Una nueva investigación sobre abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes católicos en Irlanda ha sacudido este pasado jueves al país, donde,
según el informe, la Iglesia católica gozó de inmunidad durante décadas para ocultar estos abusos, cometidos por sacerdotes de la Archidiócesis de Dublín.
Esta investigación, realizada durante tres años, llega después de que el pasado mayo se hiciera público un informe que destapó abusos físicos y psíquicos contra miles de niños en centros educativos públicos gestionados por la Iglesia católica.
La política y tácticas ocultistas de la Iglesia se pueden resumir bajo la frase "no preguntes, no hables".
La Comisión investigadora de la Archidiócesis de Dublín ha examinado las acusaciones de 450 personas presentadas contra 46 sacerdotes por hechos ocurridos entre 1975 y 2004, así como el manejo del escándalo por parte de 19 miembros de la jerarquía católica, entre ellos el cardenal Desmond Connell.
La connivencia entre la jerarquía eclesiástica y las autoridades del Estado, entre ellas la Policía y la Fiscalía, sirvió para encubrir los esfuerzos de cuatro obispos dublineses por mantener el "prestigio de la Iglesia, proteger a los pederastas y los bienes de la Iglesia católica irlandesa, y evitar escándalos", detalla el texto, que presentó públicamente el ministro irlandés de Justicia, Dermot Ahern, quien prometió que los sacerdotes pederastas serán llevados ante la Justicia.
El informe, de 700 páginas, se ha mostrado con cortes para no prejuzgar presentes o futuros casos penales, al tiempo que se ha eliminado toda referencia a aquellos sacerdotes que se enfrentan a procesos penales ante el temor de que pudiera afectarlos. El informe asegura que la política y tácticas ocultistas de la Iglesia se pueden resumir bajo la frase "no preguntes, no hables".
JUICIOS SECRETOS
"La Comisión no tiene duda alguna de que el abuso sexual clerical fue encubierto por la Archidiócesis de Dublín y otras autoridades de la Iglesia (católica)", explica el texto, que añade que "las autoridades del Estado facilitaron el encubrimiento (...) lo que permitió a las instituciones de la Iglesia (católica) mantenerse fuera del alcance del proceso legislativo normal".
El cardenal Connell llegó a acudir a los tribunales para impedir la entrega de unos 5.000 documentos archivados durante su ejercicio al frente de la Archidiócesis, petición que le fue denegada. Cuando abordó las denuncias de maltratos sexuales, estableció en dos ocasiones juicios secretos bajo los términos de la Ley Canónica, según el informe.
La Comisión no halló pruebas de la existencia de una red organizada de pederastia en la Archidiócesis, aunque detalló
casos como el de un sacerdote que admitió haber cometido abusos sexuales contra más de cien menores o el de otro que confesó haber abusado de menores cada "dos semanas" durante más de 25 años de ejercicio.
El informe denuncia también que
la Policía irlandesa (la Garda) tardó 20 años en presentar cargos contra un sacerdote. "Altos cargos de la Garda, incluido el Comisionado (máximo responsable) en 1960, consideraban que los curas estaban fuera de su alcance. Hay algunos casos en que los agentes, de hecho, informaban a la diócesis sobre denuncias en lugar de investigarlas", añade el texto.
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La Iglesia católica irlandesa ocultó abusos sexuales en connivencia con el Estado (4 Mb)
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