La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado han reclamado que se abra un debate en España para tramitar la legalización de actividades hasta ahora ilegales, de forma que estas puedan tributar y así aumentar la ganancia en las arcas del Estado.
Entre las actividades que se propone legalizar está
la prostitución o el tráfico de drogas “blandas”.
Según los inspectores de Hacienda,
la prostitución mueve 18.000 millones de euros al año en España. Por ello, plantean que si esa actividad fuera legalizada y tributara a un tipo del 30%
podría reportar a las arcas públicas hasta 6.000 millones de euros.
“Proponemos la apertura de un debate para que determinadas actividades ilegales puedan considerarse como legales y que, por tanto, tributen pese a estar despenalizadas. Hablamos de la prostitución o el tráfico de drogas blandas que
merecen un reproche moral pero no fiscal”, ha asegurado Ramsés Pérez Boga, que ha argumentado que “esa legalización tendría un efecto más, ya que
las personas que trabajan en esos sectores engrosarían las arcas de Seguridad Social y entrarían dentro del circuito del Estado del bienestar”.
Para los Inspectores de Hacienda,
la legalización de este tipo de actividades “permitirían controlar más esos sectores y eliminar delitos como la coacción o los delitos de proxenetismo”, afirmaba el portavoz en rueda de prensa.
“Hay mucha moralina y muy poco debate serio sobre cuestiones como la fiscalidad de la prostitución o el cannabis”, ha concluido Domingo Carbajo, quien ha colaborado a elaborar el informe remitido al ministro Cristóbal Montoro.
INFORMES EUROPEOS LO DESACONSEJAN
La petición de los inspectores de Hacienda va
en contra del informe Mendes, aprobado hace escasamente dos meses en el Consejo de Europa, en el que se demostraba la relación existente entre la prostitución -sea esta legal o ilegal- y la trata de personas. La Alianza Evangélica Europea fomentó una acción coordinada para que este informe fuera aprobado, lo cual se logró por amplia mayoría.
Este informe analiza la conexión entre la prostitución y el tráfico humano, demostrando que el modelo cuyo funcionamiento da mejores resultados es el que se aplica en Suecia, con la penalización al cliente. De hecho, el informe incluye testimonios sobre la forma en la que se
engaña a chicas en Rumanía para traficarlas a otras partes de Europa (lo explicó la experta Livia Aninosanu), sobre
mujeres engañadas que se prostituyen en Aachen, Alemania (a cargo de la trabajadora social Roshan Heiler), una
entrevista-chat en internet con la activista antitráfico Sonja Dolinsek y un reportaje sobre por qué
Suecia ha conseguido liderar la lucha contra el tráfico y la explotación sexual de mujeres, en Europa, escrito por Ruth Nordstrom.
PAÍSES BAJOS Y ALEMANIA: EL FRACASO DE LA LEGALIZACIÓN
Desde España,
opinaba hace algunos meses en Protestante Digital Daniel Banegas, presidente de la organización Esclavitud XXI. “El mejor modelo legislativo es el sueco, que penaliza la compra de servicios sexuales, no la venta, y de esta manera se ataca a la raíz del problema, que es la demanda”, explica Banegas.
“Existe gente que vende mujeres porque existen hombres que las compran. Por supuesto se persiguen también a los traficantes y chulos.
A la mujer prostituida se la considera una víctima, y no solo no se la penaliza, sino que se dedican recursos a reinsertarla. Suecia ha conseguido ser el país de la Unión Europea con menos trata para explotación sexual, al contrario de los países donde han optado por legalizar la prostitución como los Países Bajos o Alemania, donde ha aumentado la demanda y, de rebote, la trata de mujeres”, expresa Banegas, con una amplia experiencia en la lucha contra la trata.
En la actualidad,
en España “estamos lejos del modelo sueco, donde la prostitución está en un campo de alegalidad. De hecho, al ser nuestra legislación menos restrictiva que la francesa, muchos franceses cruzan la frontera para acudir a los prostíbulos españoles”.
“Mientras se intenten separar el fenómeno de la trata del de la prostitución, creo que lo único que haremos será poner parches. La trata para explotación sexual existe porque existe la prostitución y si queremos detener la una, hemos de atacar la otra”, concluye Banegas.
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