Miles de personas se congregaron esta noche en la Plaza de San Pedro del Vaticano para presenciar el primer saludo del Papa y la primera bendición "urbi et orbi" que pronuncia.
A las 20.13 se anunció el nombre de Jorge Mario Bergoglio, cardenal argentino que se convierte en el primer papa latinoamericano y jesuita de la historia.
En una tarde lluviosa en Roma, a las siete de la tarde se veía la "fumata blanca" en el Vaticano. A partir de entonces, miles de personas se comenzaron a congregar en un ambiente de alegría y emoción. Se calcula que estos días había unos 6000 periodistas siguiendo la elección del papa en el mismo terreno.
Jorge María Bergoglio, Francisco I, nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 en el seno de una familia modesta de la capital argentina.
Hijo de un trabajador ferroviario de origen piamontés y de una ama de casa. A los 22 años ingresó en la Compañía de Jesús. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. Fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de 1992, pasando a ser uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. El 28 de febrero de 1988 tomó posesión de la archidiócesis de Buenos Aires. Durante el consistorio del 21 de febrero de 2001, el Beato Juan Pablo II, Papa, lo creó cardenal con el título de san Roberto Belarmino.
PERFIL DE BERGOGLIO
Bergoglio ya cosechó muchos votos en el cónclave anterior y se convirtió en el favorito del sector moderado-progresista y, por consiguiente, en el principal rival de Ratzinger. "Tanto que, según algunas indiscreciones, el purpurado jesuita se habría levantado en el cónclave, para pedir a los cardenales, entre lágrimas, que no lo siguiesen votando", cuenta José Manuel Vidal en Religión Digital.
Entonces, el argentino tenía 70 años. Pasados casi ocho, Bergoglio ha cumplido los 76 y
encaja perfectamente en el cliché de Papa mayor y de transición. Tampoco se le conocen graves dolencias y "podría asumir perfectamente el papel de Papa reformador por el que suspira la inmensa mayoría del cónclave...y del pueblo de Dios".
Nadie duda de que el purpurado argentino tenga carácter. Como dice el hermano Ricardo Corleto, agustino recoleto de paso por Roma, "es un hombre tan honrado y tan íntegro que ni siquiera el gobierno Kirchner pudo encontrar mancha alguna en su vida, a pesar de haberla buscado con suma diligencia", agrega Vidal.
Bergoglio
aprovechó sus primeras palabras para rezar por Benedicto XVI. Justo antes de pronunciar su bendición pidió a todos los presentes que tuvieran un momento de oración en silencio por su ministerio como Papa.
PARTICIPACIONES ECUMÉNICAS
El arzobispo de Buenos Aires
participó recientemente en reuniones ecuménicas con evangélicos. Ante unos 6.000 católicos y evangélicos congregados en el estadio Luna Park de la ciudad el entonces arzobispo argentino enfatizó que “Jesús estuvo fundamentalmente en la calle, caminaba en medio de la gente y pasaba haciendo el bien”.
“Todavía hoy sigue pasando, y no vaya a ser que no lo reconozca. Hoy le quiero pedir al Señor, tener ese santo miedo de no reconocerlo entre nosotros”, dijo.
El religioso lamentó que la Iglesia esté “floja en capacidad de sorpresa y ternura. Son dos atributos que estamos perdiendo y en algunos casos los perdimos del todo. Estamos atiborrados de huelgas, salideras bancarias y otras malas noticias. Nos vamos empachando de malas noticias y nos olvidamos de las buenas”.
Entonces el cardenal Bergoglio pidió perdón porque “la Iglesia ha perdido la ternura” y oró: “Que no nos acostumbremos a ver en la calle a niños desnutridos, gente abandonada, gente a la que le falta comida y abrigo. Señor que cada vez que veamos una llaga nos sorprendamos y nos acerquemos con ternura”.
Si quieres comentar o