Cristianos piden al G-20 que luche contra los paraísos fiscales

La ciudad de Brisbane, en Australia es escenario de la cumbre del G-20, donde líderes de las principales economías del mundo se reúnen para tratar el escenario financiero multinacional.

Aprovechando el foco informativo que supone este acto, los cristianos de Brisbane están desarrollando acciones públicas de denuncia de la corrupción, dentro de la campaña “Shine the light” (que brille la luz) impulsada por Desafío Miqueas en todo el mundo.

El pasado sábado 8 de noviembre se realizaba un acto de protesta que captó la atención de los medio en Australia. Unos 100 activistas construyeron la escena de un paraíso fiscal, disfrazándose algunos de ricos evasores de impuestos que disfrutaban en una playa de diversos privilegios.

La escena denunciaba el inmenso problema económico que supone la evasión de impuestos a nivel mundial. Son 160 mil millones de dólares los que pierden los gobiernos a causa de las prácticas oscuras que, en todo caso, el sistema actual permite. Se estima que alrededor de 350.000 niños al año se podrían salvar con una inversión anual así.

MOTOR DE POBREZA

De acuerdo con John Beckett, Coordinador Nacional de la campaña Desafío Miqueas, la evasión del impuestos está socavando seriamente el progreso contra la pobreza mundial.

“Estimaciones muy conservadoras muestran que las naciones pobres están perdiendo más dinero a través de la evasión de impuestos de lo que reciben en ayuda extranjera”, explica Beckett. “Este dinero por derecho le pertenece a los ciudadanos de estos países y debe ser usado para proveer servicios esenciales como la salud, la educación, la infraestructura y el agua. En lugar de ello, gran parte de este dinero está siendo desviado a través de los paraísos fiscales en los bolsillos de los ricos”, denunció.

John Beckett dijo que los líderes del G-20 ya estaban tomando medidas positivas en este ámbito, pero expresó su preocupación de que los debates de la cumbre pueden no resultar en una acción concreta.

“Nos preocupa que las decisiones que se tomen podrían beneficiar principalmente a los países ricos representados en la mesa, y no a los ciudadanos de las naciones en desarrollo. Como anfitrión del G-20, Australia tiene la oportunidad de jugar un papel clave en la conducción de acciones concretas para promover una mayor transparencia en el sistema financiero mundial. El reciente lanzamiento de un estándar global para el intercambio automático de información fiscal es un paso en la dirección correcta, pero esto no va a funcionar en forma aislada. Se necesita más acción”, expresó Beckett.

En asociación con la campaña mundial Exposed, Desafío Miqueas entregó una carta abierta a los líderes del G-20 a través del representante parlamentario Claire Moore. La carta ha sido firmada por más de 90 líderes de la iglesia a nivel mundial y miles de cristianos en todo el mundo que se han unido a este manifiesto.