La mujer en el ámbito evangélico español

Como cada 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Una celebración en la que desde diversas perspectivas se analiza cuál es el papel de la mujer en la sociedad actual y se nos desafía a trabajar para eliminar las desigualdades que siguen estando presentes.

El ámbito evangélico no es una excepción. Así hemos preguntado cuál es el nivel de participación de la mujer en las entidades evangélicas, si éstas adquieren cargos de responsabilidad o dirección, y si consideran necesario tomar iniciativas para paliar la desigualdad en el trato hacia las mujeres.

Una decena de entidades evangélicas – de unas 50 consultadas – han respondido al cuestionario.

Porcentaje de participación en diversos ámbitos de mujeres y hombres en entidades evangélicas. Estadística a partir de los datos de Ferede, Misión Urbana, CECyL, Ágape, FADE, Coahes, Iglesias de Cristo, Diaconía, GBU, Alianza Evangélica Española. / Protestante Digital

En las respuestas recibidas por este medio encontramos que la gran mayoría de entidades aceptan que una mujer pueda acceder a un puesto directivo.

De hecho ninguna de las entidades consultadas cuenta con alguna limitación específica para el acceso a la mujer a estos cargos. Sin embargo, en aquellas en las que los cargos de dirección se vinculan al ministerio del pastorado, esto puede resultar un obstáculo.

Así, la mayoría de los cargos directivos son ocupados por hombres, en un 60%, frente al 40% de mujeres, de acuerdo a las respuestas recibidas.

En cambio la participación de las mujeres es mayoritaria en algunos ámbitos, como el asistencial, el administrativo o en el voluntariado, donde el número de mujeres supera al de hombres por prácticamente el doble.

BUSCANDO LA IGUALDAD

El papel de la mujer en la sociedad, en el hogar o en la iglesia encuentra diferentes enfoques y respuestas en el ámbito evangélico. En lo que casi todos coinciden es en la necesidad de realizar una mejor pedagogía acerca de la igualdad.

“La iglesia ha ido por detrás de la sociedad en cuanto a la igualdad de la mujer”, considera Juan Simarro, presidente de Misión Evangélica Urbana, en donde un 80% del personal es femenino.

Otra entidad de acción social evangélica, Diaconía, ha tomado en los últimos años, “diversas medidas de igualdad para facilitar que el número de mujeres, en la directiva y el personal contratado, aumente en número y puedan desarrollar su tarea con facilidad”, explica su presidente Enrique del Árbol.

Por su parte Mariano Blázquez, secretario general de Ferede, coincide en que la igualdad de trato “debe promoverse en las iglesias y entidades evangélicas, lo mismo que la responsabilidad en los ministerios”. Aunque no está de acuerdo con medidas específicas de paridad. “No creo en cuotas ni en movimientos de presión para incluir personas por razón de su sexo. Debemos incluir a los que tengan el llamado, los dones, la formación, el talante y la experiencia práctica requerida para el cargo en cuestión”.

AVANZAR POR CONVICCIÓN

“Estaría bien hacer una reflexión en nuestros ámbitos evangélicos en cuanto a este tema”, nos dice Gema Pérez, de la entidad misionera internacional Ágape. “Nadie desestima el papel y el valor de la mujer para ocupar ciertos puestos de responsabilidades”, y por ello considerarían adecuado “trabajar para superar barreras, condicionantes, obcecaciones y sobre todo prejuicios”, aunque “respetando cada situación y las diferentes cosmovisiones eclesiales, siempre que a su vez se respete la identidad de la mujer como persona y se valore sus capacidades y competencias”.

En una línea similar se posicionan los Grupos Bíblicos Universitarios. “Creemos que los verdaderos cambios se producen por convicción, reflexión, persuasión... Nunca por presiones. Estamos convencidos de la necesidad de respetar en este ámbito lo que cada iglesia decida hacer”, comentan.

DIFERENCIAS ENTRE IGLESIAS

Es al abordar el papel de la mujer en la iglesia cuando se dan mayores diferencias con respecto a este asunto. Por ejemplo, la Federación de Asambleas de Dios (FADE) asume “el ministerio pleno de la mujer en las mismas condiciones que el hombre”. En cambio en las Iglesias de Cristo o en las Asambleas de Hermanos las mujeres pueden acceder a cualquier cargo “excepto el de pastor o anciano”. “Cada iglesia – dice Jesús Manzano, presidente de Iglesias de Cristo - en este punto sigue lo que entiende que dice la Palabra y no considero que en ningún caso sea por machismo o desigualdad hacia la mujer”.

Así, muchas iglesias defienden la igualdad de hombre y mujer, pero entienden que en la Biblia se establecen diferentes roles para cada género. “Dios ha dado al hombre y a la mujer igual valor pero diferente papel. No hay lugar para el machismo pero tampoco para el feminismo según la Biblia”, dice Unai Arretxe, pastor de la Iglesia Encuentro Con Dios en San Sebastián.

“Se ha avanzado mucho – expresa Jaume Llenas, secretario general de la Alianza Evangélica Española – pero aún nos queda mucho. Los líderes nos quejamos demasiado de que no tenemos a las personas adecuadas y, a veces, las tenemos sentadas delante de nosotros. Si las mujeres son privadas de ministerios, nos privamos del 60 ó 70% de la membresía de nuestras congregaciones”.

MINISTERIO PASTORAL

Según Mariano Blázquez, el porcentaje de mujeres en el pastorado a nivel nacional es de un 15% en las iglesias evangélicas y este “crece de forma lenta pero paulatina”. “El incremento constante de los ministerios de las mujeres en las iglesias es un hecho. Son muchas (por no decir mayoría) las mujeres que se forman en seminarios teológicos y esa formación les abre caminos ministeriales, aunque debemos reconocer que luego (por diversas razones), no son mayoría en los principales ministerios de las iglesias”, reconoce Blázquez.

Para Juan Simarro “es difícil que las iglesias acepten, de forma generalizada, a la mujer como pastor o anciano. Hay muchas que las admiten como diáconos, en cargos de enseñanza en la escuela dominical u obra social”, por lo que en su opinión “había que trabajar el tema de la igualdad de la mujer en las congregaciones evangélicas”.

“Hay una reflexión muy amplia y seria en las iglesias evangélicas sobre este tema – expone Jaume Llenas, secretario general de la Alianza Evangélica Española -. Ruego a Dios que nos dé la sabiduría para enfocarlo correctamente. Si antes nos dejamos arrastrar por una corriente del mundo que privaba a la mujer de muchos ministerios lícitos, podría sucedernos ahora que nos dejáramos arrastrar por otra corriente, también secular, que nos llevaría a las conclusiones contrarias”.