Después de ser un país cien por ciento católico,
Guatemala puede ser el primer país centroamericano donde la mayoría de sus habitantes son evangélicos o se consideran “cristianos no católicos”, refleja un estudio realizado la Asociación Católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN)
La presencia de los evangélicos es cada vez más visible en este país, hasta hace 25 años considerado "absolutamente católico", no sólo por la proliferación de "megatemplos" católico-romanos en la capital y las principales ciudades del país, sino también por la amplia cantidad de medios de comunicación de que disponen.
Pero ahora el dial está saturado de radios evangélicas, aunque sobre su cantidad no hay datos precisos, y los canales de televisión abierta y por cable cada vez ofrecen más espacio a programas conducidos por pastores protestantes.
BASADO EN DATOS CATÓLICOS
Un estudio reciente de la asociación católica internacional Ayuda para la Iglesia Necesitada (AIN) señala que cerca de la mitad de los 13,3 millones de guatemaltecos profesan la fe evangélica.
El dato contrasta con el último censo de población realizado por el Instituto Nacional de Estadística en 2004, que identificaba a un 40 por ciento de la población como evangélica o protestante.
El estudio de AIN abarcó diez de las catorce diócesis del país por medio de una metodología "de observación", lo cual ha hecho que la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) tome los resultados con cierta suspicacia, al considerarlos "un tanto exagerados".
La AIN es una asociación internacional dependiente del Vaticano, fundada en 1947 por el sacerdote alemán Werenfried van Straaten, "para ayudar pastoralmente a la iglesia necesitada o que sufre persecución en cualquier parte del mundo", según señala esa organización en su página web.
Fuentes de la
Conferencia Episcopal de Guatemala dijeron que, al margen de lo que dice el estudio de esa asociación, "es un hecho que las iglesias protestantes han crecido en los últimos años, y ha ganado adeptos, por lo que ya no podemos asegurar que el 60 por ciento de los guatemaltecos sean católicos". Por su parte el clérigo católico, monseñor Luis Alberto Molina(y otros dirigentes católicos) se mostraron inconformes con las cifras y aseguraron que en ese país “aún son mayoría”.
ALIANZA EVANGÉLICA: PRECAUCIÓN Y PRUDENCIA
La
Alianza Evangélica de Guatemala (AEG), que aglutina a más del 90 por ciento de las denominaciones protestantes del país, confirma la triplicación de su presencia en el país en los últimos quince años.
Sin embargo, Marco Antonio Rodríguez, directivo de esa organización, es cauto al referirse "a este juego de números". "Los números son fríos: comprometen y marean. Hacen que las instituciones sientan cierto triunfalismo, y ese no es nuestro objetivo. Nosotros respetamos a la Iglesia Católica y a las otras religiones", dijo en una entrevista con Efe.
El religioso aseguró que en la AEG "tenemos nuestros propios porcentajes", basados en los datos que de forma permanente les actualizan los más de 22.000 templos que hay en el país.
Rodríguez prefiere no revelar los datos concretos porque, dice, "no estamos interesados en los porcentajes", pero sí reconoce "un importante" incremento de guatemaltecos que se han convertido a la religión evangélica. "Nosotros consideramos que de nuestra membresía total, el 80 por ciento son cristianos (evangélicos) practicantes, que acuden a los templos de forma permanente; y el restante 20 por ciento lo son sólo de forma nominal", explicó.
PARTICIPACIÓN POLÍTICA EVANGÉLICA
Los evangélicos también han incrementado su protagonismo en la vida política y social de Guatemala y desde hace diez años comparten con la Iglesia Católica un papel que hasta mediados de los años noventa asumía la última de manera exclusiva.
La AEG, junto a la Conferencia Episcopal, participan ahora en espacios de presión política con otras organizaciones de la sociedad civil, en los que igual abogan por planes de seguridad y de lucha contra la delincuencia, como por la transparencia en la elección de las autoridades judiciales o en el combate a la corrupción.
Ello, según Rodríguez, se debe a que su prioridad es "contribuir al bien y calidad de vida" de los miembros de su iglesia y su tarea es "resaltar los valores perdidos y comunicar el mensaje del Evangelio".
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