El 27 de octubre de 1986, Juan Pablo II convocó una Jornada Mundial de Oración por la Paz en la ciudad italiana de Asís, cuna de San Francisco. El histórico encuentro reunió a destacados líderes religiosos, representantes de las doce principales religiones del planeta, quienes rezaron y ayunaron juntos para pedir la paz en toda la Tierra. Católicos, protestantes, judíos, musulmanes, budistas, sintoístas, religiones tradicionales africanas, hinduistas... todos se unieron figuras como el Dalai Lama, el arzobispo de Canterbury, o el propio Papa reclamando la búsqueda de vías de paz y condenando el fanatismo en nombre de la religión.
De aquel encuentro nació el llamado «espíritu de Asís», que prendió la llama para la celebración de otros encuentros interreligiosos, como el que, quince años después, volvió a congregar a los mismos protagonistas en la ciudad italiana. Aquel encuentro coincidió con el fatídico 11-S, y la respuesta dada por los líderes religiosos caló hondo en la opinión pública: «No se puede utilizar el nombre de Dios para matar».
COMPROMISO POR LA PAZ
Veinte años después del primer encuentro de Asís, la Comunidad de San Egidio ha organizado otro evento, bajo el lema «Por un mundo en paz. Religiones y culturas en diálogo», que también tendrá lugar en la basílica inferior de Asís y cuyo objeto no es otro que renovar el compromiso ecuménico por la paz y la reconciliación entre las diversas civilizaciones, así como analizar los desafíos de la globalización y la situación en Oriente Medio.
Entre los asistentes al evento, que se celebrará los días 4 y 5 de septiembre, se encuentran el Gran Rabí Cohen de Haifa, los rabinos Toaff y Di Segni de Roma; Ibrahim Ezzedine, consejero de la Presidencia de los Emiratos Árabes Unidos; el secretario de la Federación Luterana, Mundial Noko; el presidente de la Conferencia de las Iglesias Europeas, Jean-Arnold de Clermont, los cardenales Paul Poupard y Stanislao Dziwisz, y representantes de todas las confesiones cristianas de Oriente y Occidente, con una fuerte presencia de regiones de «frontera», como Israel y Medio Oriente, Pakistán, Extremo Oriente y Mediterráneo.
«En un tiempo marcado por el terrorismo y por las guerras, como también por esfuerzos de diálogo y de reconciliación -indican los organizadores-, las religiones han asumido un papel relevante en el espacio público y en lo que se refiere a identidades y enfrentamientos, y cada vez están más sometidas al desafío de la instrumentalización extremista».
Por ello, desde Asís, cuna de la paz, las grandes religiones han consensuado volver a poner en el centro del debate mundial «el diálogo entre culturas diferentes como clave para acabar con el enfrentamiento de civilizaciones».
PANELES DE TRABAJO
A lo largo de doce paneles de trabajo, los participantes en el encuentro apostarán, además, «por un desarrollo y una globalización no inspirados sólo por el mercado, sino capaces de poner en el centro las legítimas aspiraciones del hombre y de pueblos enteros, mientras se interrogan sobre las preguntas religiosas más profundas, cada una dentro de la propia tradición y en franca confrontación con las otras y con testimonios de relieve de la cultura laica».
UN POCO DE HISTORIA
La Comunidad de San Egidio fue fundada por el historiador Andrea Riccardi en Roma en 1968, a la luz del Concilio Vaticano II. En la actualidad, es un movimiento al que pertenecen más de 50.000 personas, comprometidas en la evangelización en más de 70 países. Junto a esta labor, los miembros de San Egidio han ejercido como mediadores para desactivar conflictos civiles y promover acuerdos de paz en varios países del mundo, desde Timor Oriental a Irlanda, Ruanda o Congo.
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