Las Palmas se vuelca con las víctimas de Barajas en otro multitudinario funeral católico de Estado

Los Príncipes de Asturias presidieron desde las ocho de la tarde en la catedral de Santa Ana de Las Palmas de Gran Canaria el funeral católico por las 154 víctimas del accidente del avión de Spanair, 72 de ellas residentes canarias, ocurrido en Barajas el pasado 20 de agosto.

En la ceremonia religiosa, oficiada por el obispo de Canarias, Francisco Cases, estuvieron presentes el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el jefe del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy.

En el interior del templo casi un millar de personas asistieron al funeral, la mayoría de ellas familiares de las víctimas, mientras que en el exterior del templo, en la plaza de la catedral, otros dos mil ciudadanos han seguido el oficio a través de dos pantallas gigantes.

Los Príncipes llegaron al templo minutos antes de las ocho y fueron recibidos por Zapatero y Paulino Rivero, así como por Mariano Rajoy y otras autoridades. A su llegada fueron aplaudidos tanto el presidente del Gobierno como el líder de la oposición.

Mientras aguardaban la llegada de los Príncipes, Rodríguez Zapatero conversó en las puertas del templo con varios pilotos de Spanair que asistieron a la ceremonia. También han estado presentes la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y alcaldes de los trece municipios de Gran Canaria en las que residían 72 víctimas del vuelo de Spanair.

“UN MANTO DE DOLOR”
El obispo de Canarias, Francisco Cases, ha instado a los familiares de las víctimas a seguir adelante y a que, a pesar del dolor, pongan su brazo "para que se apoyen en él otros", de manera que experimenten que "la propia vida sigue sirviendo para alguien". No es fácil decir una palabra que pretenda dar sentido a lo vivido, cuando uno se ha rendido ya a la tragedia.

Durante la homilía, Cases ha recordado que desde el 20 de agosto, "toda Canarias se ha cubierto de un manto de dolor, como toda España y como tantos y tantos lugares del mundo".

Un dolor ante el que "no es fácil decir una palabra que pretenda dar sentido a lo vivido, cuando uno se ha rendido ya a la tragedia y sabe que no puede buscar comprender lo que no tiene sentido".

Cases, que ha trasladado a los familiares de las víctimas los múltiples mensajes de solidaridad y apoyo llegados de toda España, ha afirmado que cuando el dolor "es tan crecido" la presencia cercana y el silencio "son más elocuentes que el ruido de los discursos".