El Forum Social Ábside denuncia la “falta de ética” del “capitalismo salvaje”

El pasado fin de semana se celebró en Sabadell el Fórum Social Ábside, en el que se dieron cita unas ochenta personas de diferentes lugares del país. En el foro participaron principalmente personas evangélicas implicadas en la acción social, ya sea a través de la obra de las iglesias locales u otras organizaciones.

El director de Ábside, Daniel Banyuls, considera que el encuentro fue “una gran bendición”. Dentro de la programación se encontraban talleres a cargo de Pablo Simarro, Ester Martínez, David Garrofé, Guillem Correa y David Oliver, que “fueron de instrucción y aprendizaje, cuando no también de reto a mejorar nuestra acción social”, explica. Además hubo ponencias de Samuel Escobar, Eduardo Delás y Arcadi Oliveres que “fueron un lujo, especialmente desafiadoras y marcaron el hilo conductor del Fórum”.

CONCLUSIONES
Fruto de lo compartido, se dio pie a elaborar un documento de conclusión del evento, en el que se realiza una clara denuncia de la crisis económica y moral en España.

El documento comienza asumiendo “nuestra corresponsabilidad en medio de esta despiadada crisis que nos afecta y exige mayor grado de sensibilidad, acción y compromiso ante una situación que reclama ojos dolidos para ver, conciencia sensible para comprender y voluntad inquebrantable para cambiar el mundo”.

En segundo lugar, desde el Forum se denuncia que “la actual situación de crisis económica tiene su origen en un modelo social injusto que, desde la más absoluta ausencia de principios éticos, ha llevado al enriquecimiento ilícito y vergonzoso de entidades financieras, empresas trasnacionales y políticos corruptos, provocando desigualdades inhumanas”.

Además constata que “seguir en esa dirección sólo está trayendo agravamiento de las desigualdades sociales, morales y económicas de los segmentos más pobres y desprotegidos de nuestra sociedad”. Menciona a continuación su oposición a los recortes “en sanidad, educación y servicios sociales, así como el brutal aumento del desempleo” que “no hacen más que constatar el empobrecimiento rápido y progresivo de las capas medias y bajas de nuestra sociedad hasta extremos insoportables”.

Esto lleva a expresar la “más absoluta repulsa a continuar siendo rehenes de los mercados y del capitalismo salvaje que, de manera impune, ignora y pisotea los derechos y las necesidades de los más pobres y desposeídos”.

Finalmente, el documento expresa la convicción de que “es posible transformar el mundo renovando nuestro compromiso con el seguimiento de Jesús de Nazaret quien nos impulsa a dignificar a la persona y su medio en igualdad, amor y justicia”.

EL CRISTIANO EN LA VIDA PÚBLICA
La conferencia de conclusión del Forum Social Ábside estuvo a cargo de Elísabet Rodríguez de Castro, Secretaria de Politicas Sociales del Partido Popular de Tarragona, que sustituyó en el programa a la vicepresidenta del Congreso, Dolors Monserrat, que se ausentó por motivos de salud.

Elísabet Rodríguez agradeció la oportunidad de participar en el encuentro y felicitó esta iniciativa “que ha significado un espacio para el encuentro, la reflexión, y seguro que servirá para una toma de concienciación del papel de los cristianos frente a las necesidades de la sociedad en la que hoy vivimos”.

En su reflexión final explicó que la fe “no se puede vivir solamente desde la absoluta intimidad de nuestras iglesias, ni pretender extender el evangelio alejados de la necesidades de las personas”. Rodríguez citó varios puntos delcomunicado realizado por la Alianza Evangélica Europea sobre la ética en la vida pública, lanzado en diciembre de 2011.

“Uno de los puntos principales que este documento aportaba era la necesidad de ser agentes de transformación espiritual y social”, explicó. De todos ellos destacó que los cristianos son “mensajeros de esperanza en el espacio público (...) La esperanza del Evangelio -una esperanza que no es utopía- constituye una de las contribuciones más positivas y distintivas que podemos hacer en una sociedad frustrada -vacía- y frustrante”.

La llamada al amor al prójimo y al servicio “marcan nuestra vida para cambiar el mundo”, recordó la ponente. Porque “el mayor reto que tenemos como iglesia hoy está fuera de las paredes de los lugares de culto; es llevar a Jesús a las necesidades de las personas”, finalizó Rodríguez.