Pastora episcopal con doble vida cristiana-musulmana cree que Jesús la llevó al Islam

Así, desde hace dos años y medio poco antes del mediodía del viernes Ann Holmes se pone su velo negro y se prepara para orar en su grupo musulmán, mientras que el domingo por la mañana se ajusta el collar blanco típico de los pastores anglicanos.

La historia comenzó hace 25 años cuando Redding fue ordenada como pastora episcopal por la Obispo Geralyn Wolf de Rhode Island.

Desde 2001 hasta esta primavera, Redding fue responsable en la Catedral de San Marcos, en Seattle (EEUU), “de programas para formar y llevar a profundizar la fe de los creyentes”. En marzo de este año 2009 perdió este cargo, aunque debido a razones presupuestarias, ha dicho el deán de la catedral, aclarando que este hecho no tuvo nada que ver con su profesión de fe en el Islam, según The Seattle Times.

25 años después de su ordenación es de nuevo la obispo Wolf quien -al hacerse pública la “doble militancia espiritual” de Ann Holmes- le ha planteado que debe ser coherente y elegir entre la práctica del cristianismo y del Islam, sin continuar con una doble vida en paralelo, ya que Wolf lo ve incompatible y ha dejado claro que para ella la conversión de Redding al Islam constituye el abandono de la fe cristiana. Por ello le ha fijado un plazo hasta el 30 de marzo próximo para que renuncie al Islam, o será expulsada de la Iglesia Episcopal de EEUU.

UNA FE CRISTIANA “ESPECIAL”
Sin embargo Redding se mantiene en que ella es musulmana, y al mismo tiempo cristiana; aunque su cristianismo tiene características propias. Por ejemplo, dice que sigue considerando a Jesús como su salvador, aunque no le considera Dios.

No es algo nuevo. Ya en junio de 2007 la Reverenda Redding le dijo a The Episcopal Voice ("On being Christian and Muslim”: Ser cristiana y musulmana) que la doctrina cristiana de Jesucristo como Hijo Unigénito de Dios “no es literal” y comparó las afirmaciones de los credos cristianos a “los juramentos de las fraternidades : uno tiene que decir determinadas palabras para ser parte del club”. Algo cuando menos sorprendente en quien tenía en ese momento a su cargo “programas para formar y llevar a profundizar la fe de los creyentes”. Y más sorprendente que hayan pasado más de ocho meses desde entonces -conversión al Islam incluida- para que por fin se produzca una reacción oficial.

También en sus declaraciones a The Episcopal Voice, Redding cita su “temprana exposición a las relaciones interconfesionales” como un factor importante en llegar a su decisión de practicar dos religiones simultáneamente. Explica que fue introducida a la práctica de la oración musulmana en 2006 e inmediatamente “supe que había estado resistiéndome a un llamado al Islam” (cita de nuevo The Episcopal Voice). “Yo había estado siguiendo a Jesús y Él me llevó al Islam”, concluye Redding en su particular teología.