Mientras en muchos países latinos los evangélicos discuten la conveniencia de participar en política,
en Chile un grupo de entusiastas jóvenes ha creado la Escuela de Formación Política Evangélica (EFPE).
“Hace dos años atrás, aproximadamente,
tuvimos la idea de crear un espacio donde los evangélicos pudieran comenzar a formarse en temas políticos, y además poder recopilar toda la información que tiene que ver con el desarrollo de la teología y la política desde el punto de vista protestante”, asegura Edgardo Pizarro, co-director de la EFPE.
La idea original era crear una escuela 100% presencial, pero el interés fue tan grande que tuvieron que crear una plataforma e-learning.
“Tuvimos que aplazar en un mes la Escuela, para poder levantar una plataforma e-learning y desde ahí, actualmente hay gente conectada en Victoria, Antofagasta, en Concepción, en Quilpué en este momento; y además hay gente que quiere, sábado a sábado, ir escuchando las clases. Por lo tanto, en términos metodológicos
se nos ocurrió de esa manera llegar a todos los lugares que más podamos”, explica Pizarro.
Con todo, hay algunos que prefieren viajar más de 100 kilómetros y asistir personalmente. Como es el caso del pastor Ricardo Torres. “La verdad, lo que a mí me motiva de estar aquí es poder hacer algo por mi ciudad. Estamos un poco cansados de ver el abuso y la ineptitud, el aprovechamiento de los políticos chilenos, y creo que es tiempo de que nuestros jóvenes –de nuestras iglesias- y nosotros mismos como pastores aportemos políticamente a la nación. Así que esta Escuela es como un anillo al dedo –como se dice- para poder formarnos políticamente y aprender algunas cosas, que ignorábamos, para servir mejor”, afirma este pastor.
FORMACIÓN MULTIDISCIPLINAR
“La Escuela es un aporte, básicamente, en primer lugar por el alto nivel de los expositores. Hemos tenido sociólogos, hemos tenido teólogos, hemos tenido historiadores y en ese sentido la formación que estamos recibiendo hoy día es fundamental para poder transmitirla a quienes no la tienen y deberían adquirir esta experiencia”, comparte Jose Inostroza, un comunicador social.
Algunos líderes evangélicos celebran esta iniciativa, mientras otros la miran con distancia y temor.
“Es una escuela formativa. Una escuela formativa entrega antecedentes. Es como cuando uno hace acopio de materiales previo a una construcción.
Entrega materiales y elementos de construcción y cada uno, de acuerdo a su juicio privado y libertad de conciencia verá como construye, como edifica. Lo que hace la Escuela es entregar información”, aclara el pastor luterano e historiador, Juan Werhli, uno de los profesores de la Escuela.
Werhli también es parte de la Oficina de Asuntos Religiosos, del Gobierno de Chile. Aunque la Escuela no tiene otro interés más que formar futuros líderes sociales con ética evangélica, ha despertado el interés de los partidos políticos.
“El mundo político está expectante, y los políticos están muy atentos a ver que se genera desde aquí. Me han llamado de distintos partidos políticos para preguntarme si tenemos algún candidato que quiera tomar un cupo en las municipales, pero nosotros actualmente estamos desarrollando una formación. Y creemos que por ahí es nuestro primer paso”, relata Pizarro.
Un
primer paso que no impide soñar a los jóvenes creadores de la Escuela de Formación Política Evangélica.
“El sueño que yo te pudiera compartir es que en 10 a 20 años más,
esta nueva generación de líderes que se están formando en la iglesia -y que son primera generación de profesionales, o la segunda- pudiéramos participar ya activamente en lo que son la toma de decisiones en cuanto a lo que es cambiar y darle rumbo a la sociedad de nuestro país”, comenta el co-director, Edgardo Pizarro.
Hasta ahora la Escuela de Formación Política Evangélica ha enseñado sobre la ética cristiana bíblica aplicada a la política y sus implicaciones en temas tan vigentes como los Derechos Humanos y la desobediencia civil.
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