Identidad de género: Un enfoque bíblico-jurídico

El grupo profesional de Grupos Bíblicos Unidos vinculado al área del Derecho, integrado por unos treinta profesionales, celebró su sexto encuentro anual en la ciudad de Antequera, entre el 8 y el 10 de Febrero, bajo el título “Identidad de Género: un enfoque bíblico-jurídico”.

La preciosa y monumental ciudad de Antequera, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, se volcó con este encuentro, acudiendo al acto inaugural el decano del Colegio de Abogados de Antequera, así como tres concejales del Ayuntamiento, cediendo las instalaciones del Museo de la Ciudad y ofreciendo una visita guiada y teatralizada por esta bella localidad andaluza.

El Concejal de Asuntos Sociales, José Luque animó a los asistentes a ser un foco de luz para la sociedad a fin de aclarar las mentes en este tema tan confuso y por su parte, el decano del Ilustre Colegio de Abogados de Antequera, José Manuel González Quintana, enfatizó la necesidad de tener presente que “cuando hablamos de identidad de género hablamos de personas”. A continuación expresó su reconocimiento público del trabajo jurídico y social con los más desfavorecidos prestado por el abogado y pastor evangélico Jesús Pedrosa en relación con el Centro de Internamiento de Extranjeros.  

La dignidad de las personas y los derechos humanos estuvieron presentes durante todo el encuentro. El tema de  "identidad de género" fue abordado desde tres puntos de vista: Jurídico, bioético y bíblico.  

La primera conferencia estuvo a cargo del abogado Rubén Navarro, que trabaja en la defensa de la familia, la vida y la libertad religiosa en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Navarro habló de “La identidad de género y los derechos fundamentales”. Rubén es católico y tuvo la amabilidad de acudir al Foro Evangélico del Derecho con una visión amplia y un compromiso sincero con la defensa de los principios bíblicos en la familia.

Un instante durante una de las conferencias de la jornada. / Eliseo Gómez-Lor

Trató el tema de la familia en los tratados internacionales y de la búsqueda de “ampliación de derechos” y “creación de nuevos derechos” presente en la agenda LGTBI mediante una campaña mundial sin precedentes para modificar normas, costumbres e incluso el lenguaje,  en medios de comunicación, en el mundo educativo, en instituciones y organismos de todo tipo, públicos y privados, tanto a nivel nacional como supranacional, cuya culminación implicaría serias limitaciones al ejercicio de derechos fundamentales tradicionalmente reconocidos, como libertad de expresión, libertad religiosa, libertad de conciencia, derecho a la vida, secreto profesional, libertad de enseñanza, derecho a la educación, etc.. Si bien, informó que muchos de los términos que actualmente emplean no están definidos internacionalmente ni son jurídicamente vinculantes. 

También hizo un breve repaso de los derechos que protegen la familia, consolidados en la legislación internacional sobre Derechos Humanos y en la Constitución que no hay que considerar derogados por legislaciones internas de los Estados, quedando patente en el coloquio posterior que quizás en algún momento será necesario invocar los principios de rango superior ante los tribunales.

Finalmente apuntó varias iniciativas que podrían llevarse a cabo para defender la familia y los derechos fundamentales tradicionales, participando activamente en ONG, en campañas de información, en la educación, manteniendo buenas relaciones con representantes políticos a todos los niveles, presencia mediante intervenciones orales en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, recurriendo a los tribunales si es necesario y en definitiva, animándonos a no dejar que se degraden derechos fundamentales actualmente indiscutidos, como consecuencia de nuestra inacción.

La segunda conferencia, bajo en título “Discursos de género y los derechos fundamentales”,  estuvo a cargo de Carmen Delia Medina Castellano, que es doctora en Derecho y Catedrática de Bioética y Bioderecho en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, además de diplomada en Enfermería. 

Comenzó por hablarnos de la evolución del uso del vocablo género y sus complementos, destacando el hecho de que desde el punto de vista biológico viene determinado por los cromosomas y está asociado al sexo masculino, femenino y en raras ocasiones, intersexual, (éste último se forma por una alteración en el proceso de embriogénesis, fallo o disfuncionalidad conocido antiguamente como hermafroditismo).

Medina señaló que las palabras crean realidades y así por influencia del feminismo radical se pasó a considerar en género, no como una simple derivación del sexo biológico sino como construcción sociocultural y así se llega a la noción de identidad de género entendida como la conciencia de sí que tienen las personas, hasta el punto de afirmarse en un Documento temático de Derechos del hombre e identidad de género (2009) de la Comisión Europea que “la noción de identidad de género permite comprender que el sexo con el que nace un niño puede no corresponder a la identidad de género innata que cultivará a medida que crezca. Es la profunda experiencia personal de cada persona de su clase, ya sea que corresponda o no a su sexo de nacimiento, incluida la conciencia personal del cuerpo y las diferentes formas de expresión de género, como ropa, habla y modales”.

Los asistentes al encuentro visitando la ciudad. / Eliseo Gómez-Lor

Hoy existen numerosos términos nuevos relacionados con la identidad de género de los que Medina aportó un “glosario” definiendo palabras como cisgénero, pansexualidad, queer, transgeneridad, etc.

Tras un repaso de la legislación estatal y autonómica, concluyó manifestando que los cristianos evangélicos padecen en ocasiones un “déficit severo de misericordia” que puede incapacitar para la práctica pastoral hacia las personas que hoy sufren conflictos de género y mañana padecerán sus consecuencias. La solución, apuntó Medina, es ser capaces de contar “una historia mejor”.

Finalmente, cerró las jornadas el pastor de la Iglesia Evangélica de Alcázar de San Juan y presidente del Consejo Evangélico de Castilla la Mancha, José Moreno Berrocal, quien nos habó de “Identidad de género y Biblia”.

Comenzó destacando el contraste entre la cosmovisión de la modernidad tardía, inspirada en sentimientos y caracterizada por trasladar el principio de autoridad a nosotros mismos, con la cosmovisión bíblica que reconoce la autoridad de la Palabra de Dios.

Analizó la identidad de género diseñada por Dios y su evolución en cuatro etapas. Una de creación, donde expuso que Dios nos creó a su imagen y semejanza, varón y hembra, iguales y a la vez complementarios y vio que era bueno. Después habló de la caída, que podujo una gran distorsión en la identidad de género y en la sexualidad en general, dando lugar a numerosos comportamientos que se alejan del plan divino para nuestro bien. En tecer lugar, hizo referencia a la Salvación en Cristo Jesús, en alusión a que la identidad del creyente ya no tiene que ver con los sentimientos sino con la identificación con Cristo y esta identificación ha de producir compasión y provocar la proclamación de su Palabra, no mediante la "protesta" sino a través de la "persuasión". Por último, Berrocal llamó a tener presente la meta final: las bodas de Jesús con su Iglesia. La consumación del propósito de Dios será una fiesta que jamás terminará.