Protestantes, junto a miles de mexicanos, demandan recuento «voto por voto» por irregularidades en las últimas elecciones

Según Carlos Mondragón, investigador del Centro de Estudios del Protestantismo Mexicano y miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, esta movilización, fue la más grande ocurrida en la historia política mexicana.

La inconformidad de la población se origina en las irregularidades en el conteo de los votos, la mayoría de las veces favoreciendo al candidato Felipe Calderón, ya que los números de las actas no correspondían con los votos reales que contenían las urnas, señaló Mondragón.

También jugó el extraño comportamiento del Instituto Federal Electoral (IFE), que mostró al final del 2 de julio, día de la elección, a Felipe Calderón arriba de López Obrador, mientras que tres días después otra gráfica mantuvo a López Obrador por arriba de su oponente, hasta que se contabilizó más del 97 por ciento de los votos, cuando fue superado por el candidato oficialista.

Algunos matemáticos de la Universidad Nacional Autónoma de México que hicieron análisis estadísticos de la primera gráfica, la encontraron "atípica" y señalaron que sólo se explicaría si el programa de cómputo estuviera programado para distribuir los votos de tal manera que le diera el triunfo al candidato oficial.

Esta campaña mediática promovió el miedo entre la población para que no votara por López Obrador, que fue presentado en anuncios publicitarios como "Un peligro para México", que establecería un gobierno autoritario del tipo de las dictaduras comunistas del pasado, quitaría a la gente sus propiedades y devaluaría la moneda nacional.