El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado su respaldo a los derechos de las parejas homosexuales, con dos dictámenes que abren las puertas a la aprobación definitiva para que las uniones homosexuales adquiera el mismo estatus que el matrimonio entre hombre y mujer.
Primero,
el Tribunal ha declarado inconstitucional la ley de Defensa del Matrimonio (conocida como DOMA por sus siglas en inglés), de 1996, que define al matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer y que por tanto impedía a las parejas del mismo sexo recibir beneficios federales. Por una votación ajustada, de 5 a 4, el Supremo declaró inconstitucional esa ley, que impide que los homosexuales casados en los estados donde el matrimonio gay es legal logren reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal.
En el segundo caso,
el tribunal permitirá reanudar los matrimonios entre personas homosexuales en California, donde habían sido paralizados a causa del referéndum que por causa de
la Proposición 8 vetó estas uniones de forma legal en el Estado.
El fallo del tribunal no establece automáticamente un derecho constitucional al matrimonio entre personas del mismo sexo, sino que obliga al gobierno federal a reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo si este está permitido en un Estado.
El presidente
Barack Obama ya rescindió su apoyo a DOMA en 2011, cuando declaró oficialmente su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo. El presidente expresó este miércoles su satisfacción por las resoluciones.Desde entonces, sin embargo, los republicanos en la Cámara de Representantes han defendido esta ley.
En el caso de la Proposición 8, El Tribunal Supremo da la razón a la Corte Suprema de California, que ordenó que el Estado siguiese emitiendo licencias para los matrimonios entre personas del mismo sexo, al considerar que la Proposición era inconstitucional.
En 2010, un tribunal de apelaciones consideró inconstitucional la Proposición 8, no sólo porque permita casarse a las parejas de gays y lesbianas, sino también porque “crea una clasificación irracional sobre la base de la orientación sexual”. La votación también fue ajustada: cinco a favor, cuatro en contra.
REACCIÓN ENTRE EVANGÉLICOS
Ambas medidas han causado impacto entre los evangélicos. “Estas medidas tienen profundas implicaciones políticas y congregacionales”, dijo Russell Moore, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de los Bautistas del Sur. “Es una pérdida para aquellos que están preocupados por el matrimonio”, dijo, “pero
no es una pérdida definitiva. Si el matrimonio es tan resistente como la Biblia nos dice que es, el matrimonio no puede ser derrotado por una decisión del Tribunal Supremo”.
Sin embargo, Moore dice,
las decisiones ponen de manifiesto que es “una ilusión” el que los cristianos evangélicos sean una especie de mayoría moral en Estados Unidos.
“Apelar a los valores familiares, como si el resto de la cultura entendiese lo que eso significa, ya no es viable. La iglesia tiene que hacer un esfuerzo en la enseñanza de una comprensión contracultural de la fidelidad matrimonial y la vida familiar”, dijo. “Eso no es inusual en la historia de la iglesia, pero sí significa que no podemos asumir que las personas que nos rodean, o incluso los que están en nuestras iglesias, entiendan de inmediato las consecuencias del matrimonio”.
Para Moore esto no tiene por qué ser algo negativo.
“Ahora vamos a parecer, en muchos sentidos, un monstruo para la cultura exterior, lo que no es necesariamente una mala noticia. Nuestra posición sobre el matrimonio no es más extravagante que un evangelio que dice que salva a los pecadores, y un Cristo crucificado que está vivo. Nos da la oportunidad de mostrar un cambio”, dijo Moore.
“Las congregaciones deben tener muy clara la enseñanza sobre el matrimonio. Un pastor no puede simplemente decir que debemos tener un matrimonio saludable y feliz. Necesita articular lo que el matrimonio es en la Biblia y cómo tiene sus raíces en el misterio del Evangelio de Cristo y su iglesia”, dice finalmente el líder bautista.
LA IRA, UNA RESPUESTA 'INCORRECTA'
Ed Stetzer, presidente de LifeWay Research, dijo que no espera que estas decisiones cambien significativamente la misión de la iglesia. “Yo estaba predicando en Maine el domingo justo después de que el estado de Maine legalizara el matrimonio gay”, dijo en un blog. “Después de una declaración tan fuerte y un cambio en la cultura que les rodea, lo que hicieron los creyentes de allí es lo mismo que hicieron la semana anterior: sirvir a los que sufren, y predicar a Jesús. Quizá deberíamos seguir ese ejemplo este domingo. Y el próximo domingo”.
Los cristianos “hemos errado en responder a estos cambios culturales con ira”, dice Stetzer. “Hace cincuenta años se arremetió contra los ateos y contra Hugh Hefner. Ellos no estaban necesariamente enojados con nosotros, pero estábamos enojados con ellos por las mentiras y la inmoralidad que se promueven en nuestro mundo. Durante las últimas cinco décadas, se nos ha devuelto el favor, marginando a nuestra fe como si fuese algo culturalmente inaceptable .... Podemos otra vez ponernos furiosos y perpetuar el ciclo, como me temo que algunos de nosotros ya lo están haciendo, o podemos responder como Jesús”.
OPORTUNIDAD PARA LA PREDICACIÓN
Michael McConnell, director del Centro de Derecho Constitucional de Stanford,
dice que las resoluciones también son un buen recordatorio de que los cristianos no deben depositar su fe en el gobierno para defender las normas cristianas.
“Si la iglesia cree en lo que predica sobre el matrimonio es el momento de explicar por qué, y sobre todo, de encontrar maneras de comunicar esta verdad de forma más eficaz a sus propios jóvenes”. Dijo McConell.
Kellie Fiedorek, asesor de litigios para la Alianza de Defensa de la libertad (ADF) y que estuvo presente en la Corte Suprema esta mañana, dice el Tribunal “se equivocó”. Sin embargo,
reconoce que el debate aún no ha terminado.
“Las batallas legales sobre la definición del matrimonio han proporcionado la oportunidad perfecta para reintroducir al pueblo estadounidense a la bondad y el valor del matrimonio”, dice Fiedorek.
Para
Austin R. Nimrocks, principal asesor en ADF,
el matrimonio entre un hombre y una mujer seguirá siendo “intemporal, universal y especial”. “Eso no va a cambiar”, dice. “Muchos estadounidenses seguirán defendiendo la verdad sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer y por qué es importante”.
LIBERTAD, ¿NUEVO CAMPO DE BATALLA?
Andrés Marin, presidente de la Fundación Marin, una organización que busca “construir puentes entre la comunidad LGBT y la iglesia”, dice que
las cuestiones difíciles sobre la ética sexual y teología seguirán siendo complicadas, esté legalizado o no el matrimonio homosexual.
“Como un cuerpo, si las personas están de acuerdo o en desacuerdo con las decisiones
, la iglesia debe comenzar a funcionar en la realidad de este nuevo mundo, en lugar de seguir funcionando en, el mejor de los casos ideales, en uno que no existe”, dijo.
Ahora,
el campo de batalla se traslada hacia la libertad religiosa, con el fin de proteger el derecho de las iglesias de predicar según la Escritura, que irá en contra de la decisión del Tribunal, según Marin.
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