El plan contra la trata desplegado por la Policía Nacional ha dado otro golpe en Madrid, donde
han sido desarticuladas dos redes de prostitución que explotaba a mujeres chinas. Ambas competían por el control de la prostitución en el sur de Madrid.
Las
víctimas, algunas de ellas menores de edad, eran captadas en su país con la falsa promesa de un empleo en España por un sueldo superior a los 4.000 euros mensuales.
La mayoría de los implicados
detenidos son ciudadanos de origen chino, que aprovechaban su misma nacionalidad para traer a las mujeres engañadas y obligarlas a prostituirse en casas de citas ubicadas en Parla.
UN KARAOKE, LA TAPADERA
Tras la apertura en 2009 de
un Karaoke destinado a convertirse en referente para la vida social de la población china en Madrid, se produjo un aumento de la demanda de servicios sexuales, lo que propició la aparición de varias organizaciones criminales especializadas en la trata de mujeres chinas con fines de explotación sexual.
Los arrestados también
insertaban anuncios en conocidas páginas web o periódicos chinos para captar a ciudadanos que quisieran viajar a Europa pero carecieran de los medios económicos necesarios, contactando después únicamente con mujeres jóvenes a las que pedían fotos para valorar si “daban el perfil” para utilizarlas en la prostitución.
Esta operación
ha permitido la liberación de 25 víctimas que, de acuerdo con el Plan Policial, están siendo atendidas por las correspondientes ONG; así como la
detención de 26 ciudadanos de nacionalidad china y un español; además de la práctica de 16 registros domiciliarios.
ENGAÑADAS CON 'TRABAJO' EN EUROPA
La operación comenzó en 2010, cuando la Policía investigaba en torno al karaoke y los domicilios que estaban funcionando para facilitar los encuentros sexuales.
Una de las redes operaba en España con el objetivo de captar mujeres jóvenes en China, para introducirlas a España. Esta misma organización también utilizaba la inserción de anuncios en importantes páginas web o periódicos chinos en los que ofrecían la posibilidad de obtener visados para viajar ilegalmente a Turquía o Grecia, entre otros países europeos, así como a Brasil.
Una vez captadas,
las mujeres eran trasladadas hasta España por las organizaciones, utilizando para ello dos formas diferentes.
En unas ocasiones llegaban por vía aérea, directamente desde China o haciendo escala en Italia. En este caso bastaba con que la víctima tuviese su pasaporte original en vigor, ya que la organización se encargaba de tramitar un visado Schengen fraudulentamente. El precio del traslado oscilaba en torno a los 14.000 euros, una parte de los cuales debía ser abonados en China y el resto a la llegada a su destino.
Otras veces lo hacían mediante una combinación de rutas aéreas y terrestres. En este caso
las víctimas salían de China en avión con destino a Turquía, portando su pasaporte original y visado de negocios turco. Una vez en Turquía, cruzaban ilegalmente la frontera con Grecia a pie y, desde este último país viajaban en avión hasta España con documentación falsa o falsificada proporcionada por la organización. En este caso el viaje costaba unos 12.000 euros, parte de los cuales debían abonar en China y la otra a la llegada a Grecia.
Ya en España, las mujeres eran recogidas en el aeropuerto Madrid-Barajas y conducidas por los “taxistas” de la organización a chalets o pisos regentados por la organización en la localidad de Parla.
HACINADAS Y EXPLOTADAS
Aquí les retiraban el pasaporte y
permanecían hacinadas en habitaciones de menos de seis metros cuadrados, sin ventanas ni cerrojos, a la espera de ser solicitados sus servicios en centros de ocio como karaokes, hoteles o en los propios domicilios donde estaban retenidas. Cuando tenían que trasladarse a los domicilios particulares de los clientes, siempre eran acompañadas por alguno de los conductores de la red.
Las víctimas
eran obligadas a prostituirse durante al menos un año, abonando el 40% de los beneficios obtenidos. Recibían instrucciones muy concretas con respecto a cuál debía ser su comportamiento, vestimenta y trato con los clientes; si no cumplían, eran sancionadas con multas económicas muy elevadas.
Para explotar a las mujeres, la organización delictiva tenía un reparto de tareas muy bien definido, con funciones perfectamente distribuidas entre los captadores -en China o en países europeos-, falsificadores, pasadores, madammes, cuidadores, conductores, etc. Esta operación también ha permitido desmantelar toda la infraestructura de las casas de citas donde se ejercía la prostitución.
POLICÍA Y ONG COLABORAN
El pasado mes de noviembre la Dirección General de la Policía aprobó la preparación de un Plan Policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, que se presentó el pasado mes de abril y que pone a disposición de los ciudadanos y víctimas nuevos medios confidenciales de denuncia y colaboración, entre otras novedades. La gravedad y la magnitud de este delito han hecho que este Plan cuente con especial atención e impulso por parte del director general de la Policía.
La complejidad de estos casos ha obligado a tomar medidas asistenciales, estructurales y operativas que abordan el problema de forma completa en el ámbito policial. APRAMP, Proyecto Esperanza, Cáritas, Médicos del Mundo, OIM (Organización Internacional para las Migraciones) y CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), entre otras muchas, son algunas de las
ONG que colaboran activamente con la Policía para implementar las medidas asistenciales que requieren las mujeres, desde alojamiento hasta asistencia médica. En este caso también están participando activamente en la atención a las víctimas de esta organización criminal.
La operación ha sido coordinada por la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras en colaboración con la OCRIEST de Francia, que ha desarticulado la estructura con que contaban en territorio galo, donde han sido detenidas 25 personas más.
291 VÍCTIMAS ATENDIDAS DESDE ABRIL
El
Plan Policial Contra la Trata de Seres Humanos con fines de explotación sexual, presentado por Ignacio Cosidó el pasado mes de abril, ha asistido en dos meses a un total de 291 víctimas.
Desde su puesta en marcha, más de 200 personas han llamado al teléfono gratuito de atención a la víctima de trata 900 10 50 90, que funciona 24 horas al día. Asimismo, 77 correos electrónicos han sido recibidos en la dirección
[email protected] y numerosos ciudadanos se han adherido a esta campaña con el uso del hashtag
#contralatrata en Twitter.
Se han culminado 47 operaciones con 236 detenidos.
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