Obispo español en Brasil, amenazado de muerte por denunciar tráfico de personas

Nacido en Pamplona hace casi 69 años, y perteneciente a los Agustinos-Recoletos, Azcona incluso acudió a una comisión de investigación en el Parlamento sobre la explotación de menores en el Estado de Pará, donde confirmó sus denuncias. “Recogen a niñas del colegio y se las llevan para explotarlas sexualmente, sobre todo, en la Guayana Francesa y en España”, narra.

En entrevista telefónica con la agencia de noticias Europa Press, Azcona dice llevar las amenazas “con paz”, aunque nunca pensó “encontrarse así”. “Gracias a Dios, nada de angustia ni de ansiedad”, explica. Por otro lado, reconoce que ha rechazado el escolta ofrecido por el Gobierno.

Además de él, hay otros dos obispos –un austríaco y un italiano– y cerca de 200 sacerdotes que según él también estarían amenazados por denunciar el tráfico humano.

El prelado navarro, que lleva 24 años en Marajó, situada en el delta del Amazonas, ha dicho que aunque recibe cartas, llamadas y su nombre se ha publicado en la prensa, no ha pensado en salir del país, y ha explicado que le gustaría morir en Brasil.

Afirma que la comunidad política y policía brasileñas no toman “las medidas necesarias”. Denuncia que “en Marajó fue descubierto un policía que traficaba con seres humanos enviando a la Guayana Francesa 178 mujeres, muchas de ellas menores, para prostituirse”.

APOYO DEL EPISCOPADO BRASILEÑO
En cuanto a las amenazas, la Conferencia Episcopal Brasileña, ha mostrado en una nota su total apoyo a los que han sufrido amenazas de muerte. “Cualquier agresión a ellos atenta contra todos nosotros, sus hermanos en el ministerio episcopal, y al pueblo al que sirven con celo desmedido y coraje”, han hecho saber los obispos.

“En Cristo somos uno solo con ellos y con las personas a las que defienden: los pueblos indígenas, las mujeres, los niños y adolescentes que instrumentaliza el tráfico de seres humanos”, concluye el documento.