras detenerse ante las dificultades que implican la climatología y las circunstancias en las que se encuentra el asentamiento, totalmente destrozado.

Se espera que la cifra de víctimas aumente, dado que hay todavía más de 300 desaparecidos. La institución estatal, que declaró el viernes alerta naranja a nivel nacional y roja municipal, continúa intentando desalojar de sus viviendas a la población aledaña que pueda estar en peligro por nuevos deslizamientos.

Esta catástrofe ha unido a la ciudadanía guatemalteca —iglesias, bancos, restaurantes, supermercados o empresas privadas—, que se han volcado llevando víveres y útiles a los damnificados, que a espera de cifras oficiales se cuentan por cientos. Los productos de higiene y la comida no perecedera, así como alimentos para niños, son las principales necesidades de aquellos que se han quedado en la calle sin hogar y sin familia, y que intentan sobreponerse al dolor, también gracias a un grupo de psicólogos que atienden a las víctimas de la tragedia.

ALIANZA EVANGÉLICA: UNA TRAGEDIA “PREVISIBLE”

Desde la Alianza Evangélica de Guatemala se ha querido comunicar su cercanía con las familias. “La Alianza Evangélica y sus Cuerpos Miembros nos lamentamos y dolemos profundamente por la tragedia del Cambray II, oramos que el Señor consuele, fortalezca y llene de paz los corazones de todos los afectados y del pueblo de Guatemala en general, exhortamos a los Cuerpos Miembros a seguir movilizando toda la ayuda material, humana y espiritual que los afectados requieran, felicitamos y animamos a todos los miembros de los cuerpos de socorro y voluntarios que han estado trabajando infatigablemente en el rescate de las víctimas orando al Señor que redoble sus fuerzas y multiplique bendiciones sobre ellos y sus familias, y urgimos a las autoridades gubernamentales y municipales a redoblar sus esfuerzos y asumir las responsabilidades que les corresponde en la prevención efectiva de estas tragedias anunciadas y prevenibles en todo el territorio nacional”, expresaba la Alianza en un comunicado emitido este lunes.

El movimiento de oración 'GuateOra' está llamando a los cristianos a orar por los damnificados.

Como expresa el órgano evangélico, se trata de una tragedia “anunciada y previsible” dado que estos asentamientos alrededor de la capital no cuentan con garantías de seguridad mínimas.

De hecho la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) había declarado en 2008 esta zona de riesgo, cuando aconsejó trasladar a los habitantes.

Fuentes de la institución estatal explicaron que asentamientos como El Cambray II son producto de “invasiones” de terrenos por parte de familias que migran a las periferias de la ciudad y construyen sin tener en cuenta parámetros de prevención de riesgos.

De acuerdo con la Conred, solo en el área metropolitana hay 232 asentamientos considerados “de riesgo”, al estar situados en laderas o barrancos, y se calcula que en ellos viven unas 300.000 personas.