Como en cualquier guerra, uno de los colectivos más amenazados es el de los niños. Algunos por verse involucrados directamente en los combates, otros como víctimas directa de los enfrentamientos.
Siria, en este sentido, no es una excepción. Probablemente a lo largo del conflicto más de 5.000 niños y niñas han muerto y muchos más siguen en una situación de vulnerabilidad, según han denunciado diversas agencias internacionales.
Según informes de la ONU, muchos niños sirios “mueren o resultan heridos en ataques indiscriminados, por disparo de francotiradores, porque se utilizan como escudos humanos o son víctimas de ataques terroristas", dijo la organización. Cerca de 1,5 millones de sirios han huido a países vecinos.
La agencia misionera Puertas Abiertas EEUU ha dado difusión a la historia de dos adolescentes cristianas que cuentan cómo es su vivencia del conflicto.
VIVIR CON MIEDO
“Da miedo”, dice Youmna, de 13 años de edad. “Se habla mucho de lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
En las calles hay soldados por todas partes. Vemos el humo de los combates y escuchamos explosiones todo el tiempo”, contó la menor, que vive en Damasco con su hermana, de 10 años de edad, Nashita.
Cada día tienen la sensación de enfrentar riesgos vitales. “Un día – cuenta Youmna – mientras iba a la escuela en autobús, oímos un tiroteo, Así que todos nos tiramos al suelo, escondiéndonos debajo de los asientos, esperando hasta que el tiroteo terminase. Otro día, cuando estábamos en la escuela, pasó un avión volando muy bajo, amenazando con bombardear nuestra escuela. Tuvimos que bajar al sótano y esperar allí”, recuerda.
"Todos estábamos muy asustados. Había niños a mi alrededor llorando y gritando a los profesores, que también estaban atemorizados. Algunos gritaban llamando por sus padres, diciendo que querían volver a casa”, añadió Nashita.
Las dos hermanas piden los creyentes de todo el mundo que oren por su país y por las víctimas de la guerra. “Por favor, oren por los niños en Siria... Oremos por los niños que no tienen comida y los niños que perdieron sus casas debido a la guerra, para que Dios libere a Siria de este mal y que todas las personas pueden regresar. Y también orar por mi amigo Lunah, por que podamos jugar juntos de nuevo”, concluyó la pequeña.
AMENAZA CRECIENTE PARA LOS CRISTIANOS
Según un informe presentado por el Arzobispo de Canterbury,
Justin Welby, y el Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido responsable de Oriente Medio y Norte de África (MENA),
Alistair Burt, los cristianos en Siria son cada vez más vulnerables a la persecución, en medio del continuo conflicto.
“El Medio Oriente se encuentra en medio de una gran agitación. La Iglesia cristiana, que se originó en esta área, se enfrenta a la destrucción por el exilio. El éxodo masivo, impulsado por la guerra en Irak y reforzado por los acontecimientos en Egipto, está siendo acelerado por el conflicto en Siria”, advierte un informe elaborado por Puertas Abiertas UK.
Durante la presentación de este informe en el Parlamento británico
Alistair Burt explicó que la comunidad cristiana siria (que forman alrededor del 8% de la población y que tuvo su origen hace 2000 años) es “particularmente vulnerable”.
Justin
Welby se opuso además a que desde Reino Unido se permita el envío de armas a la zona. “Los cristianos en Siria están siendo perseguidos. En muchas áreas de Aleppo, zonas cristianas históricas desde el primer siglo, las personas están siendo perseguidas en gran número. Me gustaría animar a la gente a escribir a sus representantes del Parlamento, pidiéndoles que
piensen muy cuidadosamente acerca de la conveniencia de suministrar más armas en un área donde se está dando este tipo de violencia compleja y extrema”, dijo el Arzobispo de Canterbury.
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