España es uno de los dos países europeos con más antisemitismo

El día 27 de enero, Día del Holocausto proclamado por Naciones Unidas, se conmemora la liberación del campo nazi de exterminio de Auschwitz y esta ocasión ha servido en algunos ámbitos para reflexionar sobre la consecuencia real de que el antisemitismo anide en nuestras sociedades. En muchos casos, ante una notable indiferencia por parte de la población mayoritaria.

Las nuevas y viejas formas de antisemitismo van ganando espacio en el mundo. Así lo demuestra el informe del Foro para la Contención del Antisemitismo o el proporcionado hace seis meses por la Liga Antidifamación, que afirmaba que el 37 por ciento de los ciudadanos europeos culpa a los judíos de la crisis económica.

Según estos informes, España y Polonia son los dos países con mayor prejuicio hacia los judíos, aunque no se registren en nuestro país sucesos graves de violencia como los detectados en Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. En efecto, una encuesta entre adolescentes realizada por el Observatorio Escolar de Ministerio de Educación español, mostraba que “uno de cada dos adolescentes no compartiría pupitre con otro estudiante judío”.

HORA TRÁGICA
La hora más trágica de Europa que fue el asesinato en masa de 6 millones de judíos, junto con más de medio millón de gitanos, homosexuales, opositores políticos y refugiados españoles del franquismo, es una lección insuficientemente aprendida. El riesgo de destrucción masiva que anida en toda forma de odio y de intolerancia debe ser confrontado con determinación si no queremos que se repita la historia. Si algo ha ocurrido puede volver a ocurrir.

Además, Movimiento contra la Intolerancia advierte que el revisionismo que niega o minimiza el holocausto judío cuenta con el apoyo de Estados como Irán cuyo presidente convirtió Teherán en centro de peregrinación de neonazis y revisionistas alentados por la consigna de destruir Israel. En este sentido recordamos la exigencia de modificar el Código Penal según la Directiva Europea de Derecho Penal contra el Racismo que prohíbe y sanciona la negación del holocausto

El valor de los testimonios aportados por supervivientes del Holocausto, como Violeta Friedman o Primo Levi, entre otros muchos, conforman las señas de identidad europea y su deber moral de erradicar los prejuicios basados en el odio, por lo que el Movimiento contra la Intolerancia pide a instituciones y políticos que estén a la altura de su responsabilidad para evitar que el antisemitismo siga creciendo.