Estocada judicial del Constitucional egipcio al Gobierno que redactó la Carta Magna

Este domingo el Tribunal Constitucional egipcio emitió un veredicto que hace temblar los cimientos del país en su nueva etapa democrática. El TC declaró inconstitucional la elección del Senado y la Asamblea que redactó la nueva Carta Magna, que fue aprobada en referéndum en diciembre con la oposición de casi un 40 por ciento de la población.

La resolución supone un nuevo paso en la guerra entre el estamento judicial y los partidos islamistas que en estos momentos ostentan el poder ejecutivo.

El argumento del Tribunal Constitucional para disolver el Senado fue prácticamente el mismo que utilizó el verano pasado para hacer lo propio con la Cámara baja: la inconstitucionalidad de la ley electoral, que privilegiaba las opciones de los partidos políticos por encima de los ciudadanos independientes.

Sin embargo, según declaró su presidente de la corte, Maher al-Beheiry, la sentencia no se aplicará hasta la elección de la nueva Asamblea Popular, con la finalidad de no dejar el país sin ningún órgano legislativo. En un principio, estaba previsto que las elecciones legislativas se celebraran el pasado mes de abril, pero debido a las discrepancias en torno a la nueva ley electoral, lo más probable es que se atrasen hasta principios del año próximo.

LA CONSTITUCIÓN, DESLEGITIMADA
La sentencia tiene una derivación problemática importante, ya que la Asamblea queda deslegitimada como redactora de la Constitución. Los partidos laicos, cristianos y de oposición intentaron por ello retrasar el referéndum, pero finalmente se impuso la voluntad del Gobierno y el referéndum se llevó adelante.

La Constitución fue criticada no sólo por los partidos políticos internos, sino que también generó preocupación en organismos internacionales. Entre ellos, la Alianza Evangélica Mundial emitió un análisis a través de su comisión de Libertad Religiosa en el que criticaba la iniciativa.

“Aunque los Hermanos Musulmanes ha afirmado que quieren islamizar el país de manera gradual y pacíficamente, y con el consenso de los ciudadanos de Egipto – explicaba el informe de la Alianza Evangélica - la forma en que la Asamblea Constituyente ha dispuesto este proyecto de Constitución, y la rapidez con la cual se realiza el referéndum, apunta hacia un intento encubierto y astuto para socavar la libertad religiosa de las minorías”.

ENFRENTAMIENTO SOCIAL
El camino de enfrentamiento se palpa en la sociedad egipcia. Los Hermanos Musulmanes consideran que los jueces son partidarios del “antiguo régimen” y quieren boicotear cualquier intento de un islamismo político. Los jueces, por su parte, parecen decididos a continuar con esta oposición. El sábado se inició una huelga del Club de Jueces en protesta a la propuesta de ley que pretende rebajar la edad de jubilación que de aprobarse forzaría a más de 3.000 magistrados a retirarse de su actividad profesional.

A juicio de la oposición, el movimiento constituye un intento de purga del estamento judicial para colocar a nuevos magistrados afines a la ideología islamista.

El clima de tensión política se reproduce luego en las calles, donde los enfrentamientos entre la oposición y los partidarios del Gobierno siguen sucediéndose y cualquier acción gubernamental podría volver a inflamar el ánimo de una sociedad que parece cada vez más polarizada.