Solemne Culto de la Reforma en Madrid

La tarde de este miércoles 31 de octubre se llenó el templo de la primera iglesia bautista de Madrid, en la calle General Lacy, con fieles e invitados que acudieron para conmemorar los 501 años desde que Lutero clavó sus 95 tesis en las puertas de Wittenberg (Alemania). Un evento que organiza cada año el Consejo Evangélico de Madrid (CEM).

Estuvieron presentes de forma oficial el Gobierno de la Comunidad de Madrid, en su Consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero, y el Gobierno español mediante Mercedes Murillo, que representó a la Subdirección General de Asuntos Religiosos (Ministerio de Justicia). Ambos dieron un breve saludo, resaltando la aportación protestante en la Historia, así como en la sociedad madrileña y española.

Tras el saludo de Manuel Cerezo (secretario general del CEM) y una oración de Mariano Blázquez (Secretario general de Ferede), se dio paso a una lectura bíblica a cargo de Asun Quintana (Consejera de la Mujer del CEM) y la ceremonia de entrega de las Medallas de Honor que cada año se conceden a una persona y una entidad por su labor en servicio del Evangelio en su trayectoria.

Este año correspondieron a Ana María Huck de Vangioni, presentada por Elisabet Suárez, y a Testimonio Cristiano a Cada Hogar, representado por su “alma mater” José Seisdedos, al que presentó Jesús Manzano (Presidente del CEM).

Ana María Huck y José Seisdedos

Ana María Huck, con una dilatada vida entregada a múltiples actividades evangelísticas y en particular en favor de la mujer evangélica, hizo un encendido agradecimiento recordando que sin muchas personas que le apoyaron en todo momento hubiera sido imposible la labor realizada, y luego refrendó su testimonio de fe en una apasionada exposición de lo que para ella han significado las cinco Solas de la Reforma: Sola fe, Sola Gracia, Solo Cristo, Sola Escritura, Soli Deo gloria.

Un emocionado José Seisdedos dio igualmente las gracias, recirdando la titánica empresa de ofrecer estudios bíblicos de calidad como herramienta para las iglesias en su labor evangelizadora y de discipulado. Estaba acompañado de un nutrido grupo de colaboradores, entre los que estaba José María Romo (que vino ex profeso de Zaragoza).

Con la colorida participación de las excelentes voces y alegres bufandas del Coro Evangélico Unido de Madrid, hubo intercalados cantos congregacionales y de alabanza.

Una panorámica del templo

Tras la lectura de unos versículos de la carta a los Romanos a cargo de Paco Sánchez (vocal del CEM), Luis Fajardo (nuevo director general de la Sociedad Bíblica de España) tuvo una reflexión sobre la centralidad indispensable de las Escrituras que de tal forma transformaron “a aquel joven monje agustino de 32 años” hasta el punto de declarar que “Estoy atado a mi conciencia a la luz de la Palabra de Dios”, jugándose la vida en la defensa de la salvación que Dios regala por fe y gracia, sin ninguna obra o mérito de la persona que la recibe.

Tras el histórico y clásico “Castillo fuerte es nuestro Dios” con el Coro, el vocal del CEM Leandro Roldán cerró el acto con una oración de despedida. Poco más de una hora intensa en la que se recordó a la Reforma, pero que esencialmente se centralizó en la figura de Jesús.