La comunidad judía alemana acusa al Papa de «reescribir la Historia» con Pío XII

El secretario general del Consejo Central de Judíos de Alemania se declaró «furioso y triste» por que el papa Benedicto XVI haya proclamado «venerable» a su predecesor Pío XII, criticado por su silencio durante el holocausto judío a manos nazis y estimó que el jefe de la Iglesia católica «reescribe la historia».

«Estoy al mismo tiempo triste y furioso, porque la Iglesia católica trata de reescribir la historia», declaró Stephan Kramer a AFP. «Es un desvío claro de los hechos históricos sobre la época nazi. Y Benedicto XVI reescribe la historia sin permitir que haya una discusión científica seria (sobre la actitud de Pío XII frente al nazismo). Lo que me deja furioso», agregó.

Por su parte, la comunidad judía de Italia divulgó el sábado un comunicado expresando su actitud «crítica» con la decisión papal. «No podemos de ninguna manera inmiscuirnos en decisiones internas de la Iglesia, que conciernen a su libertad de expresión religiosa», comienza la nota firmada conjuntamente por Riccardo Di Segni, jefe de los rabinos de la Comunidad Judía de Roma; Renzo Gattegna, presidente de la Unión de Comunidades Judías de Italia; y Riccardo Pacifici, presidente de la Comunidad Judía de Roma.

Pero luego puntualiza: «Si esta decisión implica, en cambio, un juicio definitivo y unilateral sobre la obra histórica de Pío XII, repetimos que nuestra evaluación sigue siendo crítica (...) La comisión que reúne a historiadores del mundo judío y del Vaticano sigue esperando acceder a los archivos del Vaticano de este periodo. No olvidamos la deportación de judíos de Italia y, en particular, el tren que deportó a 1.021 personas el 16 de octubre de 1943, que partió de la estación romana Tiburtina hacia Auschwitz con el silencio de Pío XII».

TENSIÓN ENTRE EL VATICANO E ISRAEL
Hasta ahora, la actitud de Benedicto XVI había sido prudente en este aspecto, intentando mantener una relación cordial con la comunidad judía. Sin embargo, fuentes vaticanas señalan el disgusto del Papa ante la desaparición de los últimos poblados cristianos de Israel, borrados por el avance de las excavadoras del Gobierno de Benjamin Netanyahu, considerado en Roma un fundamentalista anticatólico. «Si Pío XII es un mito negativo para los judíos, el Cenáculo, la libertad de culto, la exención fiscal y los últimos pobladores cristianos de Palestina son símbolos muy queridos para los católicos. Símbolo por símbolo», explica Filippo di Giacomo, un analista vaticano.

Hay otro motivo de descontento: el curso del conflicto palestino. Durante el Ángelus, Ratzinger dejó ver de forma evidente su desencanto con la situación política en la zona, y lanzó un mensaje apenas velado de condena a Israel por la falta de avances en la «guerra no resuelta».

«La Navidad no es una fábula para niños», dijo Ratzinger, y como ejemplo puso la ciudad de Belén, hoy cercada por el muro de hormigón. «La ciudad donde nació Jesús no representa ya, desgraciadamente, una paz completa y estable, sino una paz fatigosamente buscada y esperada», afirmó.