Cristina Cifuentes: ‘Por encima de la política están las personas’

La candidata del Partido Popular a la Presidencia de la Comunidad de Madrid este 24 de mayo lleva toda su vida inmersa en la política madrileña, primero veinte años en la Asamblea y desde comienzos de 2012 en la Delegación del Gobierno. Cristina Cifuentes es licenciada en Derecho, máster en Administraciones Públicas y pertenece al Cuerpo de Técnicos Superiores de la Universidad Complutense. En el Parlamento madrileño, Cifuentes llegó a ser vicepresidenta y fue también portavoz del Grupo Popular en temas de justicia e interior.

Tiene pasión por las nuevas tecnologías, lo que hace que su presencia y participación en las redes sociales sea constante. Es especialmente activa en Twitter, una red social a la que se unio en diciembre de 2008 y en la que tiene más de 80.000 seguidores.

Tras la llegada del PP al Gobierno con  Mariano Rajoy, Cifuentes se convirtió en la Delegada de Gobierno en Madrid y, a los pocos meses, su nombre empezó a aparecer en las quinielas de los posibles candidatos electorales del PP madrileño.

Al frente de la Delegación del Gobierno, ha tenido que lidiar con un gran número de manifestaciones, concentraciones y otros actos de protesta, que en algunos casos concluyeron con graves incidentes, como las “Marchas de la Dignidad” del 22 marzo de 2014, que se saldaron con más de veinte detenidos y un centenar de heridos, entre ellos 67 policías.

Pero, a pesar de todos estos desafíos, su trabajo como delegada del Gobierno le ayudó a forjar una imagen de ser capaz de gestionar situaciones difíciles. Su programa político, temas de debate y cuestiones diversas han sido ya analizadas en todos los medios de comunicación.

Por ello resumimos una entrevista concedida a Protestante Digital por Cristina Cifuentes, intentando salirnos un poco del personaje político (aunque es inevitable que aparezca) para procurar conocer a la persona, algo que no es difícil ya que algo que la caracteriza es ser dialogante, lo que destacan tanto sus rivales políticos como los periodistas. Hace poco, por ejemplo, se sentó con Ángel Gabilondo (PSOE) para un debate en el famoso sillón de Viajando con Chéster, en Cuatro TV (algo que otros no han querido).

Sólo aclarar que, de la misma forma que Protestante Digital ha informado de encuentros de otros partidos políticos con evangélicos en Madrid, también ha iniciado contactos con candidatos de esos otros partidos para una entrevista, pero Cifuentes ha sido la única que la ha concretado, lo cual le agradecemos.

Cristina Cifuentes

P.- ¿Es necesario recobrar ese bien común que es el diálogo personal de político a político?

R.- No se tiene que perder, por encima de la política están las personas, y el diálogo hay que tenerlo siempre. Una cosa es la afinidad personal y otra la política, pueden coincidir o no ambos aspectos. Pero nunca he entendido el sectarismo político. Siempre hay que tender puentes, otra cosa es poder llegar a acuerdos.

P.- Casi siempre ha estado ataviada con una coleta rubia y por eso Usted misma ha bromeado sobre su coleta y la del líder de Podemos, Pablo Iglesias. ¿Por qué se ha perdido esa pequeña dosis de sentido del humor en la política?

R.- El humor se debe mantener incluso en momentos difíciles. Hay que tender a reírse, especialmente de uno mismo. Hay sin duda cuestiones que exigen seriedad, pero a veces nos tomamos demasiadas cosas en serio.

P.- Ha sufrido usted una agresiva campaña en su contra por la legislación del aborto, un tema sensible y complejo que además nada tiene que ver con su candidatura a la Comunidad de Madrid. Al margen de estas polémicas, cuál sería su posición en cuanto al hecho del aborto y  su regulación?

R.- Estoy indignada, me parece poco cristiano someter a una persona, en este caso a mí, a una campaña de desprestigio y acoso basada en mentiras (…) El aborto me parece una situación espantosa, y desde luego yo no estoy a favor del aborto. Es de las peores situaciones a las que se puede enfrentar una mujer. Pero el hecho es que existe y los gobiernos –a pesar de su complejidad- están obligados a regularlo en toda Europa, sabiendo que se haga lo que se haga siempre va a haber personas a favor y en contra. Yo no tengo competencias en la Comunidad de Madrid en esta cuestión, pero sí apoyaré a las madres embarazadas para que quieran seguir con su embarazo, y ayudaré a las familias y a las madres en este sentido con apoyos fiscales y sociales de otro tipo.

P.- Un hecho que marcó un antes y un después en su vida fue: el gravísimo accidente de moto en el Paseo de la Castellana en agosto de 2013, tras el que estuvo a punto de morir.

R.- Estuve a punto de morir tres veces al menos que yo sepa. Estuve dos semanas en coma en la UCI del hospital de La Paz, y avisaron a mi familia que temían un desenlace fatal, que gracias a la Sanidad pública superé.

P.- Ha contado Usted de ese tiempo: “Llegó un momento, cuando estaba en la UVI, en que era absolutamente consciente de que tenía que buscar la paz conmigo misma porque me moría. Me tenía que perdonar y, a partir de ese momento, fue  como si estuviese en otra dimensión. Yo vivía dos realidades, superpuestas. La física en esa UVI y la otra” ¿Encontró la paz Cristina Cifuentes?

R.- No es sólo perdonarte a ti mismo, que es lo más difícil, sino también perdonar a los demás. Cuando ves la muerte tan real y tan cerca necesitas estar en paz, y el perdón es el camino. Una parte de esa paz se ha quedado conmigo y espero que permanezca siempre en mi interior.

P.- ¿Cambió en algo su forma de entender y afrontar el horizonte de la eternidad?

