El tribunal, localizado en la ciudad meridional de Qena, condenó a la pena capital al primer culpado, conocido con el nombre de «Kamuni», mientras que pospuso hasta el 20 de febrero la pronunciación de la sentencia contra los otros dos acusados en el caso.
El suceso se produjo el 6 de enero de 2010 (día de la Nochebuena copta) cuando un hombre armado, acompañado de otras dos personas, disparó desde un coche en marcha contra un grupo de fieles que salían de la iglesia Anba Basaya, en Naga Hammadi, después de asistir a la Misa del Gallo. En su día, se trató de disfrazar el asesinato de corte sectario de un ejercicio de justicia tomada por la mano por una cuestión de honor. El Ministerio del Interior explicó a través de un comunicado que el incidente estaba relacionado con el secuestro y violación de una niña musulmana en la zona, supuestamente por un joven cristiano. Sin embargo, posteriores investigaciones desmontaron ese argumento.
Se trató del incidente confesional más sangriento que ocurría en el país desde la década de los 90, cuando proliferaron en Egipto numerosos grupos extremistas islámicos que mantuvieron en jaque a las fuerzas de seguridad durante más de un lustro. Y ha mantenido a la sociedad egipcia dividida ante los continuos retrasos en el juicio. Los primeros meses las manifestaciones desestabilizaron el país, con cientos de coptos reclamando justicia. Algunos activistas de derechos humanos fueron detenidos y encarcelados cuando trataban de llegar en tren a la localidad sureña para celebrar vigilias de repulsa.
Muchos consideraban que el acto había sido planeado con semanas de antelación, ya que varios cristianos habían recibido amenazas. Además tenían en cuenta que el ataque tuvo lugar en Naga Hammadi, una ciudad de la provincia de Qena, densamente poblada por coptos y rica en historia cristiana. Los antiguos manuscritos de Naga Hammadi , textos apócrifos conocidos como los evangelios gnósticos, se descubrieron allí en 1945.
Un año después los cristianos seguían exigiendo justicia para los fallecidos y acusaban al Gobierno de que la justicia para los cristianos no es la misma que para sus compatriotas musulmanes. El pasado día 6, durante la Misa del Gallo que Shenouda III celebra tradicionalmente en la sede del Patriarcado copto en la catedral cairota de Abasiya, el pontífice recordó, «ya que ha pasado un año desde su muerte», a las víctimas de Naga Hammadi.
ALARMA POR ATAQUES CONTINUADOS
La sentencia se conoce en un momento de tensión religiosa en el país, después de tres atentados y agresiones contra la comunidad cristiana que han provocado numerosas protestas y manifestaciones en distintas ciudades del país.
El atentado más grave tuvo lugar la pasada Nochevieja, en la iglesia de los Dos Santos de Alejandría, en la costa mediterránea, cuando una bomba acabó con la vida de 23 personas e hirió a otras 90 que participaban en la misa de medianoche. Hasta el momento, ningún grupo se ha atribuido la autoría del ataque, ni se ha acusado oficialmente a ninguna persona de lo ocurrido, perpetrado por un suicida, según apuntan las investigaciones policiales.
Asimismo, el pasado 11 de enero otro cristiano murió y otros cinco resultaron heridos por los disparos de un policía egipcio en un tren que viajaba desde Asiut, en el sur de Egipto, a El Cairo. El agente, que será juzgado por un tribunal de Seguridad del Estado fue detenido poco después en su domicilio en Samalut, 250 kilómetros de la capital, tras haber huido de la estación de esa localidad donde se encontraba estacionado el tren.
El último incidente de violencia contra la comunidad cristiana de Egipto ocurrió la pasada semana, cuando una bomba lapa colocada en el coche de un obispo egipcio explotó sin causar víctimas en el garaje del monasterio de Al Suryán, a unos 150 kilómetros al norte de El Cairo.
La minoría cristiana de Egipto, que representa un 10 por ciento de la población, denuncia en ocasiones que es objeto de discriminación en el país, especialmente a la hora de construir o restaurar sus templos de culto o de acceder a ciertos puestos de responsabilidad.
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