Shai Shemer, profesor de hebreo y gran conocedor de la situación política en Medio Oriente, analizó en una entrevista el impacto de las revueltas en varios países árabes y sus implicaciones para la estabilidad en el área, sin duda una de las más calientes del mundo en la actualidad.
Shai Shemer es un habitual conferenciante sobre cultura, historia y lengua judía, y viaja a Israel con frecuencia guiando a grupos interesados en el conocimiento de la Biblia y la cultura bíblica. En la
entrevista concedida a Protestante Digital analizó no sólo la situación de los países árabes, en plena vorágine de cambio político, sino también lo que él entiende como una confusa respuesta de Occidente.
El pastor explica que la situación actual en Oriente, con varios países en un proceso de revueltas que podrían en teoría desembocar en un sistema democrático, darán al radicalismo islámico la posibilidad de crear
“un cordón de comunicación en la zona y calentar todos los temas hasta desencadenar algún conflicto armado”.
El “peligroso juego” por el que los dictadores son derrocados de forma violenta “puede terminar en unos gobiernos que no serán mejores que los anteriores”, avisa Shemer.
“Hay una fuerza pululando en todos los sectores que será muy difícil de detener. Tienen medios, instituciones, redes, comunicación, están más allá de sus fronteras”, explica. El movimiento radical islámico no sólo pretende su extensión, sino también que “el mundo entero se someta a sus formas”.
Shemer considera preocupante además la aceptación tan abierta hacia la caída de Mubarak en Egipto, que en su opinión “daba equilibrio a la zona con su diálogo abierto con Israel”.
“Lo que conviene a Occidente en cuanto al diálogo exacerba los ánimos de los radicales”, sentencia el pastor.
Para Shemer, la historia demuestra que hay “dos bandos, uno de luz y otro de oscuridad” en el conflicto. Se remonta a 1993 para recordar que entonces estuvo próximo un acuerdo para lograr la paz, “finalmente frustrado por un Arafat que no quiso dejar su posición de terrorista”.
En el fondo, admite que nadie esperaba que la situación derivase de forma tan clara hacia el conflicto religioso. Los líderes pensaban
“que el Islam tendría un camino de control prooccidental”, algo que se ha demostrado imposible hasta ahora, donde en su opinión “todo se ha vuelto violento”. “
El radicalismo avanza, y no por la ignorancia, porque miles de inmigrantes han estudiado en occidente, y tampoco por falta de dinero, porque en sus entrañas está el petróleo”, explica Shemer.
ANÁLISIS DE LA PRENSA
Para Shai Shemer, en España hay una gran deficiencia en la información sobre política exterior e internacional que lleva a la población a hacer juicios poco acertados sobre la situación en Oriente Medio. Critica una prensa que no mantiene “
equilibrio entre la información y la opinión”, donde además acusa una “falta de interés por explicar” las situaciones más comprometidas.
“Los mismos que alabaron a Gadafi cuando vino aquí son los que ahora lo tildan de malo”, añade Shemer, que considera que en el ámbito evangélico tampoco se tiene una percepción muy profunda de estos temas.
Sobre la prensa, Shemer recordó cómo tantas veces se hizo la vista gorda ante la persecución de las libertades en países árabes, poniendo una vara de medir distinta a la que se usa con Israel. “Hace unos años el Presidente de Siria, en el día internacional del periodismo, estaba siendo recibido con alfombra roja en Madrid. Sólo en un programa se recordó la cantidad de periodistas que están presos allí”, recuerda.La carencia fundamental es la de voces que se levanten contra esta situación.
En cuanto a la percepción espiritual de los tiempos, Shemer considera que “hay una lucha de fuerzas muy grande profetizada en la Biblia”, una lucha que parece estar configurándose en la actualidad. Como cristianos, considera que “tenemos que estar tranquilos en la promesa de Cristo”. “Debemos llevar la cruz, la paz y la esperanza (...) y aspirar a la paz que se nos ha legado como hijos de Dios”, añadió.
Finalmente, Shemer resaltó el papel de la iglesia en un mundo tan convulso.
“El análisis político no va a cambiar las cosas. Tenemos que tener un compromiso claro ante lo que creemos. Una posición clara de amar a Dios y al prójimo (…) siendo lo que Dios quiere que seamos: un punto de referencia para un mundo en caos”.
MULTIMEDIA
Si quieres comentar o