R.- Te das cuenta que estás en la vida de paso, y relativizas casi todo, das valor a unas pocas cosas realmente importantes. Tengo la sensación de que la vida me ha dado una segunda oportunidad que quiero aprovechar, y tras superar todo lo ocurrido me siento mejor persona y más fuerte.

P.- Recibió el alta médica un mes después. Mientras estuvo ingresada en La Paz en aquella situación límite, hubo manifestaciones de algunos pocos trabajadores sanitarios, y en las redes sociales, muy poco humanitarias mezclando –sin tener nada que ver- su ingreso con la política y la sanidad pública. Usted, al salir del hospital, expresó y reiteró que entendía todo y no había rencor sino perdón.

R.- En ese momento no me enteré, hasta que salí del coma. Y entonces sólo pensaba en luchar para vivir y salir adelante, y cuando estás en esa línea no hay cabida para el rencor, en todo caso sólo un sentimiento de pena para quienes actuaron de esta forma y quienes no fueron fieles a su juramento hipocrático. De todas formas, recibí tantas muestras de cariño del personal sanitario, y en muchas formas de conocidos y desconocidos que eso superó con creces cualquier otro aspecto.

P.- Me ha llamado la atención saber que su despacho en la Delegación del Gobierno estaba presidido por unas láminas de Tintin y Milú pintadas por su marido. ¿Qué representa ese personaje (Tintín, no su marido), tan entrañable para tantos de nosotros, como para ponerlo en su despacho?

R.- Mi trabajo es tan intenso que mi despacho es casi mi segundo hogar, y lo lleno de todo lo que me recuerda a mi familia y a los míos. Tengo muchos objetos personales, un cuadro de mi hija, un retrato de mi padre… Los cuadros de Tintín, pintados por mi marido me recuerdan que de alguna forma estoy en casa.

P.- ¿Cuál es su peor recuerdo o momento más difícil en su vida política?

R.- Sin duda alguna el problema del pederasta de Ciudad Lineal. Es de las pocas cosas que me han quitado el sueño, aunque me satisface mucho que pese a que aquel monstruo que abusó de aquellas niñas no cometió errores fue finalmente detenido gracias a la excelente labor de la Policía.

P.- ¿Cuál es el mejor momento, o lo que le hace más feliz de su trabajo en la política?

R.- He tenido muchísimos, especialmente en estos tres años y medio en la delegación del Gobierno, un trabajo muy duro porque lo que ocurre son situaciones a menudo desagradables. Para mí lo mejor ha sido trabajar con la Policía Nacional y la Guardia Civil, con un trabajo ejemplar que se ha visto en la reducción de la delincuencia en Madrid.

P.- Se habla de castas, pero usted afirma que vive de alquiler y de su trabajo, y vivio la carga de la enfermedad de su padre hasta morir hace 3 meses cuidándole en casa junto con sus hermanos   ¿Le ayuda a Usted en su trabajo político vivir los problemas y alegrías de una familia normal?

R.- Lo afirmo y así es, he tenido la inmensa suerte de vivir en una familia numerosa que me ha enseñado a vivir y a enfrentar los problemas unidos. Mis padres han sido mis referentes, y cuando murió mi padre pensé que ojalá fuese sólo la cuarta parte de lo que él ha sido en honradez, integridad, espíritu de trabajo. Para mí la prioridad es la familia, mis hijos, no tengo ambiciones personales.

P.- ¿De qué conoce a los cristianos evangélicos o protestantes dentro y fuera de España?

R.- Sobre todo a través de amigos, algunos personales míos, y otros de personas próximas a mi familia que son evangélicos. Aunque España sea un país católico creo que debemos buscar lo que nos une como principios y valores que en definitiva son cristianos, algo que considero positivo incluso para quienes son agnósticos. Creo que debemos estar orgullosos de que nuestra cultura tenga sus bases y origen en la cultura judeocristiana.

P.- En 2017 se cumplen 500 años del inicio de la Reforma protestante que inició Martín Lutero, y que va a conmemorar toda Europa ¿La Comunidad de Madrid se sumaría si usted es su Presidenta de alguna forma a este evento histórico?

R.- Si eso ocurre, apoyaré las manifestaciones religiosas, que creo que no sólo hay que tolerar sino facilitar. Estaré encantada de facilitar cualquier iniciativa en ese sentido.

P.- Para terminar, ¿qué le diría a los madrileños en general y a los protestantes en particular si tuviera que pedirles su voto?

R.- Sinceramente, me da pudor el hecho de pedir que me voten, y más a un grupo de personas de una confesión religiosa. Pero si puedo asegurar que creo que soy una persona honesta, que quiere llevar adelante unas políticas de empleo, de dar libertad para elegir la educación de los hijos, y bajar la carga de los impuestos. Pero sobre todo quiero gobernar pensando en todas las personas y no sólo “hacer política”, por ejemplo porque aunque se habla de que estamos saliendo de la crisis hay personas que siguen viviendo en crisis y pueden pensar que se les está dejando atrás, y creo que debemos estar cerca de todos ellos.

P.- Su despacho también está lleno de flores y orquídeas, sus preferidas, la mayoría son de varios años, y dice Usted que tiene mano con ellas, “las cuido, las mimo y responden”. Le deseamos la misma mano para su trabajo en la política.

R.- Sí, me encantan. Hay que dejarlas tranquilas, porque son flores salvajes y resistentes, pero sobreviven a todo si se les trata con cariño.

Un reflejo de esa flor salvaje, resistente y superviviente es sin duda la persona que responde al nombre de Cristina Cifuentes, y que en el terreno de la política es la candidata del Partido Popular para presidir la Comunidad de Madrid en las elecciones de este próximo 24 de mayo.