Para ello, esperan contar con el apoyo de diversas entidades entre las que se encuentran colectivos por los derechos de los homosexuales «o, incluso, monjes católicos y miembros de las iglesias protestantes» según explica Andrés De La Portilla, uno de los fundadores.
Aunque se anunciaba un centenar de asistentes, según la información difundida fue finalmente
una decena de personas los que constituyeron el pasado sábado en el Puerto de Sagunto (Valencia) la primera Iglesia inclusiva española. Esta nueva iglesia quiere aglutinar a todos los gays evangélicos y cristianos «en un gran proyecto de aceptación y acogida fraterna», según informó el
Colectivo Gay Evangélico de España, liderado por su único representante conocido, Andrés de la Portilla.
Sagunto ha sido elegida para dar comienzo a este proyecto porque es eje del Mediterráneo, facilitando el acceso desde diferentes puntos de España de los asistentes.
El colectivo anima a todos a «salir de los armarios de las sacristías, porque es hora de afirmar que se puede ser gay y cristiano en voz alta». La primera Iglesia inclusiva de España tiene el propósito de celebrar matrimonios gays y anuncia que ordenará pastores y pastoras gays, lesbianas y transexuales.
Según De la Portilla «en el 99% de las iglesias evangélicas de España se nos niega que podamos recibir los sacramentos, e incluso en muchas de ellas ni tan siquiera nos dejan entrar». Por ello, otro de los propósitos que se persigue es poder ordenar sacerdotes gays, además de celebrar bodas, independientemente de la orientación sexual que tenga cada persona. Para De La Portilla se trata de avanzar al igual que en otros países, como Estados Unidos, donde «ya hay muchas iglesias que aceptan a gays, pero en este tema España lleva mucho retraso. De ahí, el motivo por el vamos a crear la primera iglesia inclusiva».
La constitución de la nueva iglesia se realizó en un lugar secreto del municipio, según los organizadores «para evitar posibles agresiones», ya que –siempre en palabras del colectivo- desde que salió a la luz el proyecto se han sucedido «las presiones y amenazas desde distintos sectores, tanto eclesiásticos como laicos».
REACCIONES PROTESTANTE Y CATÓLICA
Pastores evangélicos y personalidades destacadas del mundo protestante español han asegurado –explica InfoCatólica- que la inmensa mayoría de los evangélicos del país consideran contrarias a la ética protestante las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, y así lo avalan los Comunicados en esta línea de la
FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas Española, representante legal ante el Estado español) y la
Alianza Evangélica Española (miembro y representantes de los evangélicos españoles en las Alianzas Evangélicas Europea y Mundial). Por este motivo, afirma InfoCatólica, Andrés de la Portilla lleva años intentando, sin éxito alguno, que alguna iglesia evangélica le aceptara como miembro sin necesidad de renunciar a su condición de homosexual activo. En este sentido, se presentan dudas del acierto de llamar Colectivo Gay Evangélico a una entidad que no cuenta con ningún miembro activo de iglesias evangélicas reconocidas como tales.
Consultada la FEREDE su posición oficial sobre esta noticia de la iglesia inclusiva recién constituida es que "los procedimientos legales para constituir una iglesia evangélica son claros, y la información está a disposición de todos los interesados. Con respecto a este tema que se nos pregunta, nadie ha iniciado un trámite, ni ha solicitado información a FEREDE sobre la posibilidad de constituir una iglesia, ni tampoco ha solicitado una entrevista con el Secretario Ejecutivo de FEREDE".
En cambio,
la respuesta desde uno de los principales colectivos homosexuales ha sido positiva. Rafel Abat, portavoz del grupo de asuntos religiosos del colectivo Lambda, no ocultaba su interés por esta iniciativa. Y es que, a su juicio, «todo lo que sea en favor de la integración es positivo, especialmente en el ámbito de la religión que es el que más nos afecta a quienes somos creyentes». En este sentido, considera básica la apuesta por el ecumenismo ya que «es esencial ponerse de acuerdo todas las religiones e impulsar un diálogo que nos permita consolidar una cultura de paz y de integración».
La Iglesia Católica, por su parte, relativizaba el alcance real del encuentro. Vicente Sastre, responsable del grupo de ecumenismo del Arzobispado de Valencia destacaba que sólo algunas comunidades anglicanas de Estados Unidos han ordenado sacerdotes homosexuales. «Sin embargo, la iniciativa ha desatado tal conflicto y polémica que está a punto de provocar una ruptura en el seno de estas iglesias», comenta.
Más cauto es
David Manzanas, pastor de la Iglesia Evangélica Española (IEE), especialmente hasta no conocer de forma más concreta la propuesta. «Si lo que promueven es una iglesia hecha en función de unas determinadas inclinaciones individuales, no me parecería adecuado», señalaba. «Sin embargo, si lo que persiguen es la integración de todos, sin exclusiones, habría que conocer más a fondo la propuesta», comentaba.
De hecho, Manzanas considera ya que existen ya congregaciones con esa vocación integradora. No obstante, también reconocía que aún existe dificultad para que homosexuales, lesbianas y transexuales asuman responsabilidades dentro de la iglesia. En este sentido, recordaba que «también hubo prejuicios y muchas dificultades para el ordenamiento de mujeres, porque al final estamos hablando de derechos y los derechos no se dan, sino que se conquistan».
SOLICITUD DE REGISTRO EN EL MINISTERIO DE JUSTICIA
La agrupación tiene previsto crear las bases de la organización, para su posterior inscripción en la Dirección General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia.
Además, De La Portilla cuestionó el reconocimiento institucional a cualquier otra iglesia no inclusiva. «Vamos a pedir la devolución de lo que pagamos a las iglesias homófobas con nuestros impuestos» dijo el portavoz del colectivo gay vomo petición de que las iglesias que él considera homófobas no reciban las subvenciones del Gobierno.
CONTRA UNA VISIÓN «ANTICUADA» DE LA IGLESIA
Esta futura iglesia inclusiva se plantea romper con lo que consideran tabúes y prejuicios sexuales que, según este colectivo, vienen arrastrándose desde hace siglos por las distintas tradiciones cristianas. De la Portilla considera que en la mayoría de los casos «las iglesias insisten en mantener una lectura totalmente homófoba y errónea de textos sagrados escritos hace más de 3.000 años». «Es como si alguien pretendiese que en la España actual se aplicara como Código Penal el código de Hammurabi», afirma.
Prueba de ello son «la caduca visión de la familia que tienen las iglesias». En este sentido destacaba que «hablan mucho de modelo profamilia o provida, pero se limitan a partir de una visión de la familia de opresión económica y patriarcal». Frente a ello, defiende «una familia basada en la ética de la libertad y la comprensión».
En definitiva, De La Portilla defiende que con esta nueva iglesia y a pesar de todas las acusaciones vertidas, no buscan «ofender» a nadie, sino que «sólo apostamos por crear una iglesia que reciba a todo el mundo, sin tener en cuenta su condición sexual. Queremos que homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales puedan casarse sin renunciar a su fe o a sus creencias. Jesús nunca rechazó a nadie».
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