Es todo un contraste con las habituales procesiones de Semana Santa.
La dinámica es sencilla a la vez que sorprendente. La acción no ocurre sobre un escenario, sino en medio del público. Varias líneas de sillas crean círculos que van ocupando todo el espacio de la sala. La acción ocurre en el espacio que queda en el centro de la sala, pero también en los pasillos que las sillas han ido formando.
Un total de 15 actores, sin vestuario especial, se mueven con libertad por todos los rincones de la sala. Interactúan con el público, corren e incluso gritan. La acción a veces incluso se da en dos lugares a la vez, por lo que el público vive en primera persona todo lo que pasa.
Su forma creativa y novedosa ayuda a invitar a personas que de otra forma no se acercarían a la iglesia. Son seis semanas de aprendizaje, memorizando el Evangelio, aunque luego pueden improvisar, y sólo son necesarios tres ensayos. Además, no hay micrófonos, luces, vestuarios u otros aderezos. Pero los resultados son impactantes. Es vivir cada pasaje en primera persona: te conmueves, te implicas, te adentras en el sentir de cada personaje.
LA IDEA DETRÁS DEL PROYECTO
La actuación recorre toda la vida de Jesús tal como la narra Marcos en su evangelio, de forma que algunas personas del público incluso siguen la obra con la Biblia en la mano, capítulo a capítulo.
“El primer objetivo del Experimento Marcos es que los propios actores queden impactados por Jesús”, explica Jo Wilson, coordinadora del proyecto en España. Según ella, la representación del proyecto ante el público es importante, pero incluso lo es más que quienes deciden involucrarse en el equipo de actuación experimenten el evangelio en primera persona.
Estudiar en profundidad la vida de Jesús impacta a los actores, porque les obliga a ponerse en la piel de diferentes personas que en su momento convivieron y vieron de primera mano a Jesucristo: religiosos de la época, personas enfermas, gente marginada socialmente, los discípulos, etc.
Por tanto, se trata de llegar a las personas que verán la obra, pero también que los que la representan se acerquen de una forma especial a la vida y las palabras de Jesús.
EN BARCELONA
@MULT#IZQ#41949@En Barcelona todo siguió el modelo habitual:
6 semanas para aprender de memoria los sucesos del evangelio, con ensayos desde 3 días antes de la representación, aprovechando que los participantes conocen bien todo el texto. En estas pocas horas de preparación intensiva, los participantes preparan una representación que acabó combinando improvisación con palabras textuales de la Biblia, humor (en la representación de algunas parábolas de Jesús) con momentos muy duros (como la larga escena de la crucifixión).
Llegado el momento de la representación, se comprobó que
el boca-oído en las semanas previas consiguió resaltar de forma especial la primera presentación. La asistencia sobrepasó las expectativas del equipo y más de 250 personas desbordaron la sala polivalente de l’Església de Trèvol, en Barcelona.
Niños, muchos jóvenes, familias y personas de la tercera edad. El público que asistió el domingo 17 de abril en Barcelona a ver esta nueva iniciativa venía de muy diferentes trasfondos e iglesias. Muchos, además, habían invitado a amigos.
La representación empezó con media hora de retraso, por las dificultades de acomodar a todas las personas en la sala. Bastantes tuvieron que quedarse de pie. Después se hizo el silencio, y los actores (en su mayoría estudiantes universitarios) empezaron a narrar
de principio a fin todo lo que se explica en el evangelio de Marcos sobre la vida de Jesús.
El público observó con mucha atención todas las escenas, desde los momentos de risas hasta las situaciones más duras. Cuando acabó, muchos comentaban que la experiencia de 90 minutos había sido “impactante”.
Y EN SALAMANCA...
Hubo intensa actividad evangelística en Salamanca, entre el 9 al 11 de abril. Allí Jo Wilson, residente en Salamanca y asesora de GBU para Castilla y León. Ella, con excepción del acto de Sevilla, ha dirigido todas las representaciones de ‘Experimento Marcos’ en España. Acompaña al grupo seleccionado, tanto en los ensayos como en las representaciones. En el caso de Salamanca fueron las habituales seis semanas de preparación.
Desde su perspectiva privilegiada expresa que “En definitiva, se pretende que los actores redescubran la Palabra de Dios. Ver el efecto del Evangelio en sus vidas. Cómo el Señor les impacta, tanto durante el aprendizaje como en las representaciones. Me emociona mucho que en este momento haya noventa jóvenes que ya conocen el Evangelio de manera mucho más profunda. Personalmente, cada vez que lo representamos, descubro que me parezco a los fariseos. Y que le he negado muchas veces. Veo lo lejos que estoy de Él, pero también descubro más de Él y más de mí misma. Es un desafío”.
UN PROYECTO INTERNACIONAL
El Experimento Marcos lo está impulsando GBU (Grupos Bíblicos Universitarios) en toda España. La primera vez que se pudo ver fue en Madrid, en octubre del año pasado. Rápidamente, la iniciativa se extendió a Las Palmas de Gran Canaria, Marín y Sevilla. Salamanca y Barcelona han sido los últimos sitios donde se ha podido ver el proyecto, siempre representado con actores de la propia región.
La inciativa se está dando en varios países del mundo. Su impulsor es Andrew Page, un asesor de UCCF (GBU en el Reino Unido), que durante una estancia en Austria se dio cuenta de la idoneidad que el texto de Marcos tiene para ser representado. Page encontró un método fácil para memorizar todas las “secciones” del evangelio, y después planteó el proyecto en este formato innovador.
MÁS OPORTUNIDADES PARA VERLO
En el área de Barcelona se podrá ver el Experimento Marcos por segunda vez. Será en Terrassa, el tercer fin de semana de mayo. Además, GBU, como asociación universitaria que es, también tiene planeado presentar la obra en varias universidades.
El proyecto seguirá viéndose en otras regiones de España. Para más información, puede consultar la
página web de GBU.
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