La Fundación Pluralismo y Convivencia celebró la inauguración de su nueva sede este martes 23 de julio, en un acto al que acudieron los directivos de la Fundación, el ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, junto a representantes de las confesiones minoritarias con notorio arraigo en España, y monseñor Martínez Camino, en representación de la Iglesia Católica.
El ministro significó que esta nueva ubicación, en la calle Fernando de los Ríos y en una propiedad del Estado, representa y consolida el compromiso del Gobierno español con la labor desarrollada por la Pluralismo y Convivencia. Además se presentó la Memoria de Actividades de 2012.
La sede fue descrita por Alberto Ruiz-Gallardón como “modesta, pero adecuada a las circunstancias económicas que vivimos y eficiente para conseguir los objetivos de la Fundación”.
En su discurso, el ministro de justicia explicó la importancia de la libertad religiosa para España, en base al derecho y a la Constitución, y recordó que la Fundación fue creada con el objetivo de avanzar en este marco de convivencia.
En 2012
Pluralismo y Convivencia sufrió un nuevo recorte en su presupuesto con respecto al año anterior, lo que luego
se notó en la concesión de ayudas a proyectos en las líneas 1 y 2 que cada año convoca la Fundación. Gallardón admitió que ha sido “un año difícil a efectos presupuestarios. Muchos proyectos e iniciativas, cosas que aun estaban comprometidos con los ciudadanos, han sido aplazados”. Sin embargo destacó que “la Fundación sigue adelante” porque el Gobierno entiende que es importante su función, ligada a “la defensa de la libertad religiosa, un derechos fundamental”, y el fomento del “pluralismo” y “la tolerancia, uno de los rasgos constitutivos de una sociedad abierta”.
INTEGRACIÓN Y LIBERTAD
Para el ministro de Justicia
la supervivencia de la Fundación es necesaria como reflejo del compromiso de tolerancia. “España es un país de confesión mayoritariamente católica, pero
tengo que decir que la propia Iglesia Católica nos ha enseñado que la tolerancia es una exigencia de las normas de convivencia. Estamos aplicando uno de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico”, dijo Ruiz-Gallardón.
Después, basándose en Aristóteles,
el ministro destacó que la sociedad debe permitir “el encuentro con la divergencia albergando a personas de creencias e ideas distintas. Un Estado que no pueda integrarlas sin necesidad de diluirlas no puede estar satisfecho”.
Porque la integración “nunca puede significar la disolución de las creencias, de las propias manifestaciones que conforman nuestra propia naturaleza.
La integración debe significar el respeto a los diferentes, sabiendo que esta cercanía es enriquecedora. Ese es el compromiso que debemos tener en esta sociedad”.
Gallardón destacó también
la importancia de defender la libertad religiosa, entendiendo que “no es una manifestacion más de las libertades, sino el factor determinante de una sociedad libre, aquella que no sólo tiene un reconocimiento intelectual sino también individual de los actores sociales o sus agrupaciones desde el legítimo derecho de defender unos criterios minoritarios”.
Recordó además que es “obligación” del Gobierno “es asegurar la libertad religiosa de aquellos que quieren vivir su fe en la comunidad de valores, lo cual está amparado en la Constitución”.
La Fundación Pluralismo y Convivencia sirve para continuar “dialogando” con las confesiones minoritarias y así ir “vertebrando nuestra sociedad”.
Un diálogo para el que el Gobierno “tiene voluntad y además está obligado por la Constitución”.
Finalmente el ministro pidió a los representantes ante el Estado de las confesiones minoritarias allí reunidas – entre ellas la evangélica – que se comprometan a continuar dando “esta imagen de unidad” en el marco que proporciona la Fundación PyC.
Aquí se puede consultar la memoria de actividades 2012 de la Fundación Pluralismo y Convivencia.
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