Jacobo Israel matizó que «no acusamos de antisemitismo a los que atacan o critican la política de Israel, lo que nos preocupa es que se tome la parte por el todo, se confunda el Gobierno o el Estado de Israel con el judaísmo y se aproveche esa crítica para generar situaciones de antisemitismo respecto de una religión».
Al respecto ha citado los incidentes que se produjeron poco antes del verano cuando fue a participar en un acto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en una Universidad de Madrid, en la que fue recibido con pasquines acusándole de ser «adepto a la usura» y con gritos de «¡fuera judíos!». «Decir eso de los judíos en un ambiente universitario me sorprendió mucho, desagradablemente», ha afirmado.
Y aunque ha reconocido que el antisemitismo en España es más de prejuicios que de actos, ha señalado que en Barcelona se ha producido dos ataques a sinagogas en este año, y ha puntualizado: «me parece que las muestras van creciendo».
NUEVA LEY: COINCIDENCIA CON PROTESTANTES Y MUSULMANES
Sobre la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, expresó sus coincidencias con otras confesiones minoritarias como los protestantes o el Islam, en el sentido de que más que necesitar la ley una reforma lo que hace falta es desarrollar sus reglamentos. «La comunidad judía no sentía la necesidad de una nueva Ley de Libertad Religiosa»
«En Francia tienen la misma ley de libertad religiosa desde 1905 y se adaptan a los tiempos con nuevos reglamentos, no cambiando la ley. Si la cambian, que sea una ley que no requiera después reglamentos, porque nunca llegan, y volveríamos a estar como en 1980», explica Israel.
Para el portavoz de la comunidad judía, una buena ley reciente es la portuguesa. Pide además que la nueva ley sea «muy de consenso y de larga duración», para evitar conflictos, y que tenga en cuenta su aplicación municipal y autonómica. Las minorías llevan casi 20 años pidiendo reglamentos que faciliten, por ejemplo, la asistencia espiritual a presos o enfermos.
«Después de 30 años todavía hay aspectos que no se han resuelto reglamentariamente como es el caso de la asistencia religiosa en las fuerzas armadas, hospitales y centros penitenciarios». También ha citado el caso de las distintas normativas municipales en cuanto a licencias, urbanismo o seguridad para los centros de culto, en las que no existen unos criterios generales.
Jacobo Israel ha expresado asimismo su convencimiento de que la reforma de la ley se aprobará en esta legislatura, ha expresado sus dudas de que pueda alcanzar el consenso que obtuvo la ley en vigor, y ha rechazado la posibilidad de que pueda significar un recorte de libertades para las confesiones religiosas, «aunque algunas tienen ese temor».
REGULACIÓN DE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
El presidente de la FCJE se mostró partidario de que nueva ley «regule de alguna manera la objeción de conciencia y el derecho a la apostasía». Jacobo Israel ha señalado también que las relaciones entre las distintas confesiones son cordiales, y ha valorado «elementos bastante positivos» en relación con el Gobierno.
Entre las cosas positivas, Israel destacó «el crecimiento de los actos culturales, lo que permite a una parte de la población conocernos mejor; la Declaración del Día del Holocausto por el Gobierno de la nación, la creación de la Casa de Sefarad, y el trabajo que viene desarrollando la Fundación Pluralismo y Convivencia, junto con la Dirección General de Asuntos Religiosos, dependientes del Ministerio de Justicia». Aunque también admitió que los problemas «son sólo con el estamento gubernamental» y no con otras confesiones.
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